«¿Europa? La ilusión no nos la pueden quitar siempre que no perdamos la perspectiva»

Dulce Navidad en casa de Paco López. El técnico del Levante disfruta de las fiestas en una situación privilegiada, con el equipo a 12 puntos de la zona de descenso y a sólo cuatro del sexto clasificado. Los últimos resultados han alimentado la ilusión.

–El equipo se ha marchado de vacaciones con buenas sensaciones. ¿Qué valoración realiza?

–Estamos contentos con cómo hemos terminado el año. Con esos altibajos que te da esta competición. Es muy difícil ganar un partido en Primera División. Hay muchísima igualdad. Los llamados equipos grandes ganan el 90 por ciento de sus partidos y luego hay una diferencia mínima entre el resto. E influyen muchísimos factores. Por lo tanto, tal y como se ha dado esta primera vuelta, es para estar contentos.

–Con 26 puntos en 18 jornadas, lucen la tercera mejor puntuación de la historia del club. Por detrás de las dos campañas con Juan Ignacio Martínez como entrenador. ¿Tiene relación con JIM?

–Sí que lo conozco, pero no nos hemos parado a hablar de todo eso. Hace tiempo que no le veo y que no hablamos. Comparar aquellas temporadas de Juan Ignacio siempre es un orgullo, porque fueron las mejores temporadas de la historia del Levante. Es cierto que las comparaciones son difíciles de hacer porque son épocas distintas. Hoy en día el fútbol español se ha igualado muchísimo y es tremendamente difícil ganar. Y el hecho de tener 26 puntos es para estar contentos, pero lógicamente esto es muy largo, como ya lo comprobamos la temporada pasada. Ya tenemos la experiencia de que no te puedes relajar, ni mucho menos. El camino lo tenemos claro, que es esa mejora constante, dar siempre más... Ese tiene que ser nuestro objetivo y es la forma de ser ambiciosos.

–Pero el equipo está muchísimo más cerca de Europa que del descenso. ¿Hablar sobre esta situación puede descentrar al vestuario?

–Me parece muy bien que la gente pueda hablar de todas estas cosas, pero ya sabemos en el fútbol lo rápido que pasamos de un extremo a otro. Y para evitar esos vaivenes emocionales que nos dan dos resultados buenos o malos, no debemos mirar mucho más allá. Tenemos que ser ambiciosos en nuestro trabajo y nuestra mejora. Eso es lo que nos va a llevar a ir sumando puntos y luego al final ya veremos. Evidentemente el club, en esas temporadas con Juan Ignacio, jugó en Europa y no lo ha hecho más en toda su historia. Y debería ser una ilusión. La ilusión no nos la puede quitar absolutamente nadie, pero siempre y cuando no perdamos la perspectiva de lo que somos, de dónde estamos y de cuál debe ser el objetivo realmente. No es más que el esfuerzo diario. Como no partamos de eso, es cuando pueden venir luego las frustraciones, que es lo que uno no quiere. Yo creo que hay que disfrutar desde el máximo esfuerzo cada semana. Y que el Ciutat, con el apoyo de nuestra gente, se convierta de verdad en un fortín. Y ya veremos a final de temporada a dónde nos lleva todo esto.

–El equipo ha ganado continuidad en el juego. ¿Ha resultado clave que ya haya un bloque más definido?

–Lógicamente no acertamos siempre. Y al principio nos equivocamos como nos podemos equivocar ahora en determinadas alineaciones o decisiones. Cuando se me achacaba que no repetía once, dije que lo más importante era el grupo, hacer equipo y que todos tuvieran esa participación. Recuerdo semanas con tres partidos y muchas rotaciones. Dije que había jugadores que necesitaban tener minutos porque la Liga es muy larga. Por poner un ejemplo, si Toño no hubiese tenido minutos, cuando lo necesitamos en Granada a lo mejor no hubiese dado el rendimiento que dio. Hay varios ejemplos de esos. Cuando se me achacaba que no repetía alineación o que cambiaba el sistema, uno lo hace porque cree que es lo mejor para el equipo, para enganchar a todo el mundo. Si desde el inicio pones un once y no cambias y luego necesitas a determinados jugadores que no han tenido minutos, es mucho más difícil pedirles ese rendimiento. Independientemente de esto, nos podemos equivocar. Pero lo que uno quiere es que el bloque sea un bloque de cuantos más jugadores mejor.

–¿La defensa de los balones colgados al área es la asignatura pendiente?

–El equipo necesita mejorar en muchos aspectos. Y mal iríamos si no entendiésemos que es así. Pero el análisis es mucho más profundo. La gente lo reduce a los centros al área, pero el juego es mucho más que eso. Para que llegue eso debe haber unos movimientos colectivos que hay que mejorar en varias fases. Nuestra misión es el análisis más profundo de lo que nos pasa en el juego. Pero si el equipo encontrara esa perfección, ese equilibrio entre la defensa y el ataque, sería campeón de Liga o estaría cerca de ser campeón de Liga. Lógicamente el equipo tiene sus puntos de mejora y tratamos de llegar a esa perfección, pero no es fácil alcanzarla. Y cuando no sean los centros al área, desgraciadamente serán las transiciones. Ojalá encontráramos la perfección. El equipo estaría como el Barça, el Madrid o el Atlético, pero somos el Levante y vamos a seguir teniendo nuestros puntos de mejora. Pero trataremos de alcanzar esa casi perfección.

–¿A veces se pierde la perspectiva de la realidad del club debido a su asentamiento en Primera División y el crecimiento económico?

–Sí, porque si nos vamos a los presupuestos, el 95 por ciento de los equipos de Primera tienen ahora mismo el mayor presupuesto de su historia. Es normal. Si han subido los ingresos que reciben los clubes por televisión, pues lógicamente han subido los presupuestos de todos los equipos en comparación con hace unos años. Por eso existe tanta igualdad de media tabla hacia abajo. Es una igualdad tremenda. La exigencia muchas veces te hace dar más, pero siempre y cuando no perdamos la perspectiva de lo que es este club y de lo importante que es para este club estar en Primera División. Estos diez años son la época gloriosa del club. Está muy bien esa exigencia y querer crecer, pero con los pies en el suelo siempre.

–Ha hablado de equilibrio en el campo. ¿Está relacionado con la búsqueda de un jugador que aporte ese "otro fútbol" al que se refiere la dirección deportiva del Levante?

–Estaríamos en lo de siempre. ¿Dónde está ese equilibrio? En el fútbol cabe todo y todas las opiniones son respetables. Lo único que digo es que nosotros sí que tenemos una idea desde que llegamos a este club y hemos tratado de dotar al equipo de una identidad. Siempre he dicho que quiero que la gente que vaya al estadio vaya a ver un equipo atrevido y valiente. Y esas señas de identidad no van a cambiar. ¿Ese otro fútbol del que hablan? Yo hablo de lo que tengo y no de lo que quisiéramos tener o de lo que algunos entendieran que deberíamos tener. Y trato de sacar el máximo rendimiento de lo que tengo y jugar acorde a las características de los jugadores que tenemos.

–¿Es extraño afrontar el mercado sin la posibilidad de fichar?

–Para mí, no. Me centro en lo que tengo y no le doy más vueltas a lo que pudiera tener. Estoy contento con lo que tengo y voy a tratar de sacar el máximo rendimiento a todos los jugadores.

–Ha renovado hasta 2022. Ningún entrenador de Primera tiene un contrato más largo. ¿Orgulloso?

–Estoy súper orgulloso de pertenecer al Levante, de que tanto el club como yo apostemos por esa continuidad. Sabemos que los contratos largos también son relativos. Dentro de esa fidelidad que creo que hay entre el club y nosotros, siempre sabemos que si hay un momento en que tengamos que cerrar nuestro vínculo no va a haber nunca ningún problema. O sea, que no nos lleve a ninguna obligación. Siempre lo he dicho. Pero estoy contentísimo de estar en el Levante y disfrutarlo, vivirlo y sufrirlo por momentos.

–Roger está a un alto nivel. ¿Tiene mérito la gestión de la competencia entre el de Torrent y Mayoral?

–No es fácil. Los delanteros son jugadores que están acostumbrados a vivir del gol, a estar cerca del gol. Y ese pelín de egoísmo que tienen los delanteros es lo normal y lo habitual. Y si no fuese así no serían delanteros de élite. Pero estamos muy contentos de cómo lo hemos gestionado entre todos, no sólo nosotros como cuerpo técnico, sino también ellos por cómo están colaborando en el rol que les toca vivir en cada momento. Eso al final redunda en los buenos resultados. Lo beneficioso es cuando el jugador toma conciencia de verdad de que lo importante es el equipo y que lo que hay que hacer es ayudar y aportar desde ese rol que a cada uno le toca vivir en cada momento, porque todos van a ser importantes y ya lo estamos viendo. Les felicito porque sobre todo es por su esfuerzo.