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El inicio del desastre. Juanmi remata libre de marca para empatar el partido de este domingo. EP

El Levante sigue con su vía crucis

El equipo de Pereira desperdicia el gol inicial de Mustafi y sucumbe en una segunda parte calamitosa en defensa

Domingo, 28 de noviembre 2021, 12:07

En Sevilla, tierra de proverbial fervor por la Semana Santa, el

La zaga fue sencillamente calamitosa pero ante esa evidencia, los futbolistas de esa demarcación replican que si les llegasen menos, se reducirían también las opciones de error. Igualmente, dan para analizar las decisiones desde el área técnica: cuando el Betis desarboló al conjunto valenciano, Pereira fue incapaz de hallar soluciones. Realizar un solo cambio puede interpretarse como un mensaje de que sólo le sirven 12 futbolistas de la plantilla.

Y estos completaron una segunda parte desastrosa en la que se desperdició lo bueno de una primera parte en la que, para ser justos, también apareció Cárdenas en modo salvador. Sobre todo en un remate de cabeza de Guido, donde el portero realizó un alarde de reflejos. El canterano fue el mejor y esa no es una buena noticia en un partido en el que se encajan tres goles. También se puede indultar a Mustafi, por el buen remate en el 0-1 y por la personalidad que mostró en los peores minutos del Levante.

El gesto del alemán denotaba que tiene todavía fresco lo vivido la temporada anterior con el Schalke. El central ha venido a Orriols a revitalizar su carrera y otro descenso, desde luego, no le ayudaría en este objetivo. El Levante soñó durante la primera mitad -que acabó con un disparo de Morales al larguero- con que el Villamarín iba a ser ese punto de inflexión del que se lleva hablando dos meses.

Pero el Levante se autodestruyó en la media hora que encumbró a Juanmi con su primer hat-trick en la Liga. El malagueño, para quien ya se pedía una llamada de Luis Enrique, marcó de tres maneras distintas. El empate, libre de marca, después de que entre Canales y Fekir hubiesen desarbolado todo el entramado de contención granota, si es que existe. El segundo, especialidad de la casa -acciones en las que el Levante sufre desde hace años, vamos-, en un córner. Y el tercero, por tener la defensa en la divisoria, ya a la desesperada y sin ningún criterio, cuando todavía quedaba un cuarto de hora para buscar el empate.

Por eso, dando por buena la objeción de Mustafi, sería injusto culpar sólo a la línea de cuatro, que estuvo nefasta. También hay que preguntar por qué con 0-1 Canales recibe un balón libre y tiene varias decenas de metros para avanzar y buscar a Fekir. O por qué no se extremaron las precauciones en los córner cuando en la primera parte Cárdenas ya había obrado el milagro ante el remate de Guido libre de marca.

Y puestos a hablar del 2-1, que ya se veía venir desde el inicio de la segunda parte aún con 0-1, cabe preguntarse si tiene sentido realizar un cambio no obligado justo antes de defender una acción a balón parado. El crédito que le quede a Pereira sólo lo saben la dirección deportiva y Quico Catalán, pero el partido de ayer restó y mucho. En la segunda parte, el equipo perdió toda la capacidad de inquietar a Rui Silva, que sí había mostrado en los primeros 45 minutos.

El Betis se hizo el amo del partido y, claro está, empatando en sólo nueve minutos, la fortaleza granota se desvaneció como un castillo de naipes. Las ideas en ataque se limitaron a buscar a De Frutos, que vivía permanentemente en fuera de juego. Pereira retiró al segoviano tras el empate, restando velocidad a la banda derecha y, al entrar Soldado, presencia a una medular ya superada en ese momento. Un regalo para Canales y Fekir, que se divirtieron y encumbraron a Juanmi. Y para Álex Moreno, un auténtico dolor de muelas al firmar una enorme actuación en la que lo único reprochable fue su teatro en el penalti señalado a Son en la primera parte y en la que el árbitro rectificó tras consultar con el VAR.

Soldado, como Roger, fueron islas rodeadas de verdiblanco en la segunda parte y eso tampoco contribuye a dar confianza. Igual que llevarse a 20 futbolistas a Sevilla y realizar un solo cambio. ¿Qué pensarán jugadores como Radoja o Vukcevic? ¿Y Pepelu, al que al fin se ha hecho una oferta de renovación y ni siquiera se le conceden los 15 minutos de pedrea, con el partido perdido?

La primera parte fue esperanzadora, y no sólo por el gol de Mustafi. El equipo compitió, supo padecer pero también le mostró los colmillos al Betis. ¿Tuvo suerte? Sí, pero hay que reconocer que el cuadro de Pellegrini es uno de los mejores, en la faceta ofensiva, de la Liga. Bardhi recuperó su mejor versión, Roger intimidó a los defensores y tanto De Frutos como Morales generaron peligro por banda.

Se incidió mucho desde el club en la minipretemporada en El Saler tras la llegada de Pereira. ¿Cómo se explica entonces que tras el descanso el Levante se disolviera como un azucarillo? No tiene defensa, con perdón del chiste recurrente y manido. Sólo queda confiar en que esto sea una cosa de inercias y que la esperable victoria del jueves en Melilla en Copa ponga fin a una sequía de triunfos que data del 10 de abril, contra el Eibar.

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