Ya era hora. El Levante llevaba desde el 13 de enero sin ganar. Un mundo cuando aspiras a subir a Primera. De no haberlo hecho este domingo, el equipo de Felipe Miñambres habría permanecido más de dos meses sin sumar de tres. Aún habiendo suturado la hemorragia, los granotas están a seis puntos del play-off y eso es más de un partido, por mucho que quede uno pendiente. Lo del Andorra no es un comodín, sino una obligación. Más allá de la victoria –que era imprescindible–, lo más positivo fue la imagen: sobriedad defensiva y creatividad en ataque configuraron un guiso al que le faltó la pizca de sal de la efectividad. Increíble lo que se falló, algo que perfectamente se podría haber pagado carísimo tras la imprudente entrada de Kocho que le costó la roja. En el casi cuarto de hora de fútbol que restaba, sus diez compañeros se mostraron solventes para mantener el 1-0.
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El resumen es que el Levante de Felipe Miñambres completó un notable partido contra el Sporting. Hay que decirlo, de la misma manera que ahora el reto es que lo de ayer no se quede en algo puntual. Este es sin duda el camino en una tarde emotiva en los prolegómenos por el homenaje a la familia granota fallecida en el incendio de Campanar, y en la que se amontonaron las buenas noticias sobre el césped.
Levante UD
Andrés Fernández, Andrés García, Álex Muñoz, Dela, Postigo (Maras, 46’), Brugué, P. Martínez, Lozano (Kocho, 72’), I. Romero
1
-
0
Real Sporting
Rubén Yáñez, Pascanu (Rober Pier, 63’), Pablo Insua (Rosas, 69’), Diego Sánchez, Cote, Nacho Martín, Nacho Mendez, Hassan, G. Campos (Mario, 63’), F. Villalba (Queipa, 69’) y Juan Otero (Djuka, 77’).
Gol: 1-0, Álex Muñoz (59').
Árbitro: Orellana Cid (Comité andaluz). Mostró cartulina amarilla a los locales Álex Muñoz y Carlos Álvarez, así como al visitante. Roja al levantinista Kocho 85.
Incidencias: 12.704 espectadores se dieron cita en el Ciutat.
Por ejemplo, Andrés García, que al fin deslumbró, como hacía antes de su lesión. Miñambres le dio la banda al chaval y este respondió con solvencia tanto en ataque como en defensa. Un portento, pues el chico completó el partido sin mostrar que le flaqueasen las fuerzas. Sí tuvo que ser sustituido Postigo, lo que al fin permitió ver a Maras: el serbio demostró lo que se presuponía de un futbolista balcánico, contundencia. Estuvo bien, sin estridencias y sin achicarse en el otro fútbol frente a los atacantes del Sporting.
La primera parte no fue un combate nulo: Carlos Álvarez la pifió en un remate franco en la frontal del área pequeña e Iván Romero se topó con el poste tras un testarazo que parecía certero. El Levante estuvo bien desde el principio, pero la realidad es que todo ocurrió tras el descanso. El equipo de Felipe Miñambres marcó relativamente pronto, antes de la hora de encuentro. En un córner mal sacado y peor defendido por el Sporting, donde Álex Muñoz fue el más listo, en el segundo palo, para empujar el esférico a la portería.
El balón parado da y quita puntos. Felipe Miñambres lo ha visto de cerca en los dos partidos consecutivos contra rivales asturianos. Y el técnico lo trabaja. El equipo marcó de estrategia en el Tartiere y ayer lo repitió, por mucho que hubiese algo de fortuna. La diferencia fue que el Levante estuvo contundente cuando el Sporting quiso asaltar con el balón parado el área de la portería de Andrés Fernández.
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A partir del 1-0 pasaron. Como siempre en el Ciutat, que ni se sabe el tiempo que lleva sin vivir un final de encuentro plácido. El equipo gozó de ocasiones clarísimas, la mayoría de ellas por medio de un Fabricio que lo hacía todo bien menos el remate. La velocidad del brasileño fue un dolor de muela para la zaga del Sporting, peor era plantarse ante Rubén Yáñez y nublársele las ideas. Falló tres oportunidades clarísimas que habrían asegurado la victoria. El equipo se contagió de esa falta de puntería y no hubo manera de conseguir el 2-0, a pesar de que ocasiones tuvo de sobra. Incluso una cantada monumental del portero del Sporting, ya sin el brasileño en el césped, desaprovechada por Brugué. ¿Habría sido la tarde para que Bouldini rompiera su propio maleficio? Nunca se sabrá, pues el delantero se quedó fuera por unas molestias: fue infiltrado, incluso, por la mañana, pero finalmente no pudo ni sentarse en el banquillo. Es incluso improbable que esté el miércoles en el encuentro contra el Andorra.
La última noticia positiva llegó tras el otro lunar del encuentro: la roja justa a Kocho por una entrada tan dura como innecesaria sobre Diego Sánchez. Con los antecedentes de este equipo, la grada se echó a temblar. Al contrario que los futbolistas granotas. Cierto que a partir de entonces se acabaron las ocasiones sobre el marco de Yáñez, pero tampoco fue necesaria la intervención de Andrés Fernández.
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Hubo que gestionar, que no resistir, casi un cuarto de hora, pues el árbitro dio siete minutos de añadido. Miñambres apuntaló el centro del campo dando entrada a Oriol Rey. El Levante incluso se permitió alguna contra peligrosa y acabó asegurando tres puntos balsámicos. El miércoles, contra el Andorra, tiene la ocasión de reengancharse definitivamente al ascenso. Este es el camino, pero ya no hay margen de error.
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