El partido contra el Mallorca sirvió para superar diferentes asignaturas pendientes. El Levante sigue estando a una distancia imponente de la zona de permanencia y necesita protagonizar una reacción histórica para agarrarse a la Primera División. Sin embargo, para volver a creer, hacía falta un paso como el que se dio el sábado en el Ciutat de València. Y hubo cuatro nombres propios. José Luis Morales, Roberto Soldado, Aitor Fernández y José Campaña ofrecieron una imagen esperanzadora después de varios meses sin cumplir con las expectativas.
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Resultó simbólica la actuación de Morales. El Comandante, quien se había perdido el choque con el Villarreal al contagiarse de coronavirus, estaba prácticamente descartado para el trascendental duelo con el Mallorca. Sin embargo, el test al que se sometió el sábado por la mañana arrojó un resultado negativo. Así, contra todo pronóstico, el capitán azulgrana se reincorporó al grupo para disputar el encuentro por la tarde. No fue titular porque llevaba casi una semana ejercitándose en solitario. Entró en el minuto 58 y enseñó su mejor cara. Con el partido abierto, se echó el equipo a la espalda con el objetivo de explotar los espacios. Generó peligro con sus desmarques y sus asociaciones. Y sobre la bocina, puso la guinda al triunfo con un exquisito gol que provocó el estallido del Ciutat. Velocidad y talento para culminar un contragolpe. El tanto se une a su preciada colección.
Morales había sustituido a un Soldado que, en el minuto 47, había adelantado al Levante al aprovechar un mano a mano con Leo Román. Supuso el primer gol en Liga del veterano delantero con la camiseta azulgrana. El ariete se quitó un peso de encima. A sus 36 años, llegó al pasado verano a Orriols para aportar pólvora, garra y experiencia. La falta de continuidad y de acierto resultaban inquietantes, pero ya se ha redimido.
Para que el Levante se adjudicara el triunfo por primera vez en nueve meses, también hizo falta lucidez bajo los palos. Y ahí estuvo a la altura Aitor. El guardameta guipuzcoano, quien ha recuperado la titularidad después de que Alessio Lisci comenzara apostando por Dani Cárdenas, rescató su mejor versión para proteger los tres puntos. El vasco, providencial, detuvo un penalti al adivinar las intenciones de Brian Oliván.
También se reencontró Campaña. El mediocentro sevillano, llamado a ser el motor del equipo, recordó de lo que es capaz. Estuvo participativo, enseñó su talento y complicó la vida al rival con sus pases entre líneas. Empañó su actuación al ver la roja por protestar cuando ya había sido sustituido. Una sensible baja para el partido ante el Cádiz.
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