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Levante UD - Alcorcón: hasta aquí

El Levante se despide matemáticamente de Primera y confirma un nuevo fracaso | El empate ante el Alcorcón pone la puntilla y la grada del Ciutat señala a Miñambres pidiendo su salida del club

Domingo, 26 de mayo 2024, 17:59

El «hilo de vida» del que hablaba Felipe Miñambres era demasiado fino. Casi invisible. Por eso, salvo milagro, se iba a romper este domingo por la tarde en Orriols. No se alinearon los astros y el Levante se despidió definitivamente de la utópica carambola que ... le habría permitido colarse en el play off de ascenso en la última jornada. El sueño de regresar a Primera División deberá esperar, como mínimo, un año más. Todo dependerá del proyecto deportivo que sea capaz de diseñar Felipe Miñambres. Precisamente, el director deportivo y entrenador azulgrana se convirtió en el gran señalado por la grada durante el encuentro ante el Alcorcón. El empate, el decimonoveno del curso, ejemplificó a la perfección el papel del equipo durante toda la temporada. Sólo sirvió para refrendar que Carlos Álvarez es el futbolista que marca la diferencia y para recordar el valor de la cantera, especialmente en épocas de crisis como la actual. Los goles llevaron la firma de Andrés García y Carlos Espí. Dos futbolistas que se estrenaron como anotadores con el primer equipo y que abanderan las nuevas generaciones de la factoría de Buñol. El club granota dice adiós a la temporada con un nuevo fracaso. El tercero consecutivo. De cara a la próxima campaña, con mayores estrecheces económicas, resultará todavía más trascendental el acierto en la elección del entrenador y en la confección de la plantilla para poder soñar con el ascenso.

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La imagen sobre el césped del Ciutat de València fue desoladora al escucharse el pitido final. Futbolistas de ambos equipos, derrumbados sobre el césped. Estaban condenados. El Levante, a quedarse otro año más en Segunda División. El Alcorcón, al descenso a Primera RFEF. El conjunto alfarero baja a la categoría de bronce junto al Andorra y el filial del Villarreal. Por su parte, el Valladolid refrendó antes que nadie el acenso a la élite.

El tren de la sexta plaza pasó de largo en Orriols. En el fondo, el Levante lo había perdido mucho antes. Por ejemplo, cuando no estuvo a la altura de las circunstancias en las visitas del Amorebieta y el Cartagena. Puntos que se esfuman sentenciándote a seguir en una categoría que se quedó pequeña hace dos décadas.

La falta de oficio en momentos clave, la escasísima pólvora de los delanteros y, sobre todo, los sucesivos fallos a la hora de elegir entrenador han sido una losa demasiado pesada. Miñambres, el director deportivo que tomó el control del banquillo tras despedir a Javier Calleja, trabaja desde hace semanas en la contratación del futuro técnico. Decisión crucial. El escogido es Julián Calero, aunque las negociaciones todavía no están cerradas.

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Este domingo, curiosamente, Miñambres se veía las caras con Mehdi Nafti, la fallida apuesta de la temporada pasada en Orriols. El astorgano sabía que iba a estar en el ojo del huracán durante los 90 minutos. Y desde que se anunció por la megafonía del estadio su nombre, escuchó los pitos de la grada.

Los silbidos fueron a más. Y el cántico de «Felipe, vete ya» que se oyó de forma tímida al cuarto de hora, subió ostensiblemente de decibelios al terminar el partido. El director deportivo ha avisado de que se siente «feliz y tranquilo» en el club, ya que cuenta con la confianza de José Danvila, el empresario que ha pasado a tener la última palabra en Orriols.

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Era una tarde de transistores descafeinada en el Ciutat. En una jornada unificada, el Levante necesitaba ganar al Alcorcón y que el Oviedo no se impusiese al Andorra en el Tartiere. Pero esta coincidencia sólo habría servido para llegar a la última jornada del campeonato con remotas opciones de luchar por la sexta plaza. Hacía falta más que un milagro.

Este domingo se medían dos equipos a los que sólo les valía ganar. Y los azulgrana, pese a arrancar con más iniciativa, se mostraban espesos, sin recursos para romper el entramado defensivo desplegado por Mehdi Nafti.

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Pablo Martínez está muy lejos de su mejor versión. Impreciso, sin confianza, apagado... Dentro de un Levante nublado, el único que pone luz es Carlos Álvarez. La joya que no fue apreciada por el Sevilla está demostrando que vale su peso en oro. No tiene ningún inconveniente para intentar echarse el equipo a sus espaldas con creatividad y descaro, pero le faltan socios en los que apoyarse. El mediapunta andaluz, escorado a la banda derecha, es el único que levanta a los hinchas de sus butacas del Ciutat. El Levante deberá hacerse fuerte si quiere mantener al de Sanlúcar la Mayor en su plantilla la próxima temporada.

Al arrancar el segundo acto, el Carlos Tartiete desolaba aún más a la afición granota. Masca adelantaba al Oviedo, acabando con cualquier remota opción de pensar en el play off de ascenso.

Pero había que apurar las opciones. Y en el minuto 59, Andrés García sacó toda la rabia que ha acumulado esta temporada, tanto en el plano individual por su lesión como en el colectivo, y se estrenó como goleador con el primer equipo. La cantera se reivindicó. El prometedor Carlos Espí llevaba cuatro minutos sobre el césped cuando culminó un contragolpe para poner el 2-0.

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Había que mantener la ventaja y confiar en el Andorra. Nada más lejos de la realidad. Paulino firmó un doblete con el Oviedo y los azulgrana dejaron escapar el triunfo en los diez minutos finales. Víctor y Sousa empataron. La grada expresó su profunda indignación, haciendo sólo un paréntesis para despedirse de los jugadores que acaban contrato y presumiblemente disputaron su último partido como granotas en Orriols. Entre ellos, Postigo y Álex Muñoz. El Levante firmó un desenlace al que estaba abocado.

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