La Copa ahoga aún más al Levante

La agonía continúa en el Levante. Y no se circunscribe a la Liga. El martes, el conjunto azulgrana se despidió de la Copa del Rey en la segunda ronda al evidenciar, por enésima vez, su desconcierto defensivo. Los despropósitos pusieron el partido cuesta arriba. Los de Alessio Lisci se vieron sobrepasados por el ímpetu del Alcoyano, pero mejoraron con los cambios y reaccionaron... A medias. No supieron aprovechar la superioridad numérica en el tramo final del tiempo reglamentaron ni en la prórroga. Ya en la tanda de penaltis, José Juan, el portero que el año pasado se convirtió en el héroe de El Collao, agrandó su leyenda. Sigue el hundimiento granota.

Ningún futbolista repitió en el once inicial respecto al partido del pasado sábado en Cornellà. Alessio Lisci aspiraba a tener a toda la plantilla enchufada y veía en la Copa una ocasión ideal para ello. Enfrente, un Alcoyano con el sueño de reeditar su gesta de la temporada pasada. El cuadro alicantino, actualmente en la Primera RFEF, alcanzó los octavos de final, en los que puso en aprietos al Athletic tras devorar por el camino al Real Madrid y al Huesca. El Collao, con cerca de 3.000 aficionados en las gradas, quería otra noche mágica.

Lisci, como en los tres anteriores encuentros, apostó por un dibujo de 4-3-3. Vukcevic, quien necesita rodaje, se situaba como pivote con Pepelu y Blesa más adelantados. En punto de lanzada, un Soldado flanqueado por Cantero y Dani Gómez. A priori, artillería suficiente para llevarse el pase a la tercera ronda. Sin embargo, el guión se iba a alejar demasiado de lo previsto.

Sin margen para cruzar el centro del campo, el Levante sucumbió ante el arreón inicial del Alcoyano, que a los 55 segundos acariciaba el gol con un disparo de Dani Vega por encima del larguero. El atacante falló a bocajarro. Era el preludio de lo que estaba por venir.

A los cuatro minutos, Aitor emergió para frustrar una doble ocasión del Alcoyano, que a base de movilidad e intensidad se paseaba por la banda defendida por Franquesa. La grada vibró con los remates de Vidal y Mourad. Y este último, en el córner inmediatamente posterior, sí acertó. Tras una prolongación en el saque de esquina, el delantero hispano-marroquí sacó los colores a la defensa levantinista al empujar el balón al interior de la red completamente libre de marca. Nadie le vigiló en el área pequeña. Otro desbarajuste de la zaga azulgrana.

El Levante no era capaz de contrarrestar la presión altísima y asfixiante del Alcoyano y tenía numerosos problemas para construir las jugadas. Los granotas, incomodísimos y superados por las circunstancias, cometían varios errores en la salida del balón. Sobre todo Duarte. Además, el encuentro se tornaba bronco. El cuerpo a cuerpo cobraba protagonismo, así como las interrupciones. La grada de El Collao, entregada, apretaba al máximo. El Levante no encontraba el camino... Hasta que un exquisito pase de Róber Pier rompió las líneas de los de Vicente Parras y dejó a Dani Gómez solo ante el incombustible José Juan. El delantero madrileño definió con clase para poner las tablas. Gol en el primer acercamiento.

El tanto no amilanó al Alcoyano, que en la siguiente acción estrelló el balón en el poste. Javi García se llevaba las manos a la cabeza. El Levante comenzó a hallar más espacios y a rondar con más asiduidad la portería de José Juan. Pero lo hacía sin claridad. recurriendo en varios momentos a los lanzamientos de larga distancia. El talento de jugadores como Blesa apenas entraba en escena. Más incisivo se mostraba el cuadro alicantino, que se llevó el premio justo antes del descanso. En un nuevo despropósito defensivo del Levante en el juego aéreo, Mourad firmó el 2-1.

El Alcoyano entró en el segundo acto con el mismo convencimiento. Y ponía contra las cuerdas a Coke Andújar por la banda. No obstante, el tercero iba a llegar de otra manera. De golpe franco. Carlos Blanco sorprendió a Aitor con un inapelable disparo que se coló por la escuadra.

Mientras el Alcoyano celebraba la diana, Lisci recurrió al banquillo metiendo de una tacada a Melero, Bardhi y Morales. El partido se equilibró. Se abrió. Y la balanza empezó a decantarse del lado granota. Cinco minutos después, Soldado recortó distancias tras un preciso pase en profundidad de Pepelu. El veterano ariete estuvo solvente en el mano a mano. Luego iba a ser el turno de Dani Gómez, quien completó su doblete para igualar el marcador. Su remate entró en las mallas a regañadientes.

Los de Lisci se habían hecho con el control del partido. Una situación que se acentuó con la expulsión de Ángel López en el minuto 82. El centrocampista alicantino vio la roja directa por una dura entrada sobre Roger, quien acababa de entrar en el campo.

El Alcoyano supo resistir para forzar la prórroga. Un tiempo extra que afrontaba el Levante con una superioridad numérica que invitaba al optimismo. No obstante, el conjunto azulgrana se topaba con la muralla alicantina. Aunque los de Parras no renunciaron al gol y metieron el miedo en el cuerpo más de una vez. Nadie culminó la faena y, finalmente, todo se decidió en la tanda de penaltis. Pepelu, Roger y Bardhi marraron sus tiros. Desde los once metros, se materializaron la nueva proeza del Alcoyano y el batacazo granota.

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