La decepción de los fichajes de verano

A falta de nueve jornadas para que la Liga baje la persiana, el Levante está abocado al descenso a Segunda División. Necesitaría algo más que un milagro para evitarlo. El equipo, muy lejos de las expectativas durante toda la temporada, debería sumar cerca de 20 puntos en el tramo final para salvarse. Los azulgrana están protagonizando un curso decepcionante. Y los movimientos del mercado estival no han servido para dar un salto de calidad. Aterrizaron en Orriols Roberto Soldado, Shkodran Mustafi, Enric Franquesa y Roger Brugué. Este último fue cedido al Mirandés, mientras que ninguno de los otros tres futbolistas ha alcanzado los 700 minutos en lo que va de Liga. Insuficiente. Los problemas físicos y la falta de confianza les han dejado en un segundo plano. Precisamente, el delantero valenciano entró ayer en la enfermería y, salvo sorpresa, causará baja para el encuentro de la próxima semana ante el Villarreal. Un nuevo contratiempo.

El mercado estival del Levante estuvo marcado por el escaso margen de maniobra, ya que los problemas con el fair play financiero atenazaron al club. El trabajo de la cúpula granota se centró en aligerar la plantilla y la masa salarial. De esta forma, no pudo realizar grandes inversiones para fortalecer el equipo. Franquesa llegó en una asequible operación de traspaso, mientras que Brugué y Mustafi lo hicieron con la carta de libertad. Es más, el central alemán se incorporó cuando el período de fichajes ya se había cerrado. La principal apuesta del verano sirvió para hacerse con los servicios de Soldado. Y se produjo en unas condiciones ventajosas debido a una cláusula de su contrato.

El Levante aprovechó que, en el contrato de Soldado, existía una cláusula que le permitía desvincularse del Granada mediante el pago de 500.000 euros antes del 1 de julio. Ante esta oportunidad, la entidad de Orriols movió fichaje y se comprometió con el valenciano hasta hasta 2023 con una temporada más opcional. El ariete, de 36 años, había exhibido su pólvora en todos los conjuntos por los que había pasado. Tanto es así que llegaba al Ciutat con 201 goles en su expediente contabilizando los partidos oficiales que había disputado en la élite. Tras su debut con el primer equipo del Real Madrid en 2004, había vestido la camiseta de Osasuna, Getafe, Valencia, Tottenham, Villarreal, Fenerbahçe y Granada. Arrojaba una media de 0,37 goles por partido.

En el Levante, su promedio ha sido de 0,25 tantos por encuentro. En cualquier caso, cabe destacar que, de sus cuatro dianas, tres llegaron en la Copa del Rey. Su único gol en lo que va de Liga se produjo el 8 de enero frente al Mallorca. Además, la temporada de Soldado ha estado empañada por las dos expulsiones que ha sufrido en partidos determinantes.

Soldado está gozando de menos presencia de la esperada y la reciente lesión de Dani Gómez alimentaba las opciones de que el valenciano disfrutara de minutos la próxima semana ante el Villarreal. Sin embargo, ha padecido una microrrotura en los isquiotibiales del muslo izquierdo. A principios de temporada, se perdió dos meses de competición por una dolencia en los isquiotibiales y en el aductor de la pierna derecha.

En Liga, sólo lleva 596 minutos. Franquesa, con 571, no ha arrebatado la titularidad a Clerc e incluso ha sido superado por un Son que juega a pierna cambiada. Mustafi, quien suma 644, ya se ejercita con normalidad después de más de tres meses convaleciente por un grave esguince de rodilla. El centro alemán sí se había convertido en una pieza importante de la defensa, pero los problemas físicos se cruzaron en su camino. Por su parte, Brugué no consiguió hacerse un sitio en la primera plantilla del Levante y sí está exprimiendo su cesión al Mirandés.

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