Más de cinco horas duró la junta general de accionistas del Levante más tensa de la era Quico Catalán. El presidente granota, quien presentó pérdidas por primera vez en once años, escuchó duras críticas a lo largo de la asamblea debido a la situación económica, ... deportiva y social de la entidad. Parte de los socios reclamaron cambios en la composición del consejo de administración y en la política llevada a cabo. El mandatario mostró su predisposición a analizar nuevas propuestas, aunque defendió firmemente la legitimidad de la actual directiva. Destacó que tiene «mucha fuerza para seguir peleando y para escuchar cualquier cosa que pueda ayudar a que el club sea más grande». Eso sí, lanzó un aviso a navegantes: «Para mí lo más fácil sería irme a mi casa. Me lo he planteado muchas veces y pronto. Pero no me voy a ir a mi casa. Estoy fuerte. Y voy a seguir fuerte».
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La Fundación Cent Anys, poseedora del 62 por ciento de las acciones del club, votó a favor tanto de las cuentas del pasado ejercicio como del presupuesto de la presente temporada. Pero el debate giró alrededor de la gestión del consejo durante las tres últimas temporadas. Accionistas como el exconsejero José Tomás o el expresidente de la Delegación de Peñas Gabriel Salinas reclamaron a Catalán una profunda revisión del proyecto y una remodelación de la junta directiva para que recoja más corrientes.
«Todos estamos preocupados. Se ha dado la tormenta perfecta para esta junta. Me pregunto, si fuéramos en el puesto décimo, cómo sería esta junta. ¿Qué falta de transparencia hay en este club? Yo no tengo que cambiar un consejo de administración. ¿Por qué? Dentro de dos años habrá elecciones y habrá otro consejo de administración o no. El levantinismo decidirá. Es un consejo multidisciplinar. Y son igual de levantinistas que cualquiera en esta sala. Nos quedan dos años más. Si algo tiene de bonito el Levante es que tiene dos proyectos apasionantes -ciudad deportiva de Nazaret y reforma del estadio-. Sólo falta que las administraciones nos den el pistoletazo», recordó Catalán, quien emplazó a los socios a «mandar un mail con sus propuestas».
Al mismo tiempo, el presidente azulgrana pidió paciencia sobre el nombramiento de una nueva secretaría técnica: «Vamos a trabajar en los próximos meses para que la planificación de la próxima temporada la lleve a cabo una dirección deportiva. Quico Catalán no quiere ser director deportivo. Hemos decidido ser prácticos y ayudarnos de los técnicos de la casa. No puede ser igual el perfil de director deportivo en Primera o en Segunda».
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