Entre la arquitectura y los acordes

Gemma Gili pone melodía al confinamiento. La de 'Vuelve', de Andrés Suárez. Es una de las canciones que suele elegir cuando coge la guitarra y siente la música en sus manos. La centrocampista del Levante Femenino, de 25 años, está acostumbrada a un elevado ritmo de vida. No le gustan las horas muertas. Y ha encontrado en el aislamiento una oportunidad perfecta para dar un empujón a su formación como arquitecta. Actividades que compagina con sus entrenamientos diarios, ya que confía en que la Liga se reanude en los próximos meses. No se aburre en casa. Además, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma, la jugadora castellonense optó por compartir piso con una compañera de equipo: Nerea Pérez. Ambas forjaron su amistad en las categorías inferiores de la selección española.

Cada mañana, las jugadoras que forman la primera plantilla del Levante usan la tecnología para conectarse. "Nosotras entrenamos todas a las vez haciendo videollamada y vamos realizando los ejercicios que tocan. Es mucho más divertido así. Se trata de adaptarse un poco", explica Gemma Gili, quien por las tardes se centra en sus estudios "para avanzar y darle caña al tema".

Con la carrera de Arquitectura terminada, la futbolista castellonense sigue formándose. Y se ha propuesto ejercer muy pronto: "La idea es hacer el Máster este año y al año que viene empezar a trabajar de esto, que realmente me apetece. Es perfectamente compatible con el fútbol. Las horas que ahora le dedico al Máster se las puedo dedicar a trabajar en un despacho". Una vocación familiar.

"Mi padre es arquitecto y yo en casa siempre le pedía que me enseñara algún dibujo. Al final le fui cogiendo el gustillo y decidí que quería estudiar eso porque era lo que me gustaba. Mi hermano también es arquitecto, así que todo queda en casa", comenta.

Antes de finalizar la carrera, Gemma Gili pudo dejar su firma en las instalaciones del Barça, donde jugó durante siete temporadas. Diseñó los banquillos del Estadi Johan Cruyff: "Cuando estaba haciendo el cuarto curso de la carrera en Barcelona tenía la oportunidad de hacer prácticas y, aunque no era obligatorio, me pareció que era importante terminar la carrera habiendo tenido algo de experiencia. A través del club, conseguí hacer las prácticas en Espai Barça. Tuve la suerte de poder participar en esto, que para mí fue algo súper bonito".

La música se presenta como otra de las pasiones de Gemma Gili: "Hace un año y medio o así me planteé aprender a tocar la guitarra. Me gusta estar siempre haciendo cosas. Con la carrera he estado acostumbrada a no tener prácticamente tiempo libre. Al coger ese hábito, cuando bajo un poco el ritmo, siento que pierdo el tiempo. Y no me gusta. Con la vida ajetreada que llevamos, de estar arriba y abajo todo el rato, llegar a casa después de todo el día fuera y la Universidad, me gusta coger un rato la guitarra".

Es autodidacta: "Estoy aprendiendo por mi cuenta, en casa. Intento aprender con vídeos de Internet o con algún amigo que me manda vídeos y me ayuda un poquito. Lo hago como hobby más que nada". Una buena forma de animar el ambiente. Sobre todo en período de confinamiento. De manera circunstancial comparte piso con Nerea Pérez.

"Realmente vivo sola. En esta situación, yo no quería irme a Castellón por si acaso. Ir a casa de mis padres me parecía un poco arriesgado. A Nerea le pasó lo mismo. Entonces, en lugar de estar cada una sola en su casa, nos juntamos y así lo pasamos mejor", comenta la centrocampista, sabedora de que varios clubes femeninos han aplicado un ERTE debido a la crisis del coronavirus: "En ese sentido, el Levante de momento nos ha dicho que no nos preocupemos. Yo creo que también tenemos que ser un poco conscientes de la situación en que estamos todos. El país en general. Esto es una situación excepcional y se están dando situaciones que son nuevas para todos y para todas. De momento, en ese sentido, nosotras no nos vemos afectadas, pero entiendo que a lo mejor otros clubes u otras empresas sí que vean en la necesidad de hacerlo".

Confía en que se pueda retomar la Liga: "Espero que esto se solucione lo más pronto posible y que, cuando se pueda jugar con normalidad y seguridad para todas, se reanude la competición". La centrocampista regresó el pasado verano a Orriols: "El primer equipo femenino en el que jugué fue el Levante. Vine de jugar con chicos en Castellón desde los cuatro hasta los 12 años". Estuvo un curso en el conjunto granota y, posteriormente, pasó por el Valencia y el Barcelona. Ahora disfruta de su retorno: "Está siendo una temporada muy positiva para mí".