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Desinfección de los contenedores en los que se transportan vacunas por vía aérea. AFP
La UE, ante las nuevas disidencias por la estrategia de vacunación

La UE, ante las nuevas disidencias por la estrategia de vacunación

Hungría, Eslovaquia o República Checa se abren a los sueros ruso y chino y Austria y Dinamarca suman esfuerzos con Israel

Salvador Arroyo

Bruselas

Martes, 2 de marzo 2021, 19:35

La disidencia vuelve a la UE en plena emergencia sanitaria. No tiene rango de cisma, pero si está cogiendo una inercia inquietante. Vacunas y 'pasaporte de vacunación' (o 'pase verde digital' como eufemísticamente lo identifica Bruselas) se han convertido en los dos nuevos elementos de discordia con los que tiene que lidiar una Ursula von der Leyen en horas bajas. En los dos últimos Consejos Europeos la alemana ha sido bombardeada a preguntas por los líderes. ¿Estaban lo suficientemente armados contratos con los laboratorios? ¿Se contribuyó a generar falsas expectativas?

La cuestión es que el malestar en muchas capitales ha ido 'in crescendo' por los retrasos en el abastecimiento de sueros, o el largo procedimiento de autorización que sigue la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que hasta la fecha solo ha validado la fórmula de tres de los seis laboratorios a los que la Comisión ha adquirido 2.600 millones de dosis en nombre de los Veintisiete. Ante la perspectiva de que la situación no vaya a corregirse al menos hasta abril varios Estados comienzan a caminar por su cuenta.

Todo empezó con Hungría. El primer ministro Viktor Orban, en conflicto perenne con una UE que no ha dudado en cuestionar sus derivas autoritarias, arremetió ya en enero contra ese sistema de compra conjunta que pilota Bruselas. Y saltó de la dialéctica a los hechos. «Vacunado» celebraba el pasado domingo en Facebook. El político magiar colgaba una imagen de él mismo recibiendo el pinchazo y un primer plano de la fórmula; en la caja, sinogramas ininteligibles. Había sido inyectado con Sinopharm, una vacuna china que no cuenta con la autorización de la EMA.

LAS CLAVES:

  • Sin autorización de la EMA. Hungría ha adquirido 6 millones de dosis al país asiático y Eslovenia dos millones del suero ruso

  • El pasaporte. Abre un nuevo frente. Bélgica ya ve «imposible» vincular la vacunación con la libertad de movimientos

Hungría se convierte así en la puerta de entrada a la UE del suero asiático contra el patógeno, como ya lo fue del ruso Sputnik V, que tampoco tiene el visto bueno del regulador europeo. Del primero, el Gobierno ultranacionalista del país ha adquirido varios millones de dosis de emergencia (hasta seis, según medios nacionales). Del segundo, en torno a 200.000.

Y ya no es solo Hungría. En Eslovaquia marzo se ha estrenado con el aterrizaje en el aeropuerto de la ciudad de Kosice del primer lote de la Sputnik V; la entrega inicial de los hasta 2 millones de dosis que se habría asegurado._Su primer ministro, Igor Matovič, ha justificado esa compra en la urgencia. «Sin esperar a la autorización (de la EMA), ya que no hay tiempo para dudar», destacaba en una rueda de prensa. A_Eslovaquia, como a su vecina Hungría le basta con la luz verde de su regulador nacional del medicamento.

La misma estrategia que parece va a seguir la República Checa. Su presidente, Andrej Babis, ya ha dicho públicamente que su gobierno podría a comenzar a vacunar con esa misma vacuna si Rusia envía dosis. La Agencia Europea del Medicamento aseguró a mediados de febrero no haber recibido solicitud formal de su desarrollador, el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya en Rusia, para «una revisión continua o una autorización de comercialización».

El último país (de momento) que podría caminar en la dirección de Hungría, Eslovaquia y República Checa es Austria. Su canciller, Sebastian Kurz conversó la pasada semana por teléfono con Vladimir Putin sobre «posibles suministros de la vacuna», aunque Viene subraya que no se saltará la autorización de la EMA. Lo que sí ha hecho, junto con Dinamarca, es unir fuerzas con Israel para producir vacunas de segunda generación contra las mutaciones del coronavirus. «Tenemos que prepararnos para nuevas mutaciones y ya no debemos depender únicamente de la UE para la producción de vacunas», justificaba el canciller.

Una estrategia en riesgo

Todos estos movimientos están amparados por la libertad de cada Estado de llegar a acuerdos particulares. Pero sin duda están socavando la estrategia de autorización y administración de vacunas comunitaria. Y todo con un nuevo frente abierto. La propia Austria, como_España, Grecia, Bulgaria, Malta o Eslovaquia presionaron el lunes a la Comisión para agilizar el 'pasaporte de vacunación' para que este disponible en verano.

Bruselas respondió rápido. Presentará el día 17 la propuesta legislativa. Pero la idea no convence a socios como Francia, Bélgica o Países Bajos por un potencial efecto discriminatorio –ni hay vacunas suficientes ni vacunarse es obligatorio–. «Para Bélgica es imposible vincular la vacunación con la libertad de movimiento en Europa», ha advertido su ministra de Exteriores, Sophie Wilmès. El holandés Mark Rutte cree que «hay muchas preguntas sin respuesta». No lo ve. La clave estará en cómo Von der Leyen lidiará con esa discordia. Sin pacto a nivel UE, algunos países podrían optar por acuerdos bilaterales. Y con ellos, el caos. Rusia ya malmete:_«Esa idea contradice las normas de la democracia», dijo este martes su canciller Sergei Lavrov.

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