La primera derrota trajo también el peor momento de la era Calleja en el Levante. Desde esa primera parte en la que no entró nada y esa segunda en la que se defendió fatal Huesca, el equipo granota está claramente atascado. Sobre todo en ataque, pero también a la hora de marcar el ritmo del juego. Ante el Albacete fue incapaz de ganar contra diez y tampoco tuvo argumentos para amasar a fuego lento a un rival con urgencias como un Málaga que ya sólo apela al milagro para conseguir la permanencia en Segunda.
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Otro empate y tres partidos seguidos sin marcar resumen la crisis del Levante de Calleja. Al equipo y al técnico se les debe aplicar el atenuante de las lesiones. Sin Pablo Martínez, Róber Ibáñez sólo duró 12 minutos en el campo. La medular está descosida y así resulta imposible coger la batuta e interpretar la partitura escrita por el técnico en la pizarra.
Reaparecían Postigo y Soldado, que no jugó, pero Calleja pierde para Santander a otro centrocampista, a los que hay que sumar a De Frutos y Saracchi. Esto es un no parar. Esta categoría está tan igualada que al Levante le queda apretar los dientes y transitar por estas jornadas de zozobra, confiando en que cuando recupere gente y el balón quiera entrar la zona de ascenso directo no se haya alejado demasiado.
El Málaga no especuló porque su rumbo es el de la Primera RFEF. Tiene que jugar a tumba abierta, quemando todas sus naves por si un golpe de suerte le concede una permanencia milagrosa. Su desgaste hasta el descanso era una oportunidad para pescar los tres puntos en la segunda mitad. Quizás ese era el plan de Calleja, sobre todo vista la primera parte desesperadamente contemplativa que completó el conjunto granota.
Aún así la estrategia de un córner estuvo a punto de darle el primer tanto a Iborra. Como en el Ciutat, donde fue el de Moncada el que desarboló al Málaga. Quizás se confió al verse demasiado solo en el remate y erró. Lástima porque era gol. De los que suelen valer doble, puesto que hubiera despertado todas las dudas en un rival malherido, venido arriba ante el respaldo incondicional de una Rosaleda abarrotada.
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En esta Segunda tan igualada todo cuenta, y Málaga demostró al levantinismo que si el Ciutat es una caldera, el equipo tendrá un plus. Sobre todo en los momentos malos, como el de la expulsión de Juande. Durante 9 minutos los andaluces estuvieron contra las cuerdas. Tuvieron la dosis de suerte, pero también la de adrenalina que les inyectó su gente para resistir.
También una nueva pizca de fortuna por la roja que vio De Frutos, quizás algo rigurosa, o puede que con algo de mala suerte, de nuevo la mala suerte, por parte del segoviano. Fue contundente a por un balón dividido con Chavarría, se pasó de ímpetu y le pisó dos veces la rodilla. El árbitro interpretó que se había empleado con excesiva violencia y lo echó. Poco se puede achacar a Vicandi Garrido, pues lo cierto es que el contacto existió y el colegiado fue rápido al expulsado.
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Es más, al colegiado de VAR hay que reconocerle su acierto, minutos después, en un fuera de juego milimétrico. Porque si alguien marcó fue el Málaga. Rubén Castro se jubilará y seguirán cayéndosele los goles. Remató tras un rechace de Cárdenas a disparo de Chavarría, que tenía el hombro adelantado. Menos mal. ¿Habría sido justa la derrota del Levante? ¿Lo fue, sobre toda, tan abultada la de Huesca?
Esto ya no se trata de justicias e injusticias. Esto va de aprovechar las ocasiones y este Levante, por lesiones o por mala puntería, cuando puede asaltar la zona de ascenso directo, pocas veces lo hace. Pero también cabe una lectura positiva: quitando el ominoso inicio de temporada con Nafti, el equipo está en su peor momento del curso. Y en ese mal momento, va a acabar la jornada cerca de los dos primeros puestos de la clasificación. Esto no para, ni siquiera por la ventana de selecciones de la semana que viene. Lo que sí hay que atajar es la sequía. El norte, Santander, es un buen lugar para que el Levante sacie su sed goleadora.
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FICHA TÉCNICA:
Málaga: Yáñez, Juande, Ramón (Chavarría, 56'), Lago Junior (Luis Muñoz, 77'), Fran Sol (R. Castro, 56'), Febas, Delmás, Esteban Burgos, F. Villalba (Escassit, 63') (Álex Calvo, 83'), Ramalho y Cristian.
Levante: Cárdenas, Pubill, Rober Pier, Álex Muñoz, Saracchi (Postigo, 80'), Pepelu, Iborra, Montiel, Cantero (Robert, 72') (Musonda, 84'), De Frutos y Bouldini (Wrsley, 80').
Árbitro: De la Fuente Ramos (Comité castellano leonés). Mostró roja directa a De Frutos (70') y cartulina amarilla a Juande en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 61. Amonestó a los locales Yáñez y Febas y a los visitantes Saracchi, Wesley, Musonda y Álex Muñoz.
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