El VAR y Oier permiten al levante salir vivo

El SD Huesca recibe al Levante UD para el partido correspondiente a la jornada 13 de LaLiga, a las 18:30 horas en El Alcoraz.

Once de Paco López: Oier, Róber Pier, Chema, Jason, Prcic, Toño, Coke, Cabaco, Vukcevic, Roger y Borja Mayoral.

Once del técnico local, Francisco Rodríguez: Jovanovic, Miramón, Pulido, Etxeita, Akapo, Musto Rivera, Gallar, Moi Gómez, Ferreiro y Hernández.

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Paco López visita El Alcoraz con los recursos justos. Sin Doukouré ni Postigo, el número de bajas asciende a siete. De esta forma, el entrenador del Levante se ha visto obligado a echar mano del filial para completar la convocatoria. Una situación que, en principio, también va a propiciar el regreso de Vukcevic al once inicial. El técnico de Silla se muestra satisfecho con la evolución del mediocentro montenegrino, quien tratará de reivindicarse contra el Huesca. Los granotas llevan dos meses sin perder fuera de casa y se miden a un equipo que todavía no conoce la victoria como local.

El Levante y el Huesca parten con el mismo objetivo: la permanencia. Sin embargo, en sólo 12 jornadas, los de Paco López lucen una ventaja de 11 puntos sobre el cuadro aragonés, colista de la tabla. El cuadro granota tiene a tiro de piedra los puestos europeos.

La sensacional racha del Levante se truncó en la pasada jornada, cuando cayó frente a la Real Sociedad de una manera especialmente amarga. Esta tarde, en Huesca, los azulgrana buscarán reencontrarse con el triunfo. Pese a la acumulación de bajas, todo apunta a que Paco López mantendrá el dibujo táctico que tantas alegrías ha dado en los últimos dos meses. Dentro de ese 3-5-2, en principio habrá un centro del campo puramente balcánico y formado por el montenegrino Vukcevic, el bosnio Prcic y el albanés Bardhi.

Vukcevic no ha entrado con buen pie en Orriols. La baja forma física con la que llegó, una absurda expulsión y un esguince de tobillo que se agravó en un partido con su selección han dificultado la integración del montenegrino. Sin embargo, Paco López celebra la progresión del pivote.

El técnico perdió ayer a dos hombres. Doukouré, quien regresó de su compromiso internacional con molestias, sufre una microrrotura en el gemelo de la pierna izquierda y se ausentará durante diez días. Postigo, por su parte, padece una sobrecarga muscular.

El lesionado Samu García y los sancionados Morales y Campaña tampoco están disponibles, mientras que Luna y Rochina aún no están en condiciones de competir. Eso sí, Toño reaparecerá después del castigo cumplido ante la Real Sociedad por ser cazado en un control de alcoholemia. Para completar la convocatoria, Paco López ha recurrido al filial, citando a un Fran Manzanara que puede actuar como mediocentro y central. El equipo no estará sólo en El Alcoraz, ya que habrá 30 aficionados que se desplazan en un viaje organizado por la peña Paquito Fenollosa.

El mejor fichaje de la temporada ha sido el VAR. Sin duda. Desde luego no lo ha sido Vukcevic, que ayer naufragó en su segunda titularidad. El Levante salvó un punto en Huesca gracias a la tecnología, que anuló un gol a los locales y concedió otro a Boateng para establecer el 2-2 definitivo. Un tanto que logró que los granotas salieran vivos de uno de sus peores encuentros de la temporada, en los que pudieron marcharse goleados. Pero las paradas de Oier y el acierto de sus delanteros en las escasas ocasiones que tuvieron hicieron posible el empate.

Nervioso, fallón y lento, el Levante estuvo desconocido. Las numerosas bajas, entre ellas las de hombres clave como Morales y Campaña, obligaban a Paco López a reconstruir el centro del campo, y el técnico puso en juego una novedosa combinación. Coke fue el carrilero derecho, con Jason ejerciendo de mediapunta, mientras que Prcic y Vukcevic formaron pareja en el círculo central. Inédita hasta la fecha, y con la sorpresa de la ausencia de Bardhi. De los cinco jugadores del centro del campo (el técnico mantuvo su sistema 3-5-2), sólo Toño es titular habitual.

Al Levante le costó entrar en el partido y se vio sorprendido por el empuje del Huesca, que tuvo dos ocasiones claras con disparos de Álex Gallar y Rivera, ante los que respondió Oier con seguridad. Incluso los aragoneses marcaron un gol, pero el árbitro, tras consultar el VAR, lo anuló por fuera de juego. El equipo granota estaba dormido. Sin alma. Perdido en el centro del campo. No funcionaba la pareja balcánica. Prcic y Vukcevic fallaban en el engranaje y la máquina de Paco López apenas podía circular.

Tampoco había noticias en ataque. Mayoral y Roger trabajaban con mucha movilidad, pero el equipo no tenía frescura para crear ocasiones de peligro, precisamente por esa incapacidad para dominar el centro del campo. Así que todo sucedía en las inmediaciones del área levantinista. Moi Gómez pudo marcar dos veces, en especial con una buena rosca que detuvo Oier. Hasta que el cántaro se rompió. En la enésima pérdida de balón de Prcic, el Huesca colgó el balón al área, Chema se quedó parado ante Rivera y éste remató a la red. El colista maniataba a un Levante desconocido. Los de Paco López pudieron meterse en el partido con un cabezazo de Roger al larguero y si Mayoral, con todo a favor para marcar una dejada de Jason, no se hubiera caído al suelo inexplicablemente. Pero fueron dos llegadas aisladas. El resto era un vendaval sobre la portería de Oier, que asistía a un bombardeo. Ferreiro y Gallar desbordaban con facilidad y eran dos puñales por las bandas, Moi Gómez aparecía por todas partes y la línea de tres centrales se resquebrajaba constantemente.

El encuentro era un infierno. El Levante estaba en la lona. Precisamente en un partido en el que sobre el papel era favorito, ante el colista y recién ascendido. Probablemente, junto al día de Valladolid, la peor imagen de la temporada. Y curiosamente, en los dos partidos con Vukcevic de titular. Las casualidades no existen. El fichaje más caro de la historia no sólo no se adapta al equipo, sino que lo hace peor. A los 40 minutos estuvo a punto de volver a ser expulsado de nuevo, como en Zorrilla, por doble amarilla.

Aunque pese a estar zarandeado, el Levante seguía vivo. Y Roger debió empatar antes del descanso al quedarse solo tras un gran pase de Mayoral, pero falló ante Jovanovic. Era su segundo error y a la tercera el pistolero ya no iba a quedarse sin puntería. Coke le envió un buen centro y el de Torrent giró el cuello para rematar a la red y establecer un 1-1 injusto por méritos pero que reconstruía al equipo y daba un golpe psicológico a los aragoneses.

El gol había cambiado la decoración. Paco López reaccionó y retiró a Vukcevic para colocar a Bardhi en el centro del campo. El Levante sabía que no podía dejarse arrollar y entró con otra mentalidad. Pero cuando todo parecía de otro color, en una falta lateral del Huesca llegó el gol. Un error inadmisible de Coke en la marca permitió a Etxeita cabecear a placer para batir a Oier. De nuevo se complicaba y el equipo había tirado al suelo todo lo que había recuperado con el empate.

Los granotas volvían a permitir llegadas constantes a su área. Cucho rozó el poste, Cabaco salvó un gol bajo los palos y Oier tenía que intervenir en todo momento. Los de Francisco se sentían superiores, ganando los duelos individuales ante un Levante lento, nervioso y poco acertado. Como Coke, muy errático al sacar el balón, igual que Chema. El equipo se había venido abajo. Sólo Oier mantenía con vida al conjunto granota. Necesitaba esa reacción que se vio al final de la primera parte y que se había diluido. El Huesca, que no había ganado en El Alcoraz en toda la Liga, se imponía con una facilidad insultante.

Paco López dio un golpe de timón y cambió el sistema a un 4-3-3 con la entrada de Boateng por Cabaco, con el tridente de ataque granota sobre el campo. Y la jugada salió perfecta. A la primera llegada, Jason dejó el balón al ghanés, que remató cruzado para empatar. De nuevo gracias al VAR, ya que inicialmente el árbitro lo había anulado por un fuera de juego inexistente, lo que indignó a la afición local.

La pegada del Levante y las paradas de Oier igualaban un encuentro que el Huesca tenía claramente dominado. La tensión se podía cortar, el gol había creado un clima de nervios que podía decantar el duelo para cualquier lado. Era el momento de que los granotas dieran al fin ese paso adelante para, por primera vez, ir a por la victoria. Paco López dio aire al centro del campo con el debut de Fran Manzanara por Prcic.

De nuevo Oier fue providencial ante un disparo a bocajarro de Serdar, pero ese final de ida y vuelta que se preveía se quedó sólo en ida al área granota. Sin réplica levantinista en ataque. Faltó esa ambición para perseguir un triunfo, pero se salvó un punto para salir vivos.