Caminos paralelos con el último ascenso

En mitad de todo este trayecto, el Levante ha pasado por muchos baches. En la actualidad, posiblemente está en el mejor tramo de la temporada, donde ha pasado de la octava posición al liderato, con cuatro victorias seguidas. Aunque todavía queda mucho por hacer y donde nadie lanza campanas al vuelo, los paralelismos de este equipo con el del último ascenso con Muñiz son palpables.

El primero de esos símiles viene precisamente desde el banquillo. En el verano de 2016, Muñiz fue la apuesta de Tito, en su desembarco en la dirección deportiva de Orriols. Pese a que el técnico asturiano había hecho campañas destacadas en el Alcorcón y también contaba con experiencia con Málaga y Racing de Santander, su primer gran logro fue el ascenso granota. Ahora Calero cumple con ese perfil prácticamente idéntico. Después de la consolidación del Burgos en la división de plata y de la permanencia milagrosa con el Cartagena, está superando los registros de sus antecesores desde que el Levante se bajara de la élite.

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Los paralelismos también se encuentran en la estructura y la confección de la plantilla. Primero por la apuesta por el producto nacional. Entre los futbolistas del Levante 2016/17 se contaba únicamente con Saveljich, Jefferson Lerma y Rafael Martins como extranjeros. A mitad de curso, el atacante brasileño se marchó. En esta ocasión, también han sido tres los jugadores no nacidos en España que partían desde el inicio, si bien Bouldini y de nuevo otro carioca como Fabrício Santos abandonaron la disciplina levantinista.

Entre las virtudes deportivas de ambos conjuntos, hay dos puntos en común bien reseñables. Uno de ellos es que la posición de central fue uno de los puntos fuertes, con al menos tres jugadores de garantías o incluso denominados de jerarquía. Anteriormente se contó con Postigo, Chema y Róber Pier. En este 2024/25, Elgezabal es inamovible, mientras que Dela, Cabello e Ignasi Miquel han mostrado un nivel notable siempre que se les ha requerido. Y el segundo de esos potenciales fue hacer del Ciutat de Valencia todo un fortín. En ambos casos, se estuvo cerca de rozar la perfección. Ocho años atrás, el Huesca rompió la estadística de imbatibilidad en la última jornada, mientras que en el presente solo se ha perdido en una ocasión, ante el Racing de Ferrol, aunque también restan otras seis jornadas pendientes de disputa.

A pesar de todo, también existen ciertas diferencias entre ambas campañas que no hay que pasar por alto. Si bien en el Levante del pasado había un goleador nato y depredador del área como Roger Martí, que concluyó con 22 dianas, esta vez todavía no hay ningún jugador que rebase los dobles dígitos y el gol está más repartido entre todos los jugadores de plantilla. Por otra parte, la hegemonía granota fue mayúscula desde las primeras jornadas, con un liderato que no soltó en ningún momento. Por contra, no ha sido hasta el mes de marzo cuando el Levante está consolidándose arriba en la clasificación y debe seguir con paso firme si quiere igualar la hazaña que se certificó con un deseado ascenso a la Primera División.