Cárdenas guía el camino a seguir del Levante

El Levante de Calleja volvió a la fórmula básica que sabe que funciona para romper la mala racha y reencontrarse con la victoria: simpleza en el juego, contundencia, oficio, efectividad de cara a puerta y no encajar goles. Es el 2+2 granota. El Racing de Santander, alentado por su hinchada, lo intentó de todas las formas posibles, pero no consiguió derribar la muralla que construyó el equipo valenciano. Cárdenas cuajó una de sus mejores actuaciones sumando las dos acciones más decisivas que se le pueden otorgar a un guardameta: detener un penalti y mantener la portería a cero.

Con el triunfo en tierras cántabras, el Levante duerme en puestos de ascenso directo a la espera eso sí de lo que hagan Las Palmas y Granada, que juegan esta domingo ante Sporting y Oviedo respectivamente. Porque el Levante está ahí ya. Reenganchado con los de arriba. Atrás queda el bache de los tres partidos sin ganar después de acumular veinte sin perder. Ante el gran nivel mostrado por el Eibar, líder de la categoría de plata, no queda otra que apretar los dientes y sumar todo lo posible para terminar las nueve jornadas restantes en esos ansiados puestos que emiten un billete directo a Primera División. Porque el objetivo es ese. Evitar el play-off.

En cuanto al partido, el solitario tanto —mejor dicho, golazo— de Montiel al cuarto de encuentro fue más que suficiente. Pero es que no hizo falta más. Precisamente fue en un libre directo de donde surgió el que terminó siendo el único tiro a puerta del Levante en todo el partido. El madrileño, que ya había tenido un aviso en los primeros minutos del partido con un lanzamiento similar que se marchó rozando el travesaño, volvió a sacarle brillo a su zurda de oro para colocar el esférico en la escuadra, inalcanzable para Parera.

Un error de Iborra en el área provocó que el Racing tuviese la oportunidad de empatar la contienda desde los once metros. Sin quitarle méritos al acierto de Cárdenas, el deficiente lanzamiento de Pombo facilitó la parada de un penalti muy telegrafiado. Los nervios de estar jugándose la permanencia en Segunda pudieron con el delantero racinguista, que no pudo engañar al guardameta granota que se mostró muy seguro durante todo el partido.

Hasta seis paradas —cuatro de ellas desde dentro del área— registró la estadística. El Levante tiene a uno de los mejores —sino el mejor— guardameta de la categoría. Y deberá cuidarlo, puesto que cabe recordar que lleva cuatro amarillas y en caso de ver una próxima, acarreará sanción, lo que le haría perderse un partido —y dejar su puesto a Femenías— en el tramo final y clave de la temporada. La misma sanción que hizo que Saracchi tuviese que ser suplido por un Postigo que puso la nota negativa del encuentro. En su regreso a la titularidad aguantó solo 28 minutos sobre el césped. De nuevo, un problema muscular obligó a uno de los capitanes del Levante a marcharse lesionado. Son tuvo que entrar en su lugar y se colocó de lateral izquierdo, posición que conoce bien del tramo final de la pasada temporada con Lisci al mando, modificando la zaga para que Álex Muñoz pasara a ser central.

Jorge de Frutos, expulsado por roja directa ante el Málaga, no pudo estar presente en El Sardinero. Y vaya que si se notó. Musonda ocupó su puesto ante la sorpresa de muchos, al igual que Soldado entró en lugar de Cantero respecto al último once tras recuperarse de su lesión. Y es que el segundo tiempo fue una demostración de cómo administrar una ventaja. El Levante se replegó, esperando alguna ocasión al contraataque, mientras que el Racing se desesperaba mientras veía caer la arena en el reloj. Campaña también regresó, entrando como revulsivo dejando un par de detalles de su calidad. En definitiva, un triunfo de los que hace falta sacar para subir. En campo rival, con poco protagonismo pero con efectividad. A seguir.

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