La cubierta del Ciutat, pendiente de los proveedores

El Levante ha encontrado en el coronavirus un duro enemigo a la hora de remodelar el Ciutat de València. El club ya ha definido su postura: está dispuesto a celebrar sus partidos como local en Mestalla, La Cerámica o Castalia con tal de arrancar la próxima temporada con la nueva cubierta. Sin embargo, hay un factor que mantiene en el aire todos los planes. Y es que existen problemas para que los proveedores puedan suministrar los materiales dentro de los plazos estipulados. En estos momentos, el objetivo de ejecutar la reforma del estadio durante el verano depende exclusivamente del abastecimiento.

El club trabaja a fondo con la esperanza de resolver los contratiempos. Precisamente, el pasado jueves, el presidente del Levante, Quico Catalán, mantuvo reuniones telemáticas con responsables de la constructora Grupo Bertolín y de la empresa de ingeniería IDOM. Desde que se decretó el estado de alarma, el dirigente azulgrana está intentando adaptar la remodelación del Ciutat a las nuevas circunstancias. Y es que el club pretende evitar un nuevo retraso que obligaría a aplazar el estreno de la nueva cubierta hasta la temporada 2021-22.

Hasta la fecha, existía un gran temor por la disponibilidad de uno de los principales proveedores. Tiene su sede en Italia, un país especialmente afectado por el coronavirus, y sus respuestas invitaban a la preocupación. Durante los últimos días, esta compañía ha transmitido que, pese a las trabas que está sufriendo, confía en entregar el material a tiempo. Sin embargo, hay serias dificultades con otra de las firmas escogidas. Se trata de una empresa madrileña que aduce falta de personal debido a la actual coyuntura. Buena parte de sus empleados procede de Portugal. Un obstáculo añadido.

La directiva del Levante centra sus esfuerzos en garantizar el suministro del material a lo largo de las próximas semanas. De lo contrario, se vería abocada a aplazar por segunda vez el montaje de la moderna cubierta, que protegerá el graderío al completo. Teniendo en cuenta que la instalación del nuevo techo implicará la ocupación del césped por parte de los operarios durante tres meses aproximadamente, la intervención no se podría realizar hasta el verano de 2021. Un varapalo que se pretende evitar por todos los medios.

Mientras tanto, desde el pasado 14 de abril, los trabajadores avanzan en la colocación de las columnas que envolverán la fachada y sujetarán el techo. El Levante ya ha elegido el camino, que pasa por cambiar la cubierta independientemente del calendario establecido para el final de la Liga. La previsión es terminar la temporada entre junio y julio. Un período durante el que los de Paco López deberán disputar seis partidos en casa. Teniendo en cuenta que la competición será a puerta cerrada, el club renuncia a jugar en el Ciutat para que las obras puedan avanzar y apuesta por celebrar sus encuentros como local en diferentes estadios de la Comunitat. La otra alternativa, que consistía en desplazarse siempre al campo del rival, no convence a la cúpula.

El Levante aspira a jugar sus partidos como local en Mestalla, La Cerámica o Castalia. Alternando para evitar daños en el césped. El club entiende que no habrá impedimentos por parte del Valencia, el Villarreal o el Castellón, respectivamente. En cualquier caso, este plan está supeditado al suministro de material por parte de los proveedores. Si los plazos necesarios para concluir la obra en septiembre no se pueden cumplir, el Levante terminará la actual temporada en el Ciutat y mantendrá la actual cubierta, posponiendo la instalación de la nueva.