Desastre granota en Anoeta

La Real Sociedad recibe al Levante UD en el partido correspondiente a la jornada 24 de la Liga, a las 12 horas en Anoeta.

Los de Juan Ramón López Muñiz llegan al encuentro con la más pura necesidad de ganar y de mantener el tipo. Entró Ivi en la lista pero ante las molestias que arrastra desde el derbi saldrá Jason como titular. Además, posible debut de Rubén Rochina.

Once granota: Oier, Doukouré, Chema, Morales, Coke, Postigo, Pazzini, Lukic, Luna, Jason y Campaña.

Once del técnico de la Real, Eusebio Sacristán: Rulli, Illarra, Juanmi, Agirretxe, Prieto, Aritz, Zurutuza, Oyarzabal, Odriozola, Raul Navas y De La Bella.

Sigue el partido en directo en lasprovincias.es.

Bardhi completó la fiesta con un golpe franco de los suyos. El videomarcador señalaba el minuto 89 cuando el macedonio firmó el 3-0 definitivo ante la Real Sociedad. La grada de Orriols explotó de euforia mientras se frotaba las manos. Las expectativas alrededor del equipo subían como la espuma. Era el 21 de septiembre y el Levante marchaba en quinta posición pese a haberse visto las caras con el Villarreal, el Madrid y el Valencia. Sin embargo, el éxtasis dio paso al declive. El posterior batacazo frente al Betis abrió una peligrosa dinámica que todavía no ha terminado. En las últimas 18 jornadas, los azulgrana sólo han logrado un triunfo, por lo que se aferran al recuerdo para retomar el camino que tanta ilusión despertó durante el arranque liguero. Los de Juan Ramón López Muñiz se vuelven a cruzar hoy con el conjunto donostiarra. Buscarán poner fin a los cinco meses oscuros que han transcurrido entre ambas citas.

El Levante, pese a los pobres resultados, ha recuperado las buenas sensaciones en las dos últimas jornadas, ya que arañó un punto frente al Real Madrid y el pasado fin de semana dio la talla ante el Valencia. La aberrante actuación del árbitro marcó el derbi. Hoy, el cuadro granota tratará de que la mejoría en el juego se plasme en el marcador y reencontrarse con un triunfo que se está resistiendo demasiado tiempo. El equipo no gana desde el 19 de noviembre, cuando se impuso a Las Palmas a domicilio. 11 jornadas sin conocer la victoria que representan la peor racha del Levante en Primera, ya que hasta la fecha había enlazado un máximo de diez partidos en la élite empatando o perdiendo.

La confianza ha crecido dentro y alrededor del equipo en las dos últimas semanas. Ayer, al saltar al césped del Ciutat para realizar el entrenamiento previo al encuentro, los futbolistas granotas recibieron un espaldarazo en forma de pancarta. «Forjados en el yunque de la adversidad», rezaba la lona que Levante Fans había desplegado en la grada.

El de hoy a mediodía se presenta como un partido clave. El Levante visita a una Real Sociedad que sólo le supera en seis puntos y coquetea con la zona de descenso. Un triunfo granota alimentaría la esperanza y evitaría que los txuri-urdin se alejasen. La lucha se ampliaría.

De cara al choque, Muñiz tiene entre algodones a Ivi. El madrileño arrastra molestias a causa de un fuerte golpe que sufrió en el pie izquierdo durante el derbi. Le clavaron los tacos y ha estado realizando trabajo específico a lo largo de la semana. Aunque ayer se entrenó con normalidad, su presencia en la alineación está entre interrogantes.

Ante esta situación, el técnico ha optado por viajar a San Sebastián con 19 jugadores. Entre los que se encuentra un Rubén Rochina que se estrena en una convocatoria del Levante. El de Puerto de Sagunto, quien aterrizó en Orriols el último día del mercado invernal procedente del Rubin Kazan, no compite desde el pasado 30 de octubre.

Si Ivi no se recupera a tiempo, todo apunta a que Jason volverá al once inicial. Presumiblemente, el resto del equipo será el mismo que se enfrentó al Valencia. Como era de esperar, Fahad Al-Muwallad se ha quedado fuera de la lista por tercera jornada consecutiva. Muñiz se mantiene al margen de las presiones y los comentarios ofensivos que está recibiendo de aficionados saudíes a través de las redes sociales. Curiosamente, fruto del convenio de la Liga que promovió su incorporación, el Levante estrenará hoy el patrocinio principal de Jawwy, una marca árabe que invierte más de dos millones en el acuerdo.

Koke Vegas, quien ha sufrido problemas estomacales, está fuera de la lista, por lo que Iván Villar entra por primera vez. Toño, Sadiku y Cabaco quedan excluidos por decisión técnica, mientras que Jefferson Lerma ultima su recuperación de una microrrotura fibrilar. Enfrente habrá una Real Sociedad que genera dudas y que el jueves se mide al Salzburgo en Europa League.

Al Levante no le está haciendo falta entrar en puestos de descenso para tocar fondo. Pudo comprobarse ayer en Anoeta. El conjunto granota no compareció. O, como mínimo, se le olvidó el orgullo fuera del campo. Un equipo sin alma y sin ideas se vio las caras con una Real Sociedad que jugó a placer y acabó firmando una goleada que calma lo ánimos en el cuadro donostiarra. Todo lo contrario que en los despachos de Orriols, donde crecen las dudas y las alarmas se encienden con fuerza. La decepción y la preocupación marcaron el viaje de vuelta de la expedición granota. El 3-0 sufrido, pero sobre todo la paupérrima imagen del grupo, dolieron ostensiblemente y la directiva busca soluciones. Juan Ramón López Muñiz está cada vez más cuestionado.

Los granotas apelaban al recuerdo de la contundente victoria lograda ante los txuri-urdin en la primera vuelta de la Liga. Nada más lejos de la realidad. El equipo de Eusebio Sacristán se tomó la revancha y deja al Levante muy tocado tanto deportiva como anímicamente. Los azulgrana no hicieron ningún mérito para puntuar en Anoeta, aunque continúan fuera de la zona de descenso gracias a las derrotas de sus inmediatos perseguidores. Sólo les salva el mal ajeno.

El Levante, que tiró por la borda la mejoría mostrada frente al Madrid y el Valencia, arrastra una losa demasiado pesada: sólo una victoria durante una vuelta entera. El único triunfo conseguido en este oscuro período tuvo lugar en Las Palmas. Desde aquel encuentro, disputado el 19 de noviembre, los de Muñiz no han sido capaces de pasar del empate. Es más, no han ido por delante en el marcador en ningún momento.

Ayer, nuevamente, les tocó ir a remolque. Poco o nada queda del Levante que barrió a la Real Sociedad en septiembre. El cuadro azulgrana se mantiene a dos puntos del decimoctavo clasificado, que continúa siendo Las Palmas. Sin embargo, la derrota de ayer obliga a realizar examen de conciencia. Los futbolistas saltaron al césped sin la actitud necesaria y Muñiz no supo corregir la situación desde el banquillo. El técnico asturiano tiene prácticamente agotado su crédito, aunque la directiva no maneja de momento ninguna alternativa convincente para tomar las riendas del equipo.

El Levante entró en el partido sin rumbo, errante. No movía con criterio el balón. Y todo se torció muy pronto. Sólo habían transcurrido ocho minutos cuando Lukic cometió un penalti absurdo sobre Agirretxe. El serbio agarró sin necesidad al delantero y el árbitro, quien se encontraba a escasos metros de la acción, señaló el punto de penalti. Xabi Prieto no perdonó desde los once metros, por lo que a los granotas les tocaba remar a contracorriente. Una semana más.

Sin embargo, en esta ocasión, no se iba a producir la reacción que sí hubo en las anteriores jornadas. El Levante dejó de respirar. Ningún atisbo de remontada. No fabricaba acercamientos claros al área de la Real Sociedad y carecía de recursos ofensivos. El conjunto vasco, con el partido de cara, llevaba la batuta, mientras que el balón quemaba en los pies de unos futbolistas azulgrana que apenas trenzaban jugadas.

El Levante, que perdía el balón con una facilidad pasmosa, sufría en defensa. Sobre todo Antonio Luna. Al lateral zurdo se le acumulaba el trabajo ante las internadas de dos puñales como Oyarzabal y Odriozola. La Real Sociedad abría espacios en el área y no acusó la lesión de un cerebro como Xabi Prieto. El mediocentro vasco se tuvo que retirar con una dolencia que se produjo en el momento de lanzar el penalti. En su lugar entró un Canales que iba a jugar a su antojo. Precisamente, en las botas del cántabro nació el 2-0.

Canales sentó a Doukouré y colgó un balón al segundo palo para que Juanmi, sacando los colores a Coke, ampliara las distancias con un remate acrobático. El lateral levantinista perdió la marca del atacante malagueño y Postigo tampoco estuvo atento. En la otra parte del campo, Pazzini era una isla. El italiano no se caracteriza por su movilidad y no le llegaban balones en condiciones. A base de gestos, pedía a sus compañeros que adelantaran las líneas. Se sentía solo. La presión no estaba siendo tan intensa como debería y los ataques se desvanecían.

En el descanso, Muñiz trató de dar un paso adelante introduciendo a Roger en detrimento de Lukic. Además, en el inicio del segundo acto, el técnico hizo debutar a Rochina, quien sustituyó a Coke. A los pocos segundos de su entrada, Canales deleitó con una obra de arte. El santanderino se arrastró para controlar el cuero, sorteó a Postigo y Luna y fabricó un disparo cruzado al que no pudo llegar Oier. Estaba en su salsa.

Boateng tomó el relevo de un Pazzini desaparecido en combate. Pero los cambios no surtieron efecto. El Levante, sin intensidad y con los brazos caídas, llegaba tarde a los balones divididos. Significativo es que el primer disparo azulgrana con cierta intención se produjera en el minuto 62. El lanzamiento sutil de Rochina se marchó desviado.

El valenciano dejó destellos de su talento, alzándose como el único futbolista del Levante que se reveló ante la apatía generalizada. Volcó su juego hacia el centro, ejerciendo de mediapunta y dejando toda la banda derecha a Morales. Mientras tanto, la Real Sociedad bailaba con el esférico en los pies. Estaba más cerca el 4-0 que el 3-1, ya que los granotas corrían sin sentido.

En el último cuarto de hora, con la Real dejando que corriese el cronómetro, el Levante disfrutó de sus mejores minutos y Jason cabeceó el balón a la madera. Demasiado tarde. El conjunto azulgrana está jugando con fuego. Y Muñiz se encuentra en el ojo del huracán.

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