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Son (a la izquierda), durante un partido entre la Ponferradina y el Sporting esta temporada. Arnaldo García
Aitor Larrazabal bendice a Son

Aitor Larrazabal bendice a Son

El vasco, una leyenda del Athletic, entrenó al lateral derecho en el Barakaldo | «No sólo es un jugador potente. Se asocia muy bien y ha mejorado en el aspecto táctico», dice el técnico sobre el sevillano, atado por el Levante

Lunes, 1 de junio 2020, 01:20

Aitor Larrazabal es una institución en el Athletic, donde desarrolló toda su carrera como futbolista. Colgó las botas y ahora, como entrenador, se curte en Segunda División B. Disfruta guiando a jugadores jóvenes. Puliendo diamantes. Por sus manos pasó Francisco Javier Hidalgo 'Son'. Un lateral derecho que tiene atado el Levante de cara a la próxima campaña. El preparador vasco le dirigió durante el curso 2017-18 en el Barakaldo y ya le ve preparado para dar el salto a Primera.

Son se erigió en una pieza clave en el Barakaldo de Larrazabal. «Era mi primer año en el club y fue el primer fichaje que hicimos. Iñaki Zurimendi, entonces director deportivo, me lo puso como una de las posibilidades. Yo no lo conocía pero rápidamente vi vídeos de él y le dije que sí, que era un jugador para sacarle provecho. Y así fue. Fue un jugador importante en la temporada. Fuimos sextos y él tuvo una participación muy buena», recuerda el técnico vizcaíno.

Precisamente, Son se comprometió con el Barakaldo tras marcharse del Atlético Levante. Había participado en varios entrenamientos con el primer equipo granota a las órdenes de Muñiz. «Decidió salir para intentar buscarse la vida por otro lado. Muchas veces, cuando en un filial ves que las puertas están más o menos cerradas, quizás es el momento de salir y buscar otra alternativa. Y si finalmente llega al Levante en Primera División será porque se lo ha merecido y porque ha hecho un recorrido bueno de otra manera. Es interesante eso», destaca Larrazabal, quien esta temporada se ha sentado en el banquillo del Salamanca entre diciembre y febrero.

Aitor Larrazabal, en el banquillo del Salamanca. Carlos Espeso

El futbolista sevillano creció en el Barakaldo. «Fue un año para él de notable. La temporada fue muy importante para él porque salía de un filial. La experiencia le vino muy bien. Nos faltó haber llegado al play off para que hubiese sido un año brillante. Son es un lateral con mucho recorrido, con mucha proyección. Los campos grandes en los que podía aportar su recorrido le iban mucho mejor. Además, ha ido mejorando en el aspecto táctico y de cerrar un poco mejor su carril cuando el ataque del contrario viene por la otra banda. Eso es lo que le faltaba«, apunta el entrenador, quien se deshace en elogios: »Tiene el manejo con los dos pies, el desarrollo de varios registros y una capacidad física importante. A mí no me extraña que su progresión haya ido de la manera que ha ido«.

Considera que ya está listo para acceder a la élite: «No sólo es un jugador potente. También se asocia muy bien, con criterio. Donde podía tener alguna laguna era en el aspecto defensivo. Corrigiendo y trabajando eso como ha hecho, puede jugar en Primera. Con esa capacidad y esa mejora defensiva que ha tenido y que creo que todavía puede tener, puede ser un lateral a tener en cuenta. En su posición, ha sido de lo mejorcito de Segunda«. Con la Ponferradina, se ha alzado como una de las revelaciones de la categoría de plata.

El sevillano, de 26 años, explota su versatilidad. «Es un jugador de banda. En la banda, su poderío físico le puede hacer jugar de extremo, pero yo creo que es un lateral con mucho recorrido. Aunque conmigo sólo jugó por la derecha, sabe jugar con el pie izquierdo y finalizar. Cuando llega a las inmediaciones del área contraria, también tiene capacidad con un buen lanzamiento», comenta Larrazabal. Además, el técnico subraya la personalidad de Son: «Es un fenómeno. Tiene mucha alegría y una predisposición al trabajo muy buena. No tuvo problemas físicos porque entrena muy bien».

Son queda libre en verano y el club granota se ha adelantado a sus rivales para recuperarlo. El fichaje está cerrado. «Es un jugador con hambre. Lo ha demostrado año a año. Salió de la cantera del Levante, quería vivir del fútbol, vino al norte a ganarse la vida y luego fue a la Ponferradina para dar un paso en Segunda B. Ha conseguido un ascenso y ahora se ha consolidado en Segunda. Le viene en un momento fantástico su salto a otra categoría«, concluye Larrazabal. El vasco marcó una época en el Athletic como lateral izquierdo. Sabe lo que dice.

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