Dani Gómez: «Con 18 años, a Zidane le haces caso hasta cuando te dice: 'Péinate para allá'»

Dani Gómez, delantero con 22 años recién cumplidos y formado en el Real Madrid, es uno de los cuatro fichajes del Levante que trabajan esta pretemporada para adaptarse al juego de Paco López. En ese sentido le beneficia que el club haya cerrado un nuevo amistoso, el miércoles frente al Cartagena (20 horas) en la localidad murciana.

–En su presentación se le comparó a Mayoral, pero por lo poco visto se asemeja más a Roger...

–Puede... somos más del estilo de atacante que busca el espacio. Borja es un delantero diferente.

–Lleva poco tiempo en la élite y ya ha entrenado a las órdenes de Zidane, Baraja, y Paco López...

–Bueno, son un poco diferentes, cada uno tiene su estilo. Es cierto que Paco y Baraja tienen matices parecidos de juego de verticalidad y rapidez. Zidane es diferente, qué te voy a decir del primer equipo del Real Madrid.

–Al final, usted tiene 22 años y es alguien al que ha coleccionado en los cromos o ha manejado en el Fifa... ¿impone?

–Bueno, sobre todo cuando sales del juvenil y estás en el primer equipo del Madrid, impone un poco. Dices: '¡Que estoy aquí con Zidane y los mejores del mundo! Estás en una nube, pero luego vas cogiendo experiencia y lo afrontas todo con más naturalidad. Ahora lo vivo con más poso.

–¿Qué le dijo Zidane que se le haya quedado grabado?

–No sé, hace ya años. Es que te impacta todo, tienes 18 años y ves que Zidane te habla... intentas hacerle caso hasta cuando te dice: 'Péinate para allá'. Te ayuda mucho a pensar más rápido y a orientarte mejor. A los canteranos nos ayudaba mucho a perfilarnos, a caer al espacio, a entender mejor el juego.

–Hablando de peinados, de 'look'... cada vez es más difícil ver futbolistas sin tatuajes. ¿Lleva ya usted alguno?

–No, ni me verás con ninguno.

–¿Por qué?

–Porque pintarte el cuerpo... personalmente pienso que eso es para los folios. Hay gente que le gusta, a mí no me atrae. Es para toda la vida y yo prefiero mantener mi cuerpo como lo tengo.

–Se le nota fuerte, ¿se cuida?

–Sí, desde hace años... creo que es básico para rendir y ser profesional. Le doy mucho valor a cuidar la alimentación y estar fuerte para prevenir lesiones. Tengo un nutricionista que me echa una mano desde que subí al Castilla y me va bien.

–¿Come de todo?

–Como de todo. Me doy mis caprichos, pero cuando se puede. Trato de seguir la línea que ha de mantener un futbolista profesional: verdura, pasta, carne, pollo... y nada de empanados. Después de un partido igual te metes una hamburguesa... pero durante la semana, a trabajar lo mejor posible.

–En su presentación destacó el papel de su familia, ¿tan vital ha sido en su carrera?

–Sí, sí. El futbolista pone todo de su parte, pero seguramente sin ellos no habría llegado hasta aquí. Está bien darles el mérito que les corresponde. Han puesto su granito de arena, mis padres, tíos, primos, mi novia...

–¿Qué han hecho?

–Mucho, desde niño. Mi padre cambió de trabajo para llevarme a entrenar y cuando no podía, lo hacían mis tíos. Mi madre siempre ha estado ahí para que no me falte de nada. Mi novia ha aparcado sus estudios para venirse conmigo y estar a mi lado... son cosas que tienen mucho valor.

–Tiene 22 años y es delantero de Primera División... ¡su novia lo que no quiere es dejarle solo!

–(Ríe). ¡Sí, esto esta claro! Bueno, ella me cuida mucho y está para todo lo que necesito.

–Tenerife, Valencia... como la rompa y le reclame el Real Madrid no va a querer volver.

–Bueno, ojalá. ¡Bendito dilema!

–¿Ha pesado en algo el destino para elegir el Levante?

–No, no soy exquisito en eso. Al final lo importante es el lugar donde crecer como jugador y creo que este es ideal.

–¿Por qué?

–Principalmente por cómo vinieron a por mí. Me dijeron que voy a tener oportunidades y que me ayudarían a crecer. Y luego el estilo se asemeja a mis características. Voy a trabajar para cogerme al equipo y a lo que me pida el míster cuanto antes.

–¿Alguna afición?

–Suelo ver fútbol y pasar tiempo con mi familia y amigos, supongo que como todos. Me gusta ir al karting, pero eso es peligroso y ahora no puedo...

–Estará contento con la vuelta de Fernando Alonso a la F-1...

–Sí, desde pequeño lo seguía, a ver cómo vuelve ahora.

–¿Se le pasó por la cabeza ser piloto de coches?

–No, qué va... para no mentirte, se me pasó por la cabeza, pero vi que en cualquier curva te puedes salir. No me la quiero jugar tanto, aprecio mucho mi vida.

–¿Quién le inculcó el fútbol?

–Mi padre jugaba a fútbol y mi madre, también. No tenía un año y ya estaba con un balón jugando por casa.

–¿Pero de reglamento?

–No, por casa de gomaespuma. ¡Que si rompíamos algo, luego mi padre nos mataba!