El clic que pedía Miñambres

Siete de los últimos nueve puntos, en el bolsillo. Algo difícil de imaginar hace sólo dos semanas, cuando el Levante cayó en el Ciutat de València frente al Betis y ponía pie y medio en Segunda División. Aquel encuentro supuso el estreno de Felipe Miñambres en el palco de Orriols. El nuevo director deportivo azulgrana vio en vivo el hundimiento. Precisamente, había hablado en el vestuario de la necesidad de hacer «clic» con una victoria. No tiraba la toalla. Como tampoco lo había hecho en ningún momento Alessio Lisci. Y el entrenador azulgrana ha logrado la anhelada reacción encadenando un empate y dos triunfos. El equipo, que llevaba justo un año sin enlazar tres jornadas sumando, se ha liberado de la presión para recuperar la identidad. Ha cambiado su mentalidad. Ha recobrado la confianza. Con Martín Cáceres asentado en el once y con Jorge de Frutos inspiradísimo, los azulgrana han crecido a través de la seguridad defensiva y el contraataque. Sigue haciendo falta un milagro para alcanzar la permanencia en Primera División. Pero este golpe de efecto ha devuelto la ilusión a los granotas.

El Levante estará muy atento al encuentro de mañana por la noche entre el Granada y el Cádiz. Un duelo que determinará si los granotas acaban la jornada a seis o más puntos de los puestos de permanencia. El pasado viernes, ante el Elche, los de Alessio Lisci ofrecieron la mejor imagen de la temporada. Se soltaron. Mostraron una consistencia, una intensidad y una claridad de ideas que conectaron con la grada.

El italiano ha dado con la tecla y va formando un bloque con personalidad. Y Miñambres ha arrimado el hombro en el vestuario. Incluso en el descanso de los partidos. "He participado en las charlas motivacionales. En las tácticas, no. Mi conciencia me dice que si estoy en el palco y nos entran por la derecha, se lo voy a decir al entrenador. Todos tratamos de hablar. Si veo una deficiencia en el campo se lo diré al míster. Luego él decide cómo y quién juega. Pero yo estaré ahí para ayudarle", afirmó el leonés.