Por Europa con paso firme

El Koteng Arena, en la ciudad noruega de Trondheim, fue el escenario del reencuentro del Levante Femenino con Europa. 12 años después, el conjunto granota regresó a la competición continental. Y lo hizo con autoridad, imponiéndose al Celtic de Glasgow en la primera ronda previa de la Champions League. Para poder obtener el billete, las azulgrana todavía deben superar dos obstáculos. El sábado se medirán en el mismo estadio al Rosenborg, que llega a la cita tras superar al Minsk bielorruso. En caso de ganar, las de Ángel Villacampa disputarán una ronda final a doble partido.

Con tres fichajes en el once titular, Tatiana Pinto, Nuria Mendoza y Leire Baños, el Levante comenzó llevando la iniciativa en el juego. Y a los cinco minutos, en un contragolpe, Alba Redondo metió el miedo en el cuerpo a la portera del Celtic, Logal. El durísimo disparo de la albaceteña se marchó acariciando el poste.

Después de que su artillera, Esther González, hiciera las maletas para fichar por el Real Madrid, el Levante debe reconstruir su ataque. La reciente llegada de Gio Queiroz, cedida por el Barça, ilusiona. La jovencísima brasileña arrancó en el banquillo, mientras que Eva Navarro se recupera de una grave lesión. Así, Redondo y Andonova se situaron en punta de lanza, convirtiéndose en un quebradero de cabeza para la defensa del conjunto escocés. Sin embargo, faltaba contundencia a la hora de culminar las ofensivas.

El Levante se mostraba sólido. A la media hora de juego, Toletti se inventó un dribbling con el que acabó forzando un penalti. Andonova asumió la responsabilidad del lanzamiento y se topó con la arquera. El balón se resistía a entrar. Hasta que la centrocampista francesa, en una acción embarullada, recogió el esférico dentro del área y fusiló para abrir la lata.

Tras el descanso, Toletti prolongó su recital y fabricó un magistral centro para que Redondo ampliara distancias. La atacante albaceteña, con una definición exquisita, se resarció de las ocasiones desperdiciadas.

El encuentro no iba a estar exento de emoción. Y de la manera más inesperada, el Celtic ajustó el marcador. Hayes sacó un balón parado desde su propio campo que no encontró rematadora y el bote sorprendió a María Valenzuela, quien vio cómo el esférico le pasaba por encima. Era el minuto 63. A partir de ahí, el enfrentamiento se abrió, pero el Levante supo aguantar para agarrarse a Europa. El camino continúa.

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