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El Levante refuerza sus cimientos

El conjunto azulgrana sólo disfruta de media hora de dominio, pero muestra una actitud con la que neutraliza a un rival directo

Alberto Martínez de la Calle

Valencia

Jueves, 3 de noviembre 2022 | Actualizado 04/11/2022 00:23h.

El Levante quiere seguir ampliando su casillero de victorias y conseguir la quinta consecutiva en un estadio de los más complicados de la Segunda División, el Nuevo Los Cármenes. El Granada intentará regalarle a su afición una victoria para superar así a los granotas en la clasificación y ponerse cerca de los puestos de ascenso directo.

«Siempre juntos, ayudándonos», aleccionaba Javier Calleja en el vestuario justo antes de que los futbolistas saltaran al césped de Los Cármenes. Lo decía con garra. La misma que quería que mostraran los suyos durante uno de los encuentros, a priori, más atractivos y brillantes de Segunda División. Dos recién descendidos, cara a cara. En cualquier caso, el técnico del Levante sabía que se avecinaba una dura batalla.

No iba a ser precisamente un delicado baile. La categoría de plata es aguerrida por naturaleza. Quedó nuevamente de manifiesto con la visita al Granada, el club con el límite salarial más elevado con diferencia. Duelo de rivales directos que debía servir al conjunto azulgrana para medir su evolución. No fue una actuación redonda. No disparó la ilusión. Pero sí sirvió para reforzar los cimientos del equipo y refrendar el cambio de tendencia producido a raíz del relevo en el banquillo. El empate obtenido en territorio nazarí sabe bien y permite agarrarse a los puestos de promoción de ascenso, a cuatro puntos de los dos primeros clasificados. El fútbol en absoluto resultó exquisito, ya que la fase de dominio duró menos de media hora. Hubo que sufrir por momentos. Y resistir. Pese a la falta de continuidad en el juego, el bloque funcionó.

El Levante se quedó sin igualar las cinco victorias consecutivas que firmó Paco López a las pocas semanas de tomar las riendas del equipo en 2018. Desde entonces, los azulgrana no han logrado una racha así. Primero Felipe Miñambres como técnico interino y luego Javier Calleja como nuevo jefe del vestuario han sabido cambiar la mentalidad de la plantilla. Los azulgrana, cuando Mehdi Nafti fue destituido, estaban en declive con un estilo poco reconocible. Ahora, con mayor o menor acierto, las ideas han ganado nitidez.

Y este jueves noche el Levante no estuvo especialmente lúcido. Sin embargo, el equipo sí tuvo un plan definido que sirvió al menos para llevarse un punto del campo del Granada, con el que presumiblemente deberá pelear por el ascenso hasta final de temporada. El domingo, en Albacete, los granotas tratarán de sumar un triunfo que permita ver con mejores ojos el marcador de este jueves.

Los Cármenes no es una plaza fácil. El Levante visitaba a uno de los mejores locales de la categoría. El encuentro derrochó intensidad desde el primer instante. Y Calleja, tal y como había avisado en el vestuario, no iba a permitir relajaciones en una batalla así. Cualquier descuido podía costar caro ante un Granada que conjuga bien la casta y la calidad.

Había que demostrar el carácter. Y el Levante se cargó pronto de tarjetas. A los 12 minutos, ya habían visto la amarilla Pubill, Bouldini e Iborra. Ritmo elevadísimo. Y en esa vorágine, un jugador excelso como Campaña no aparecía. Sin embargo, los azulgrana mantenían el orden atrás.

El Levante, incómodo, carecía de imaginación para construir fútbol. Se apagaba con el balón en los pies. El Granada iba enseñando los dientes a base de balones colgados al área.

En el descanso, Soldado sustituyó a un Bouldini que había coqueteado con la roja. Karanka introdujo en el césped a Jorge Molina. Dos viejos rockeros. Se generaron espacios y el Levante disfrutó de media hora en que emergió el talento de Campaña, De Frutos y Brugui. El duelo ganó alternativas y el Levante acabó sufriendo por algunas pérdidas. Un empate para hacerse fuertes.