

Secciones
Servicios
Destacamos
De todas las frases que ha pronunciado Julián Calero desde su aterrizaje en el Levante, la más recordada por los aficionados granotas no ha sido ... ni los bocadillos de mortadela ni cualquier otra metáfora culinaria del míster. En la cabeza de todos los granotas resuena ese «todo va a salir bien, que la gente confíe». Bien pues, esta semana los azulgrana deberán confiar y mucho, porque la imagen que mostró el Levante en su estreno como local esta temporada reflejó mucho lo que se vivió el año pasado. No parece haber cambiado nada más allá de que en vez de Felipe Miñambres ahora está Julián Calero en el banquillo, porque el equipo sigue falto de puntería y efectividad de cara a portería. A la tercera fue la vencida para un Roger Brugué que perdonó dos claras en la primera mitad en manos a mano con David Gil, que hizo un partidazo, todo sea dicho.
Levante UD
1
-
1
Cádiz CF
También tuvo las suyas José Luis Morales en su regreso al Ciutat de València, y finalmente Mohamed Bouldini volvió a desesperar a los parroquianos de Orriols con su incapacidad para definir las jugadas claves. Un partido en el que el Levante pudo haber goleado al Cádiz de Paco López, ya que tuvo, por lo menos, cuatro o cinco ocasiones claras, de las cuales sólo una terminó en gol. Una lección a aprender. Aunque también está claro que mejor que pase esto en la segunda jornada que en la penúltima. Hay tiempo y margen de mejora para trabajar la puntería y aprender a cerrar los partidos, y más cuando se juega de local.
El Ciutat debe ser un fortín y dejar escapar dos puntos ante un rival que se entiende que es de la misma liga, no es el mejor resultado. Porque si el equipo no es capaz de amarrar las ventajas iniciales, se expone a que sucedan cosas como ese penalti de Ángel Algobia. La mala fortuna colocó al centrocampista en una situación de esas que se quieren evitar a toda costa. Una jugada embarullada en el área, una desesperación por despejar, y un golpe en la pierna del rival que termina en pena máxima. No perdonó Rubén Alcaraz, que rascó un punto para los gaditanos que les supo a oro, y más después del 0-4 encajado en su jornada inicial ante el Zaragoza.
Y eso que empezó sufriendo el Levante, No tardó ni treinta segundos en mandar el primer aviso Chris Ramos. Un sorprendente Fali, que jugó más adelantado como pivote, puso un gran centro al área que fue rematado por el ariete gaditano. Andrés Fernández tuvo que meter el puño para despertar a su defensa, que quizá estaba más pendiente del césped en mal estado. Y es que tras los eventos veraniegos, como los conciertos o la Gastro League, el Ciutat lució algunos desperfectos impropios de un campo de élite. No obstante, eso no impidió a Brugué tener en sus botas una ocasión clarísima. En el primer mano a mano que tuvo con David Gil, no acertó y su disparo telegrafiado por su colocación corporal fue detenido por el guardameta cuando media grada cantaba ya gol. Poco después, de nuevo Chris Ramos, esta vez de cabeza, volvió a avisar con un testarazo que salió rozando el palo. El Cádiz fue claro dominador de la primera mitad, sobre todo por ocasiones como la que tuvo Rubén Sobrino en un balón a la espalda de la defensa granota, que no pudo despejar bien el peligro y acabó concediendo un segundo intento a Rubén Alcaraz desde la frontal del área que culminó una media hora inicial de sufrimiento. La pausa de hidratación sirvió para frenar la sangría y de ahí surgió la segunda ocasión perdonada por Brugué, que de nuevo en el mano a mano con el portero cadista, estuvo desacertado en su intento de picada.
Hubo polémica con una jugada peligrosa de Iza Carcelén, que pisó con los tacos a Sergio Lozano. Orriols pidió una roja, pero no llegó a ser ni amarilla. Sin cambios al descanso, el partido llegó a la segunda mitad con el mismo guion: Morales falló un mano a mano de esos que en su etapa anterior no perdonaba, tras un gran balón largo de Oriol Rey. Ni la segunda acción de zurda de Giorgi Kochorashvili consiguió ir entre palos, provocando la desesperación de muchos. Pero en torno a la hora de partido, un genial contraataque fue ejecutado con un mágico pase al hueco de Carlos Álvarez, que con el exterior de su bota, dejó a Brugué de nuevo solo ante el portero. Falló su primer remate, pero con la fortuna de que el rechace le cayó a los pies, por lo que convirtió a puerta vacía. Y eso que tuvo a Morales al lado para el pase fácil, pero el catalán quiso resarcirse de sus fallos anteriores y pudo finalizar. El Comandante tuvo una clara también poco después, que estrelló contra el larguero, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego previo.
Con el marcador a favor y lo que parecía una segunda victoria consecutiva, el equipo se relajó un poco y cedió el control del juego al Cádiz, que aprovechó la segunda pausa de hidratación para cambiar unos pocos detalles y pillar desprevenido al Levante. El equipo granota volvió al partido medio dormido y ahí llegó el fatídico penalti de Algobia. En su intento por despejar un balón suelto en el área, impactó con la pierna de Chris Ramos. No lo dudó el árbitro, que estaba delante. Penalti. Lo marcó Alcaraz, con un lanzamiento muy ajustado al lado derecho que Andrés adivinó, pero no pudo llegar. Con prisas y a la desesperada, Bouldini tuvo dos y las falló. Pero más dolió el remate al palo de Iván Romero, que además se paseó por la línea sin entrar. Dos puntos perdidos, pero mejor ahora al inicio que después. Se puede mejorar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.