![Un Levante sin filo](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2025/01/12/levante_20250112173900-U23047255041242B-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Nadie marcó la diferencia. José Luis Morales, a medio gas tras el susto dado cinco días atrás, apenas desequilibró sobre el césped. Andrés García, mermado por un proceso gripal, no estuvo en plenas facultades físicas y resistió 70 minutos. Y Carlos Álvarez, el mago de ... la plantilla, tiene la varita apagada por ese virus que ha penetrado en el vestuario granotas dejando tocados a siete futbolistas. No tuvo su día el Levante, que se marchó del Nuevo Mirandilla con un empate gris. El equipo careció de la mordiente necesaria para llevarse los tres puntos frente al Cádiz y dar un golpe de autoridad en la clasificación. Se quedó a medio camino. En cualquier caso, los de Julián Calero volvieron a blindar su portería y amarraron un empate que les permite seguir en puestos de play off de ascenso a Primera. Una carrera de fondo.
El Levante fue de menos a más a lo largo del partido, ya que la primera media hora de juego fue propiedad del Cádiz. Tal y como apuntó Calero tras el duelo, el catarro extendido por la plantilla azulgrana condicionó sus planes. Y es que, al margen de Andrés García y Carlos Álvarez, estaban tocados por el virus jugadores como Pablo Martínez, Andrés Fernández, Giorgi Kochorashvili y Sergio Lozano. «Pero no es ninguna excusa», apostilló el entrenador.
Eso sí, en la última media hora del encuentro, se precipitaron los acontecimientos. Precisamente, a partir del momento en que Carlos Álvarez, suplente por segunda jornada consecutiva a causa del proceso gripal que arrastra, apareció con el objetivo de poner su imaginación sobre el césped. El mediapunta sevillano estuvo participativo. Incluso de sus botas nació la acción a balón parado que estuvo a punto de suponer el 0-1. Rubén Alcaraz, en un intento de despeje, envió el balón al poste de la portería defendida por David Gil. Fue una jugada embarullada que terminó con Kochorashvili reclamando penalti de Iza. El pivote georgiano sufrió una entrada que, perfectamente, Ávalos Barrera podría haber castigado con la pena máxima. El árbitro entendió que el contacto no resultó suficiente y ni siquiera lo revisó frente al monitor.
Y como ocurrió el pasado martes en Tenerife, el Levante terminó el partido con superioridad numérica, ya que un revolucionado Matos vio la segunda amarilla por una plancha a Lozano. Eso sí, en esta ocasión, la ventaja apenas se disfrutó durante los últimos cinco minutos. Los azulgrana no lograron exprimirla y tuvieron que conformarse con el reparto de puntos.
El Levante abrió la segunda vuelta de la Liga con sensaciones encontradas. Y es que el conjunto granotas lleva casi 16 meses sin encadenar dos victorias como visitante. Después de la goleada cosechada en el Heliodoro Rodríguez López, los de Calero confiaban en exhibir su poderío en Cádiz. No pudo ser.
La última vez que los azulgrana enlazaron dos triunfos a domicilio se remonta a las jornadas 3 y 6 del curso 2023-24. Aquellos encuentros, disputados en Cartagena y Alcorcón, finalizaron con los resultados de 0-1 y 0-2, respectivamente.
El Levante, quinto con los mismos puntos que el séptimo y a sólo tres de la zona de ascenso directo, sabe que la Segunda División es muy larga. Y está metido de lleno en la pelea. Calero, lógicamente, quiso quedarse con los aspectos positivos del choque y valoró la portería a cero lograda en Cádiz. La sexta en lo que va de curso.
Julián Calero encaraba el encuentro con especial preocupación. «Teníamos a siete jugadores con gripe y eso nos ha dejado un poco mermados. Ha entrado el virus en el equipo y hay gente con fiebre. Eso me ha condicionado bastante. Andrés García había estado con un poco de fiebre y decidimos ponerlo de titular, pero sabíamos que iba a durar 60 minutos. Han hecho un esfuerzo tremendo. No sabes hasta cuándo les van a llegar las fuerzas. No es ninguna excusa. Lo hemos toreado lo mejor que hemos podido», comentó el técnico del Levante, quien destacó los aspectos positivos: «Nos vamos con un punto, con tres partidos seguidos fuera de casa con la portería a cero y en play off».
Sin embargo, teniendo en cuenta la dinámica con la que arrancó el encuentro, parecía complicado que el Levante fuese a resistir sin encajar gol. Los granotas arrancaron con serias dudas. Sobrepasados por la asfixiante presión de los hombres de Gaizka Garitano, que coquetean con el descenso y están muy lejos de las expectativas.
Una intensidad que desubicó al conjunto granota, que encadenaba pérdidas e imprecisiones. El Cádiz fue dueño de la primera media de juego, en la que el colegiado anuló un tanto de Álex Fernández por fuera de juego. Además, Andrés Fernández levantó un muro bajo los palos para evitar un gol cantado de Alcaraz.
Paradójicamente, la ocasión más clara del primer acto tuvo la rúbrica del Levante. Iván Romero robó la cartera a Fali y asistió a Brugui, quien disparó al palo. Los azulgrana, con el excanterano sevillista cada vez más suelto, llegaron al descanso en línea ascendente. Ya en el segundo acto, el delantero de La Solana protagonizó las contadas aproximaciones de peligro, pero se le nubló la vista en los metros finales.
La densidad de la primera parte dio paso a un fútbol más dinámico, más abierto, con más espacios. Calero miró al banquillo y agitó el once, echando mano de jugadores como Carlos Álvarez y Espí. Pero esta vez faltó colmillo.
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