Rober Ibáñez salva al Levante en los minutos finales

La racha resiste. Ni la versión más discreta del Levante de Calleja sucumbió en un inhóspito escenario como Butarque. El conjunto azulgrana ha confirmado que, pese a la extraordinaria tendencia de los últimos meses, el camino hacia la Primera División no va a ser un paseo. Y este domingo, en un día gris, el equipo ha estado a apenas unos segundos de ver frenado su récord histórico.

El Levante no ofreció su mejor imagen. Ni mucho menos. Pero los de Calleja abandonaron Butarque con una sensación de alivio por el punto sumado sobre la bocina ante un Leganés que ha presentado su firme candidatura al ascenso. El cuadro granota enseñó de lo que es capaz durante el tramo final del duelo, aunque pagó los despistes atrás y la falta de clarividencia en ataque. Los azulgrana no encajaban dos goles en Liga desde el pasado 6 de noviembre, cuando se impusieron por 2-3 al Albacete. Este domingo, ambos tantos llegaron precedidos de pérdidas en zonas comprometidas.

No ha sido una jornada positiva para el Levante. «Llevamos jugando con esa presión mucho tiempo», afirmó Calleja antes del choque. Se refería a la feroz lucha que hay por los puestos de ascenso directo. Eibar, Las Palmas, Alavés y Granada se llevaron el triunfo en sus respectivos partidos, por lo que los granotas estaban obligados a ganar para mantener las distancias. Ahora se encuentran a cuatro puntos de las posiciones de cabeza y ven cómo se acercan sus inmediatos perseguidores.

En cualquier caso, pudo ser peor. Y el gol de Róber Ibáñez en el minuto 93 premió la mejoría experimentada en la recta final. Los cambios introducidos por Calleja funcionaron. Y el extremo valenciano, quien reapareció después de dos meses convaleciente por lesión, se convirtió en el verdugo de su exequipo, por lo que eludió la celebración del tanto. El Levante rebosa motivos para creer. La tendencia desde que se produjo el relevo en el banquillo ha disparado la ilusión. El juego y los resultados apuntan al ascenso. Y las tablas firmadas en Leganés permitieron al conjunto azulgrana ampliar un récord histórico, ya que encadena 15 jornadas sin conocer la derrota. Su mejor racha en Liga profesional.

Los granotas se sintieron arropados por una afición que llenó la grada visitante de Butarque. Enfrente, un Leganés que sólo ha perdido en una de las últimas 13 jornadas. El cuadro de Idiakez, que se alza como uno los mejores locales de la categoría, trató de neutralizar al Levante con un sistema de tres centrales y carrileros. En las bandas, dos viejos conocidos como Miramón y Franquesa. El lateral zurdo debutó sólo tres días después de aterrizar en Madrid. Uno de los nombres propios de la tarde fue Dani Cárdenas. El guardameta, pese a encajar dos goles, estuvo providencial. El Leganés detectó los problemas que estaban teniendo los centrales del Levante para tener a raya a Arnaiz y al exgranota Juan Muñoz. Así, a través de diagonales, el conjunto pepinero trató de abrir la lata.

Y un pase magistral de Miramón a Juan Muñoz estuvo a punto de costar caro, pero Cárdenas salvó al equipo en el uno contra uno. Entre exlevantinistas andaba el juego. Precisamente, antes de la media hora, Franquesa se alió con los de Calleja al perder un balón ante De Frutos y cometer penalti sobre el segoviano. José Campaña no falló desde los once metros. Una ejecución perfecta.

Poco duró la alegría. Exactamente, cuatro minutos. El tiempo que tardó el Leganés en devolver la igualada al marcador. Una pérdida en el centro del campo desembocó en la diana de Arraiz. Al otro lado del campo, De Frutos estaba convirtiéndose en la peor pesadilla de Franquesa.

Sin embargo, Calleja se llevó las manos a la cabeza cuando, tras la revisión en el VAR, el árbitro señaló penalti de Vezo sobre Raba. Era el minuto 44. Pero era el día de Cárdenas, quien leyó la mente de Arnaiz para detener el disparo. Se trata de la primera pena máxima que para con el Levante. Los azulgrana tomaron aire de cara al segundo acto, en el que entraron con el cuchillo entre los dientes.Pablo Martínez, a punto de rubricar su renovación, mandó un misil al larguero. El partido se abrió a un ritmo vertiginoso. En ese intercambio de golpes, Postigo controló defectuosamente un balón, poniéndolo en bandeja para que Arnaiz marcara. Calleja supo qué teclas tocar. A falta de 20 minutos entraron Saracchi y Montiel para resultar clave a la hora de romper el orden del Leganés. El Levante apretó y Róber Ibáñez, quien había entrado en el 82, reapareció para mantener viva la racha.

El Levante ha conseguido salvar los muebles en Butarque. Y es que tras la remontada del equipo pepinero, el conjunto granota estuvo falto de ideas y todo hacia presagiar que acabaría siendo derrotado. No obstante el pundonor del equipo y el acierto de Ibañez hizo que el Levante consiguiese rascar un punto clave de cara a la lucha por el ascenso.

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