El Atlético puja por Campaña pero está muy lejos de las exigencias del Levante

La tensión se disparó a media tarde, cuando el Atlético de Madrid fijó su mirada en José Campaña. Sin embargo, salvo sorpresa, la entidad rojiblanca no fichará al sevillano. Después de que el Arsenal se hiciera ayer con los servicios de Thomas Partey mediante el pago de los 50 millones de su cláusula de rescisión, el conjunto de Simeone activó la maquinaria para reforzarse con un mediocentro. Uno de los principales candidatos era el talentoso futbolista granota, pero ya ha quedado prácticamente descartado. Las diferencias económicas entre ambos equipos resultan considerables.

Fuentes implicadas en las conversaciones aseguraron ayer que se trata de una operación casi imposible. El Atlético no está dispuesto a acercarse a los 30 millones que exige el Levante para negociar el traspaso de Campaña. El conjunto rojiblanco muestra su interés en el futbolista, quien precisamente se encuentra en Las Rozas disfrutando de su primera convocatoria con la selección española absoluta. Incluso a lo largo del verano ya había llamado a su puerta y conocía la postura de la entidad granota. Ayer intentó sin éxito rebajar las pretensiones azulgrana.

El mercado se cerró anoche, aunque la normativa concede al Atlético un plazo extraordinario de 30 días para fichar un futbolista dentro de la Liga española. Se trata de una compensación por haber perdido a un jugador entre el 15 de septiembre y el 5 de octubre mediante el pago de la cláusula de rescisión. Tras el infructuoso intento por Campaña, los rojiblancos avanzan en otras opciones para reforzar la medular.

En caso de que, durante los próximos 30 días, el Atlético de Madrid fiche a otro futbolista a través de un acuerdo de traspaso o abonando la cláusula, el club afectado no dispondrá de ningún plazo para incorporar un jugador.

Arturo Molina, cedido al Castellón

Cerca de las once de la noche, el Levante cerró la cesión de Arturo Molina al Castellón. El mediocentro murciano, quien esta temporada pasaba a ocupar ficha en la primera plantilla azulgrana, militará una temporada en el cuadro albinegro, que ha regresado a Segunda División diez años después.

La salida de Arturo Molina implicó que la plantilla del Levante tuviera sólo 24 fichas ocupadas y hubiera un hueco, pero ya estaba descartada la posibilidad de llegadas. El club no disponía de margen en el fair play financiero para invertir en un delantero convincente. El problema con el límite salarial sólo podría haber quedado resuelto con la salida de Hernani o Sergio León, quienes perciben sueldos elevados. Ninguno de los dos acabó haciendo las maletas. El delantero cordobés decidió continuar en Orriols y tratar de convencer a Paco López, mientras que el extremo portugués no encontró opciones atractivas en el mercado.

El Levante tiene una ficha libre, ya que Cárdenas está inscrito en el filial y Doukouré permanece de baja por una grave lesión. De esta forma, el club cierra el mercado estival con la incorporación de cuatro futbolistas que la temporada pasada causaron sensación en Segunda División: Mickaël Malsa, Son, Jorge de Frutos y Dani Gómez. Por lo que respecta a las bajas, la entidad ha rescindido el contrato de Sadiku, Ivi, Luna y Manzanara, mientras que ha traspasado a Moses Simon y Dwamena. Pepelu García, Arturo Molina y Pablo Martínez, quien ocupaba ficha de filial pero estaba en dinámica de primer equipo, se han marchado cedidos. Por su parte, Bruno González e Iván López quedaron libres y el préstamo de Mayoral terminó. El delantero de Parla era el gran anhelo de Paco López, pero su retorno resultaba inviable a nivel económico. Finalmente, ha recalado en la Roma.