La afición pide que el Levante piense ya en el próximo proyecto

La paciencia se agota entre la hinchada granota. Y algunos de los máximos exponentes de la afición del Levante expresan la desolación por la falta de reacción de un equipo que encadena 27 jornadas de Liga sin conocer la victoria. Cuesta creer en la permanencia. Y algunos seguidores representativos apuestan por comenzar a trabajar a fondo en el próximo proyecto.

El presidente de la Delegación de Peñas, Mikel Barrachina, entiende que el pasado lunes, después de la goleada encajada ante el Villarreal, decenas de seguidores acudieran al Ciutat para pedir explicaciones a los futbolistas. «Somos una afición extraordinaria y todo tiene un límite. Lo de La Cerámica fue insufrible y más después de llevar sin ganar a nadie desde hace demasiado tiempo. No hay mas. Hartazgo total». Y avisa: «A mí no me vale con ganar al Mallorca el sábado. O se cambia la dinámica ya mismo o hay que tomar decisiones muy drásticas». Reparte responsabilidades, al igual que Raúl Cuello.

«Mucha responsabilidad es de la dirección deportiva y el consejo, pero no hay que desviar miradas y que los jugadores se vayan de rositas porque son los que están en el césped. Pongo la responsabilidad igual. Me da la sensación de que tres cuartas partes de la plantilla tiene la cabeza en otro sitio ya», afirma Cuello, presidente de Levante Fans. Incide en la desafección con los futbolistas: «Están muy alejados de la gente». Se resigna: «Lamentablemente yo creo que estamos en Segunda. Estoy más bien por que empiecen a hacer una limpieza y una planificación de arriba abajo y a montar algo para intentar que el año que viene no haya una desbandada de socios. Que la gente se ilusione un poco con un proyecto que se vea trabajado».

Gabriel Salinas, expresidente de las peñas, se pronuncia en la misma línea: «Me preocupa que en caso de producirse un descenso no estés preparado a nivel deportivo, social e institucional con un proyecto nuevo y sólido para poder rebotar y volver a la máxima categoría como ocurrió en su momento con Tito y Muñiz».

Percibe «un desgarro emocional entre la afición y el equipo y el club». Reclama una mayor iniciativa: «Llevamos más de un mes sin dirección deportiva». Y se muestra tajante: «Cuando se llega a esta situación tan lamentable hay muchas responsabilidades. Pero la máxima responsabilidad la tiene el presidente y el consejo. Estos jugadores no son tan malos. El fallo viene de decisiones deportivas equivocadas. Es una sensación de que estás en un bucle de improvisación».

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