Camñana es llevado a hombros en el ascenso de 2017. EFE

Los cinco momentos más mágicos del Levante

Precedentes del ascenso. El Ciutat se prepara para vivir este sábado frente al Alavés una noche histórica, con el deseo de la afición de volver a ser de Primera

Viernes, 16 de junio 2023, 00:39

Se le está haciendo largo al Levante el camino hacia el sexto. Nada más terminar la respetuosa cita de Mendizorroza, el levantinismo empezó a acariciar cada vez con más ímpetu esa sexta noche mágica que marcará otro hito en la historia granota. Igual que hace ... sesenta años, el ingreso en la élite se decide a una carta en tan sólo noventa minutos. Ha sido el único precedente similar –el que se jugó primero en Coruña y luego en Vallejo contra el Deportivo– que se encuentra de esos cinco ascensos que ha vivido el equipo granota para ser de Primera. La diferencia es que en aquella ocasión los levantinistas llegaron a ese partido de vuelta en casa (2 de junio de 1963) con una mejor perspectiva, gracias a ese 1-2 logrado en campo gallego. El Deportivo había quedado antepenúltimo en Primera y se la tenía que jugar contra el segundo clasificado de Segunda (el campeón fue el Murcia). Marcaron Domínguez y Wanderley en Coruña, y en Vallejo anotaron Serafín (de penalti) –empataría en el 70' Montalvo– y Vall fue quien prendió la mecha del júbilo en el 80'. Mucho se ha hablado de aquel histórico once dirigido por Quique Martín: Rodri, Céspedes, Pedreño, Calpe, Camarasa, Castelló, Vall, Currucale, Wanderley, Domínguez, Serafín y Sansón. Pocos quedan ya de aquel grupo (Domínguez, Serafín, Estrela y Rodri). Serafín atiende la llamada de LAS PROVINCIAS tras «salir a caminar y estar lleno de agujetas», confiesa a sus 86 años. «Me hubiera encantado ir a ver el ascenso pero tengo una boda y es imposible. No me pierdo los partidos, seguía mucho a Morales y este año a De Frutos y a Brugué, siempre estoy pendiente de ellos porque son rápidos y juegan en la misma posición que yo». Serafín entraba por banda y le pegaba con las dos piernas: «Los penaltis con la derecha, los córners y faltas con la izquierda», aclara.

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La primera foto es del gol de penalti de Serafín en Vallejo. La segunda la celebración de Preciado en Jerez y la tercera Camacho felicita a Riga tras marcarle al Lleida. MUSEO VIRTUAL LEVANTE/EFE/JESÚS SIGNES

Hubo que esperar cuarenta años para experimentar algo similar. El Levante bordeó la desaparición en algunos momentos y fue cuando emergió por encima de todos la figura del siempre añorado Manuel Preciado Rebolledo (28-8-1957/6-6-2012). Nunca el levantinismo podrá olvidar una figura como la suya. El proyecto de Pedro Villarroel vivió en Jerez uno de los episodios más brillantes por todo lo que significó del antes y después. Un equipo que tuvo muchos puntales: Rivera, Reggi, Jofre, Limones, Pinillos, Descarga, Aganzo, Tito... «Cuando ganamos en Cádiz ya nos vimos en Primera, estábamos convencidos de que íbamos a ascender». Allí marcaron Alexis, Sérvulo y Aganzo, un 0-3 incontestable que se vio beneficiado aún más por los tropiezos de Sporting, Alavés y Numancia.

Juanlu celebra uno de los tres goles que le hizo el Levante al Castellón. DAMIÁN TORRES

Los errores habituales del Levante en la planificación mandaron al equipo de nuevo a Segunda y fue en 2006 cuando primero con José Luis Oltra (11 jornadas) y después con Mané se volvió a ascender. De Jerez a Lleida. Fue como este sábado un 17 de junio. Tres mil aficionados viajaron para verlo en directo. Cavallero, Descarga, Harte, Alexis, Culebras, Camacho, Nagore, Carmelo, Juanma, Riga y Manchev formaron ese once que terminó imponiéndose con 0-1, gol del peculiar Riga poco antes del descanso. El Levante terminó tercero, dos por delante del Ciudad de Murcia y por detrás de Nàstic y Recreativo. Este de Lleida pero sobre todo el de 2010 con Luis García al frente y el de 2017 con López Muñiz son los que marcan la era moderna de un Levante que consiguió romper todos los pronósticos. Fue con el hoy entrenador del Alavés cuando se vio la vuelta a la lógica. Aquel equipo había nacido casi en la indigencia en una pretemporada de 2008 en Oliva lleno de jugadores del filial y con grandes incógnitas a su alrededor debido a los problemas económicos (en julio de ese mismo había entrado en concurso de acreedores). Ese Levante 2009-2010 terminó tercero con nombres propios: el ímpetu de Juanfran, el carácter de Ballesteros, los goles de Juanlu, el saber estar de Iborra, la maestría de Rubén Suárez... fueron las raíces del último y brillante Levante, el de López Muñiz, que arrasó en Segunda en 2017 destrozando a todos con 84 puntos.

Serafín, en una foto reciente. LP

«Aquel Levante sería hoy sexto sin mucho problema»

Serafín (jugador del Levante 1962-63). «Aquel Levante sería hoy sexto o incluso quinto sin mucho problema. Éramos un equipo con mucho potencial, en el que además de calidad todo el mundo se ponía a trabajar. Quizás destacaba Domínguez por encima del resto porque era el que más adornaba sus pases y tenía cierta fama, pero no podría olvidarme de Calpe, de Wanderley que le pegaba de una forma violenta al balón, de Vall... Me vienen los recuerdos de aquella época, con Clérigues de presidente, con Blas Escrig, con Torres el masajista, con Enriquito... Del partido en Coruña recuerdo que me metí dos veces por el extremo y en Vallejo fue una gran fiesta».

Alberto Rivera. LP

«Manolo fue el número uno quitando egos»

Alberto Rivera (Jugador del Levante 2003-04). «Manolo –Preciado– fue el número uno quitando egos a todos y haciéndonos entender cómo teníamos que jugar para ascender. Fue fundamental porque guardaba una relación personal con casi todos, éramos buena gente y buenos futbolistas. Preciado fue mi amigo por encima de todo».

Mané. LP

«Era una plantilla muy particular, hecha con poco criterio»

Mané (Entrenador del Levante 2005-06). «Fue una temporada con mucha exigencia. Llegué en noviembre y ya sabíamos que teníamos que pelear por el ascenso. No fue fácil armonizar las necesidades del equipo porque la plantilla era muy particular, hecha con poco criterio. Teníamos muchísimos jugadores de ataque, éramos muy ofensivos. Hubo fichajes sin mucho consenso. Riga hizo una my buena temporada, estaba acompañado por Congo, de Harte pese a que era lateral izquierdo lo aprovechamos todo, Camacho nos dio la vida en el centro del campo y conseguimos darle un equilibrio adecuado».

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