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Cantero conduce el balón en la acción que supuso el segundo tanto. irene marsilla

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El Levante brinda por el gol

La Copa permite al equipo recuperar su efectividad pero pierde solidez atrás | Brugué y Cantero muestran el camino hacia la tercera ronda y Femenías evita que un ofensivo Andorra remonte tras el descanso

Moisés Rodríguez

Valencia

Miércoles, 21 de diciembre 2022, 18:39 | Actualizado 23:40h.

«A vore què fem, que en casa no guanyem cap!». «Hui si... que si empatem, penaltis». Esta escueta conversación de urinario entre dos aficionados, a escasos minutos del inicio del partido ante el Andorra, resume el estigma que aún enturbia la reacción granota de la mano de

El partido de Copa y la idiosincrasia de un rival como el Andorra, entrenado por un Eder Sarabia criado bajo la doctrina de Quique Setién, era una buena ocasión de marcar territorio. Y eso se hace a base de goles. El conjunto del Principado quiso lo que casi ningún visitante de Segunda: ser protagonista tirando el balón al suelo pero, por contra, dejando espacios atrás. Esa osadía pudo tener premio en forma de remontada pero le costaron los goles que permiten al Levante avanzar a la tercera ronda.

Javier Calleja conformó un once inteligente. El técnico madrileño sabe que la guerra del Levante no está en la Copa. Lo reconoció en la previa, pero tampoco conviene tirarla. Primero por decoro y por respeto a la más que aceptable entrada que registró Orriols. Y después porque sirve para mantener enchufada a toda la plantilla. A algunos, incluso, para reivindicarse.

E igual por ahí fueron los tiros a la hora de tejer una alineación sin la mayoría de los que vienen siendo titulares, pero tampoco con canteranos. Sobre todo en ataque, Calleja dio la oportunidad a Wesley y Cantero. El brasileño vino como una ocasión de mercado y de momento es uno de los grandes fiascos. Contra el Andorra, también. Erosionado por las lesiones, está un punto por debajo del resto de sus compañeros. No tiene velocidad y ha perdido el instinto asesino dentro del área: siempre está un metro más lejos de donde debería para estar en línea de remate.

Pivota bien, eso sí. Y lucha, eso no se le puede negar. Poco más. Un delantero de un candidato al ascenso no puede vivir de bajar balones de espaldas al marco a 30 metros del área. Ni siquiera de dejar pasar el balón, de forma inteligente, en la enésima ocasión en la que llegaba un segundo tarde. Esto permitió a Brugué hacer el 1-0 tras una buena internada por la derecha y centro raso de Montiel.

Historia distinta es la de Cantero. Conocido es que el atacante no está contento con su rol secundario. Se ha hablado incluso de que pudiera salir en enero. Para dejarse ver o por reivindicarse ante Calleja, lo cierto es que completó una notable primera parte, explotando sobre todo su velocidad para castigar los espacios que concedía el Andorra.

Así llegó su gol. El 2-0. Más que contragolpe de libro, lo suyo fue un test de velocidad punta. Condujo con el balón en los pies de área a área y, cuando llegó a a la de Marc Vidal, ni se planteó buscar a Wesley. Zapatazo a la escuadra. Golazo y celebración con rabia. Liberación. Para el futbolista y para el equipo que, sin embargo, no la canalizó bien. En la segunda parte hibernó. Hablando de clichés, últimamente se decía que al Levante le costaba marcar pero, por contra, que defiende a las mil maravillas. Pues tras el descanso, nada de nada. Se vio sometido por el Andorra, sobre todo después del tanto de Iván Gil. Desde ahí, a sufrir.

El Andorra no empató, o algo peor, porque Femenías estuvo especialmente inspirado. Y porque Postigo volvió a vestirse de héroe en la Copa para sacar bajo palos un trallazo de Almpanis. Javier Calleja había comprendido que perder este partido iba a generar una sensación amarga que iba a indigestar la Navidad, porque el equipo no vuelve a competir hasta Reyes.

Introdujo cambios, metiendo sucesivamente a los futbolistas que componen su columna vertebral: Iborra, De Frutos, Bouldini, Son... Estabilizó al equipo, que siguió padeciendo pero que también pudo sentenciar a la contra. «Hemos pasado diez minutos críticos, pero los hemos superado y eso nos va a servir para el futuro», comentó un satisfecho Javier Calleja tras el partido: «Podemos hacer un año muy bonito. Histórico». El levantinismo brinda por ello.