ALBERTO MARTÍNEZ
Martes, 26 de febrero 2019, 00:38
valencia. En el minuto 77, Casemiro se fue al suelo al sentir un leve roce en la tibia. Cheick Doukouré había tratado sin éxito de golpear el balón. En ningún caso hubo impacto, pero el árbitro consideró que la acción era merecedora de pena máxima. El colegiado, tras comunicarse con el VAR a través del pinganillo, ratificó su decisión sin necesidad de analizar las repeticiones en el monitor. Lo tenía clarísimo. El centrocampista del Real Madrid salió ileso del Ciutat de València. Ningún rasguño por la inexistente patada. En cambio, esa jugada resultó letal para el futbolista del Levante, quien se dañó la pierna de apoyo. Sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Dice adiós a la temporada, ya que permanecerá de baja seis meses como mínimo. La verdadera víctima.
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Doukouré, quien trataba de ganar protagonismo después de ver frustrada su salida en el mercado invernal, se despide del curso de la forma más amarga. «Este contratiempo se produjo en la acción que significó el segundo penalti favorable a los intereses del Real Madrid. Golpeó al aire al intentar despejar el esférico y aterrizó sobre el suelo con la pierna izquierda completamente desequilibrada», explicó el Levante a través de un parte médico que incidió en la polémica jugada.
La previsiones de los servicios médicos azulgrana indican que Doukouré estará en la enfermería seis meses siempre que no surjan complicaciones. En el mejor de los casos, el mediocentro africano estará en condiciones de competir a principios de la próxima campaña. Todo un jarro de agua fría.
La pesadilla se repite para Doukouré, quien hace poco menos de un año vivió una situación similar. El pasado 4 de marzo, durante el partido contra el Espanyol que desembocó en la destitución de López Muñiz, el marfileño tuvo que ser sustituido en el minuto 79 después de que Sasa Lukic cayera sobre su pierna. Sufrió un esguince grado 3 en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda, por lo que se despidió de la temporada.
El pasado domingo, la desgracia se cebó con Doukouré. Justo después de la polémica acción con Casemiro, se pudo ver al levantinista cojear, aunque finalizó el encuentro. Ayer se sometió a unas pruebas médicas desoladoras. Se ha dañado la misma rodilla que la temporada pasada, aunque en esta ocasión la gravedad aumenta y el ligamento afectado es el cruzado anterior.
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Precisamente, ante la falta de oportunidades, Doukouré se había propuesto abandonar el Levante en el mercado invernal. El Getafe estaba especialmente interesado en su cesión, pero la entidad de Orriols descartó su salida en el último momento. Un hecho que afectó al futbolista, con contrato hasta 2021.
El Levante desembolsó más de dos millones por Doukouré en el verano de 2017, aunque esta temporada apenas estaba gozando de minutos. Sin embargo, la cesión de Sanjin Prcic al Estrasburgo y la imposibilidad de recuperar a Lukic provocaron que el club granota cerrara la puerta de salida al africano.
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Doukouré, de 26 años, se remangó con la esperanza de obtener un mayor protagonismo. Y estaba contando con minutos desde finales de enero, llegando a formar parte del once titular contra el Alavés. La grave lesión sufrida el domingo da por finalizada la temporada para el marfileño y, al mismo tiempo, supone todo un revés para Paco López. El entrenador azulgrana pierde una alternativa en la medular.
Sin el cedido Prcic, el técnico dispone de sólo cuatro centrocampistas: Campaña, Vukcevic, Bardhi y Rochina. Y hay que tener el cuenta que Paco López está utilizando un trivote durante los últimos meses. Para el próximo encuentro, ante el Leganés, el de Silla no podrá dispone tampoco del saguntino, quien el pasado domingo fue expulsado al ver la segunda amarilla cuando ya estaba en el banquillo. El Levante no tiene previsto recurrir.
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A partir de ahora, se abren dos opciones para el Levante. La baja de Doukouré va a ser superior a los cinco meses, por lo que el club tiene derecho a ocupar su ficha con un refuerzo siempre que éste proceda de un equipo nacional. La dirección deportiva, encabezada por Tito, va a estudiar el mercado y decidirá si incorpora a un jugador y recurre a la cantera. En el filial azulgrana milita un mediocentro de la confianza de Paco López, Fran Manzanara. Además, se encuentran dos jóvenes con proyección como Pepelu y Blesa.
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