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Para seguir creyendo, era vital ganar este sábado en El Sadar. Y el Levante no sólo perdió, sino que lo hizo ofreciendo una imagen desoladora. Careció del carácter y el vigor que le han hecho dar las escasísimas alegrías vividas a lo largo de la presente temporada. Roger Martí, autor del gol que maquilló el doloroso marcador, habló con claridad al finalizar el encuentro: «Jugando lo que nos estamos jugando, tenemos que ser más agresivos». Los de Alessio Lisci se vieron superados por Osasuna en hambre y contundencia. Reaparecieron los despropósitos defensivos. La derrota ante los rojillos, y la forma de producirse, sepulta la esperanza de la permanencia. Teniendo en cuenta las circunstancias, haría falta algo más que un milagro para que el conjunto granota siguiera en Primera División. Los azulgrana se fueron a la cama a siete puntos de los puestos de salvación a falta de los resultados que obtengan hoy el Mallorca y el Cádiz. Y en las siete próximas jornadas, medirán sus fuerzas con el Villarreal, el Barcelona, el Granada, el Sevilla, el Valencia, la Real Sociedad y el Real Madrid. El duro calendario y la fragilidad del equipo agotan la fe.
Alessio mantuvo el bloque instaurado durante el último mes. El técnico italiano recuperó a un Morales que se recuperó a tiempo del edema óseo que le impidió medirse al Espanyol. Eso sí, ayer causaron baja dos talentosos futbolistas como De Frutos y Campaña. El segoviano no se restableció a tiempo, mientras que el sevillano se cayó de la lista por indisposición. Máxima intensidad en los primeros minutos, con numerosas faltas en tierra de nadie. Desde su llegada a la dirección deportiva granota, Felipe Miñambres ha insistido en la necesidad de aumentar el despliegue físico. Se trata de una faceta en la que había mejorado el equipo recientemente. Este sábado tenía una prueba de fuego y acabó suspendiendo. Osasuna iba a imponer pronto su vigor.
El Levante se replegó demasiado, aunque sin perder el orden. Martín Cáceres, quien se ha hecho fuerte en la zaga granota desde que aterrizó, se mostraba atentísimo en el corte. Así, con un cruce providencial, el uruguayo evitó que Budimir adelantara a Osasuna. El delantero bosnio, quien estuvo en la agenda azulgrana el pasado verano, iba a convertirse en un quebradero de cabeza.Cáceres y Róber se abrían en la retaguardia, permitiendo que Son y Pubill profundizaran por las bandas. El jovencísimo lateral derecho, un portento físico, ganó a Miramón en el pulso por la titularidad. El canterano iba aumentando su presencia en campo contrario, dejando algunos espacios a su espalda. Su irrupción en la élite se presenta como una de las escasas notas positivas de una temporada aciaga.El Levante trató de dar un paso adelante a base de acciones rápidas por ambos costados. Tímidamente, se fue estirando. Y así, merced a un centro magistral de Morales, los azulgrana disfrutaron de la que iba a ser su única acción de peligro durante toda la primera parte. Roger no logró cabecear a quemarropa. A partir de ahí, llegó el declive. Osasuna hacía gala de su garra. El exlevantinista Rubén García, quien en las últimas horas ha dado una lección de solidaridad ayudando a los refugiados ucranianos, sorprendió a Pubill. Le arrebató el esférico y lo mandó al larguero. Posteriormente, Chimy Ávila, un artillero transformado en extremo derecho, centró para que Budimir cabeceara por encima del travesaño. Esta acción fue el preludio del primero tanto del partido. Tras dos rechaces inocentes de la zaga azulgrana, Budimir peleó y Chimy Ávila se encontró un balón dentro del área. El argentino, totalmente, libre de marca, se incorporó desde la segunda línea para fusilar a Cárdenas y romper el partido justo antes del descanso. Un golpe anímico.
El Levante entró con serias dudas en el segundo tiempo, aunque paulatinamente fue reaccionando. Y en un contragolpe, Morales se plantó ante Herrera al beneficiarse de una sensacional prolongación de Roger. El Comandante no logró culminar el ataque. El jarro de agua fría definitivo llegó en el minuto 57 con la diana de Budimir. Fue fruto de una acción difícil de entender. Vezo recibió una falta de Torró en el centro del campo. Mientras el portugués estaba en el suelo e incluso Cárdenas se acercaba a la zona de la infracción, Cáceres decidió poner el balón en juego rápido y buscar a Róber Pier. Las prisas pasaron factura. El central gallego, poco prevenido, vio cómo Rubén García le robó la cartera y filtró un pase rápido hacia el delantero bosnio. El ariete no perdonó aprovechando el desbarajuste absoluto en la defensa del Levante. Incluso el guardameta catalán tuvo que recuperar la posición de forma precipitada. Inexplicable.Apenas siete minutos después, Darko Brasanac puso la puntilla a raíz de un nuevo desastre del Levante sacando el balón de su campo. 3-0. Osasuna incluso pudo aumentar la renta a través de balones colgados al área, donde Kike García se movía a placer. El Levante estaba sometido.
Y en el último cuarto de hora, ya demasiado tarde, el Levante apretó como no lo había hecho en todo el encuentro. Osasuna especuló con el resultado y los azulgrana dieron un paso adelante. Roger recortó distancias con un remate preciso después una excelente asociación entre Cantero y Soldado. Estos dos futbolistas acababan de entrar en el terreno de juego. Y es que Dani Gómez, quien había sustituido a Cáceres en el minuto 62, se tuvo que retirar debido a unos problemas en el aductor. Los de Alessio asumieron riesgos y, en el intercambio de golpes, Cárdenas evitó un marcador aún más abultado. Con la derrota de ayer, el Levante dejó pasar, probablemente, la última oportunidad de subirse al tren de la permanencia.
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