Despedida entre el orgullo y la crispación

El Ciutat de València se ha despedido este domingo de la Primera División con la esperanza de que el reencuentro no se demore más de un año. Todo dependerá del tipo de proyecto que el Levante sea capaz de construir en las próximas semanas. Hay faena. Y no sólo a nivel deportivo. También institucional. «A final de temporada pondré mi cargo a disposición del máximo accionista y del levantinismo. Entiendo necesario que pase lo que pase a final de temporada, cuando termine, este presidente se someta a un examen, se someta a lo que entienda el levantinismo sobre si es el mejor presidente para gestionar este proyecto o no lo es», aseguró Quico Catalán a principios de enero. El máximo mandatario atraviesa su momento más delicado desde que tomó las riendas del club en 2009. Y aprovechando el duelo ante el Alavés,

Una hora antes de que el encuentro entre el Levante y el Alavés arrancara, cerca de 200 aficionados se han congregado en el aparcamiento del Ciutat atendiendo a la convocatoria lanzada por la plataforma Levante Somos Todos. «Queremos cambios ya» y «Quico, vete ya» han sido los lemas de algunas de las pancartas extendidas. Con el equipo definitivamente en Segunda División, los hinchas reunidos han explotado y se han manifestado contra la gestión del consejo de administración del Levante. Así, han reclamado la dimisión del presidente, Quico Catalán.

Han sido varios los cánticos. «Levante somos nosotros», «Quico, vete ya», «Nefasta gestión, consejo dimisión», «Jugadores mercenarios», «Quico ha suspendido», «Quico, cuéntame el chiste»... Este último ha ironizado sobre un comentario que realizó el presidente granota a principios de febrero. Para transmitir su confianza en la permanencia, el dirigente ha asegurado: «Al final nos reiremos de todo esto y disfrutaremos de lo vivido».

La concentración, además, ha contado con un momento de tensión cuando un seguidor se ha situado frente al grupo de manifestantes para discrepar y mostrar su disconformidad con la protesta. Algunas personas han intervenido y mediado para calmar los ánimos.

El partido ha arrancado con una sorpresa bajo los palos. Y es que Aitor y Cárdenas se cayeron de la convocatoria por enfermedad. El vasco dio positivo en coronavirus, mientras que el catalán fue hospitalizado por un cuadro digestivo agudo. Ante esta situación, Alessio Lisci realizó una llamativa apuesta. En lugar de dar la titularidad al arquero del filial Picón, apostó por el juvenil Álex Primo. Cuando anunciaron por megafonía el once, Campaña escuchó una sonora pitada. Todo apunta a que fue su último partido como granota. Igual que el de Bardhi.

Durante el encuentro, una parte de la grada del Ciutat coreó «Quico, vete ya» en dos ocasiones. Con mayor contundencia y consenso se escuchó el cántico de «Pepelu, quédate». La perla de la cantera acaba contrato el 30 de junio.

Un descuido defensivo de Vezo supuso el gol de Joselu pasada la media hora. El curso ha estado marcado por la fragilidad atrás. Pero tras el descanso, el Levante se rebeló y se resarció logrando una remontada que condenó al Alavés al descenso matemático. El jueves, el conjunto granota fue la víctima. El domingo, el verdugo.

Duarte, Roger y Morales firmaron los goles azulgrana. Y los tres futbolistas, con su futuro en el aire, se disculparon con la grada justo después de marcar. El Pistolero se tocó el escudo con fuerza. El Comandante, emocionado, se tapó la cara con la camiseta. La afición se rindió al capitán. Un descenso muy difícil de asimilar.