Las claves de la operación para reflotar el Levante

A día de hoy, la propuesta que tiene sobre la mesa la Fundación para aliviar la grave situación financiera que atraviesa el Levante es la que lideran el consejero José Dánvila y el también empresario Vicente Boluda. Hasta el próximo 10 de julio a media noche está abierto el plazo para que cualquier grupo presente una alternativa. El patronato elegirá la mejor dos días después.

Salvo giro inesperado, todo hace indicar que la alternativa que se pondrá en marcha será la de Dánvila y Boluda, consistente en un préstamo de 15 millones de euros. Este es el dinero que se estima que el Levante necesita de forma urgente más allá de los traspasos que se puedan realizar en el actual mercado veraniego.

Y hay que puntualizar que se trata de un préstamo a devolver en cinco años. Además, el hecho de que estos dos accionistas inyecten ese dinero en la caja del club granota no les garantiza, en ningún caso, mantener las riendas de su gestión durante el próximo lustro.

En el plan de viabilidad que presentó Quico Catalán a los patronos se da por hecha una profunda remodelación en el consejo de administración: sin ir más lejos cesará el propio presidente y José Dánvila se perfila como su sustituto. Esta directiva tendrá que rendir cuentas al final de cada ejercicio y deberá cumplir una serie de condiciones deportivas y económicas para mantenerse al frente de la gestión del club.

En cuanto a lo que más le interesa al aficionado, que son los hitos deportivos, la nueva directiva tiene como obligación mantener el equipo masculino en el fútbol profesional. Esto es, al menos debe continuar en Segunda, y contarán con una bonificación en el caso de que en la próxima temporada o las siguientes ascienda a Primera.

En la parcela económica todo se resume a que los futuros directivos tendrán la misión de sanear un club que acumula 45 años de déficit en dos ejercicios. En la primera temporada de gestión, la condición es regresar al equilibrio financiero. A partir de ahí, desde la segunda en adelante, se exigirá un EBITDA positivo, y que en cada curso se incremente en un 5%.

En el caso de que la propuesta liderada por Boluda y Dánvila sea la elegida, lo que se espera es que Quico Catalán no agote su mandato, que expiraba en diciembre. Se remodelará el consejo, para lo cual no hace falta una junta extraordinaria: puede trabajar profesionalmente y que sea refrendado por los accionistas en la ordinaria de cada final de año.

José Dánvila se perfila como presidente, aunque eso está en el aire. ¿Y quién es José Dánvila?: un empresario que gestiona Verdeveleno, mercantil familiar dedicada al curtido de pieles exóticas. Además, actualmente es, según fuentes consultadas, el cuarto accionista al controlar un paquete de unos 1.000 títulos. Amigo de Quico Catalán desde la infancia, lleva varios años sacando pases de la zona VIP del Ciutat. Además, fue decisivo en la firma del crédito de 60 millones para la reforma del estadio y el proyecto de Nazaret.

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