El Levante vuela bajo la lluvia

El Levante UD recibe al Leganés en el partido correspondiente a la décima jornada de Liga, a las 18:30 horas en el Ciutat de València.

Once de Paco López: Oier, Toño, Róber Pier, Jason, Postigo, Rochina, Cabaco, Campaña, Bardhi, Roger y Morales.

Once del técnico del Leganés, Mauricio Pellegrino: Cuéllar, Juanfran, Tarín, Omeruo, Siovas, J. Silva, Pérez, Recio, Sabin Merino, Óscar y Carrillo.

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«Desde el domingo por la mañana, el mensaje es el mismo: trabajo diario y mejorar. Lo más importante es que no se desvíen del camino. Y no nos vamos a desviar. El equipo es muy maduro. Sabemos lo que cuesta ganar un partido». Así explicó Paco López su manera de gestionar las emociones del vestuario tras la hazaña obrada en el Santiago Bernabéu. El entrenador del Levante está convencido de que sus hombres van a permanecer abstraídos de la euforia. No hay tiempo para distraerse y esta tarde los azulgrana retoman la cruda batalla por la salvación. Reciben a un Leganés que ha recuperado la moral merced a sus últimos resultados pero que continúa atascado a domicilio. El conjunto granota regresa al Ciutat de València, donde no juega desde hace un mes, en busca de su cuarta victoria consecutiva. Está lanzado.

El Levante se siente pletórico. Desde que Paco López apostó por el cambio de sistema e introdujo una defensa con tres centrales, el equipo convence. Por su espíritu, su fútbol y sus resultados. El grupo se ha adaptado a las mil maravillas al novedoso 3-5-2. Un dibujo táctico que se mantendrá hoy en el duelo con el Leganés.

Paco López no es partidario de tocar aquello que funciona. Así, todo apunta a que el de Silla repetirá el once titular que sacó los colores al Real Madrid el pasado sábado. Con el nuevo esquema, Jason y Toño han adoptado un papel protagonista, adueñándose de los carriles. Su despliegue físico resulta clave. La defensa estará ocupada por Róber, Cabaco y Postigo. El central madrileño se retiró en el Bernabéu debido a unas ligeras molestias musculares, aunque se encuentra en perfectas condiciones para competir. En principio, el técnico valenciano volverá a demostrar su valentía situando a Campaña, Bardhi y Rochina en el centro del campo. Talento en estado puro. En la delantera, la competencia es feroz. La química existente entre Morales y Roger invita a pensar que serán otra vez la pareja atacante.

El Levante es el tercer equipo más goleador de Primera División. Suma 14 tantos y sólo le superan el Barcelona (23) y el Sevilla (20). Precisamente, los granotas ocupan la misma posición de la clasificación en cuanto a dianas encajadas. Ha recibido 15, las mismas que el Athletic. Peores registros arrastran el Huesca (20) y Rayo Vallecano (18). En cualquier caso, los azulgrana han aumentado ostensiblemente su consistencia a partir del cambio de sistema.

Para el partido de hoy, regresan a la convocatoria Prcic y Mayoral. Cabe recordar que el delantero de Parla no pudo jugar ante el Madrid por una cláusula incluida en el contrato de cesión. Sin embargo, Doukouré y Dwamena, quienes sí estuvieron en el Bernabéu, se caen de la lista. El delantero ghanés, sin minutos desde el 2 de septiembre, continúa en proceso de adaptación. Además, Paco López ha descartado a Luna y Samu García. Tampoco van citados Coke y Vukcevic, ya que siguen recuperándose de sus respectivas lesiones.

El Levante, a dos puntos de la zona europea y a cinco de los puestos de descenso, estrenará césped. Y es que se ha llevado a cabo la habitual resiembra en Orriols a estas alturas del año. En caso de victoria, Paco López dejará de compartir el título de segundo entrenador del Levante con más triunfos en Primera. Suma 12, los mismos que Luis García y Caparrós. Por encima sólo aparece Juan Ignacio Martínez, quien logró 28.

El Levante recibe al Leganés, antepenúltimo de la tabla. De todas formas, el conjunto pepinero está en proyección, ya que ha sumado cuatro puntos en los dos últimos partidos y superó al Barcelona hace cuatro jornadas. Eso sí, tiene una asignatura pendiente lejos de Butarque. No gana fuera de casa desde el 15 de octubre de 2017. Ha pasado más de un año.

La lluvia alteró los planes de Paco López. Un diluvio embarró el encuentro ante el Leganés, pero el Levante también sabe remangarse. Y ayer lo hizo. Los azulgrana no pudieron desplegar el fútbol que tanto les gusta, pero golpearon en momentos clave y fueron sólidos. Suman 16 puntos en sólo diez jornadas y se fueron a dormir en séptima posición. Vuelan alto.

Paco López no es amigo de tocar aquello que funciona. Y ante el Leganés lo volvió a demostrar. El de Silla apostó exactamente por el mismo once titular que había conquistado el Santiago Bernabéu una semana antes. Ayer tocaba hacerse fuertes en casa. Orriols esperaba a los suyos con la máxima ilusión después de la gesta contra el Madrid. Por cuarta jornada consecutiva, el entrenador azulgrana apostó por el 3-5-2. Un sistema que los futbolistas han asimilado con una facilidad extraordinaria. Precisamente, el conjunto pepinero, dirigido por el exvalencianista Mauricio Pellegrino, se decantó también por una defensa de tres centrales para presentarse en el Ciutat de València. El preparador argentino era consciente del potencial ofensivo de los granotas.

El Levante tardó muy poco tiempo en desplegar sus recursos en ataque. José Campaña, en su mejor momento desde que aterrizó en el Levante, cocinó el gol. El sevillano recuperó el esférico en la medular, arrancó con fuerza para zafarse de Rubén Pérez y, ya dentro del área, escondió el balón frente a Rodrigo Tarín para asistir a Roger. El de Torrent engañó con su gesto a Cuéllar y envió el balón a la red. Una definición excepcional. El ariete valenciano, máximo anotador del equipo, suma ya seis dianas. No está dejando escapar esa oportunidad que tanto esperaba: la de consolidarse en Primera División.

La tempranera ventaja se tambaleó sólo dos minutos después. El Leganés profundizó por la banda izquierda y Carrillo, con un durísimo disparo, puso a prueba a Oier Olazábal. El guardameta vasco, quien ha recuperado la confianza, respondió a la perfección y todo quedó en un susto. A partir de ahí, el ritmo del encuentro iba a cambiar radicalmente. La lluvia comenzó a arreciar y, mientras la grada se quedaba prácticamente vacía, el balón circulaba cada vez con más dificultad. La tormenta alteró los planes y marcó el devenir del encuentro. El orden y el juego directo era, más que nunca, el camino. Cerca de la media hora, Morales fabricó un peligroso centro diagonal hacia Jason. El gallego, solo ante Cuéllar, se arrastró para tratar de conectar con el cuero, pero le faltaron unos centímetros para llegar al remate. Lástima.Paco López se vio obligado a modificar la defensa. El nuevo esquema ha beneficiado especialmente a Erick Cabaco, quien ha encontrado su sitio en el equipo. Sin embargo, como ya ocurrió contra el Alavés y el Getafe, no pudo terminar el partido. Pidió el cambio por molestias y fue sustituido por Chema. El duelo se volvió tosco. En medio del diluvio y los truenos, el Leganés trató de despertar exprimiendo las bandas. Y Jonathan Silva rozó el empate con un latigazo que se estrelló en el palo. El cuadro pepinero se iba sintiendo más cómodo, colgando balones al área azulgrana para contrarrestar los efectos de la intensa lluvia. Resultaba prácticamente imposible hilvanar jugadas.

El Levante, más contenido que en los primeros minutos, se centraba en mantener la solidez. Y eso hizo merced a unos zagueros atentos. Los de Paco López, algo espesos, intentaban exprimir los destellos de calidad de Rochina. Al saguntino, el otro gran favorecido del 3-5-2 junto a Cabaco, le sobra talento.El Leganés lanzó otro aviso al borde del descanso. Recio mandó el cuero al lateral de la red tras una excelente combinación. Los de Pellegrino habían adelantado sus líneas, aunque el Levante apretaba los dientes y no se descomponía.La lluvia dio un respiro durante el segundo acto. Cayó a rachas, pero sin la furia de la primera parte. De esta forma, se pudo ver otro fútbol. Más fluido. Más elaborado. Más atractivo. El campo, cuyo sistema de drenaje ha sido mejorado durante el pasado verano, cumplió. Apenas había charcos. El período arrancó con Campaña atreviéndose a todo. El mediocentro, dispuesto a echarse el equipo a la espalda, estuvo a punto de sacar los colores a Cuéllar en un saque de esquina. Y es que buscó el gol olímpico, pero el poste lo evitó. Una pena.La afición se desgañitó en el minuto 57 por una pena máxima no señalada. Roger dio un pase entre líneas a Rochina y el saguntino fue derribado por Omeruo dentro del área. Sin embargo, inexplicablemente, Burgos Bengoetxea entendió que no era penalti. Un fallo que dio paso a una última media hora de máxima tensión. Las fuerzas se equilibraron y el encuentro se abrió.El Leganés comenzó a llegar con demasiada facilidad y el Levante sufría en los costados. El conjunto azulgrana estaba cada vez más encerrado y Paco López optó por mover sus piezas. En el minuto 63, Boateng entró en detrimento de Roger. El delantero ghanés aportó movilidad y potencia. Al Levante le costaba imponerse en el centro del campo. Las condiciones del partido no ayudaban para que brillaran futbolistas como Bardhi. Sin embargo, cuando Rochina sufrió una falta cerca del área, la grada comenzó a corear el nombre del macedonio. Era el momento del ya bautizado como Francotirador. Agarró el balón y la grada empezó a aplaudir. En esta ocasión, el cuero no superó la barrera.El ambiente se fue caldeando y los azulgrana reclamaron unas posibles manos de Siovas. A partir de ahí, el partido se rompió completamente, produciéndose un vertiginoso intercambio de golpes. La balanza podía caer de cualquier lado. En apenas cinco minutos, entre el 74 y el 79, el Leganés dispuso de tres clarísimas ocasiones para poner las tablas. El cuadro pepinero no tuvo el acierto necesario.

Youssef En-Nesyri, quien había sustituido a Sabin Merino, remató al larguero tras una gran internada por la banda derecha. El delantero marroquí encabezó instantes después un contragolpe, aunque su disparo se marchó ligeramente desviado. El ariete se desesperó cuando volvió a cabecear al travesaño en una jugada a balón parado. Para colmo, el rechace llegó a Siovas, cuyo testarazo también se marchó alto.El Levante estaba jugando con fuego. Pero la tensión dio paso al frenesí en el minuto 90. Morales penetró por la izquierda y, en lugar de colgar el balón, se revolvió, atrajo a varios futbolistas del Leganés y encontró el vacío. El madrileño asistió a Rochina, quien quebró a Rubén Pérez con un simple toque y cruzó el balón para sentenciar el partido. Los granotas demuestran que están imparables.