

Secciones
Servicios
Destacamos
Miguel Pérez
Domingo, 16 de agosto 2020, 14:24
La Comisión Europea ve con creciente preocupación el rompecabezas en el que empiezan a convertirse los viajes internacionales debido a la multiplicación de brotes de coronavirus y el miedo de los gobiernos a la importación de contagios con el retorno de las vacaciones. Alemania, los Países Bajos, Italia, Grecia, Reino Unido y, desde hoy, Austria son ya la punta de lanza de una escalada de cuarentenas y restricciones particulares que afectan a millones de turistas en tránsito en el continente. La unilateralidad de las decisiones, la sensación de urgencia y la aparente improvisación recuerdan al escenario previo a la explosión pandémica de marzo, cuya onda expansiva condujo al cierre generalizado de las fronteras.
Mientras en la superficie la Unión parecía estas últimas dos semanas más espectadora que agente activa de los cambios operados por los rebrotes en el veraneo continental, en el fondo subyace un creciente temor a una desbandada por parte de los Veintisiete en la adopción de controles de modo individual, sin contar con el vecino. El pasado día 7, según han desvelado ahora las agencias AP y Efe, la Comisión remitió una carta a los embajadores de los Estados miembros donde les recuerda que, «dadas las experiencias al principio de la pandemia», la coordinación en la movilidad transfronteriza «es crucial para asegurar claridad y predictibilidad» para ciudadanos y empresas.
No hay mucho margen para una segunda crisis económica global tras el esfuerzo del multimillonario plan de reconstrucción aprobado recientemente por la Comisión, ni tampoco para las muestras de insolidaridad que hicieron tambalear precisamente la palabra 'unión' del logotipo de la UE. La Organización Mundial de la Salud comparte los mismos objetivos: la bajada de barreras no es una solución por su repercusión económica y social, ha dicho la OMS esta semana, aunque reconoce lo alarmante de los rebrotes: solo hoy sumó la insoportable cifra de 294.000 nuevos casos en todo el planeta.
Las dos instituciones admiten que la realidad ha cambiado sustancialmente desde que entre mayo y junio empezase a verse la luz y a levantarse unas restricciones que entorpecían la apertura al turismo. En esos momentos, la OMS consideraba casi imposible que hubiera una segunda oleada de covid-19 dada la ruptura de las cadenas de contagio generada durante la cuarentena. Hoy, aquello es una ilusión. Alemania habla ya de esta nueva ola sin tapujos y calcula que más de 2.500 nuevos contagios proceden de los veraneantes que registran. Italia, sobre todo en el sur, y Grecia también temen un aumento de casos importados al final de la temporada.
«La situación es ahora volátil, con algunos Estados miembros experimentando cifras a la baja y otros, desafortunadamente, viendo un aumento en los casos -asume la Comisión Europea en su carta-. Hemos visto que algunos Estados miembros han decidido mantener o reintroducir ciertas restricciones a los movimientos transfronterizos, a veces de forma bastante descoordinada», advierte el comunicado en una especie de amonestación pública a sus socios.
Y eso que todavía no había mucho. La carta está fechada hace diez días y, desde entonces, Alemania o Países Bajos han pedido no viajar a regiones europeas hasta ahora grandes beneficiadas del turismo. Reino Unido también ha ordenado cuarentena con Francia, lo que a finales de esta semana causó la insólita imagen de decenas de miles de turistas británicos colapsando los medios de transporte en un intento de llegar a su país antes del aislamiento. Solo las medidas tomadas por los tres países citados afectan a más de un millón de veraneantes, lo que hace fácil imaginar la magnitiud del desastre en caso de que los Veintisiete empezaran a tomar medidas más drásticas.
Por eso, la Comisión insiste en que los cierres en las fronteras y las restricciones a los viajes causan «disrupciones» que deben «evitarse lo más posible». «Aunque tenemos que asegurar que la Unión Europea está preparada para posibles rebrotes de casos de covid-19, debemos al mismo tiempo evitar una segunda ola de acciones descoordinadas», insiste la carta, firmada por las directoras generales de Justicia e Interior en el Ejecutivo comunitario.
La misiva pide «evitar» restricciones y los controles «ineficaces» e insta en su lugar a plantear medidas «proporcionadas, coordinadas y con objetivos», que se basen en la evidencia científica.Así, en lugar de la prohibición total de viaje, Bruselas se muestra partidaria de que se permita el movimiento, aunque después se obligue al viajero a hacer cuarentena o hacerse una prueba PCR. «Las restricciones a la libertad de movimiento solo deberían imponerse en circunstancias excepcionales, cuando esté claro (...) que son necesarias a la vista del riesgo a la salud pública», apunta la Comisión, que pide también a los gobiernos que estén en contacto entre ellos antes de poner en marcha este tipo de medidas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.