Quico Catalán, ratificado sin una junta extraordinaria

Catalán se siente fuerte para continuar. Cabe recordar que, en enero, el dirigente se comprometió a poner su cargo a disposición «del máximo accionista y del levantinismo» a final de temporada. «Entiendo necesario que este presidente se someta a un examen, se someta a lo que entienda el levantinismo sobre si es el mejor presidente para gestionar este proyecto o no lo es».

En la reunión de este lunes, el patronato suspendió por unanimidad la reciente gestión de Catalán, pero llegó a la conclusión de que debe continuar en el puesto. El mandato del actual consejo de administración termina en diciembre de 2023. El presidente de la Fundación, Vicente Furió, apeló a los éxitos deportivos y económicos cosechados en años anteriores, así como a proyectos como la reforma del estadio y la ciudad deportiva de Nazaret.

«La reflexión a la que se ha llegado con casi unanimidad, con sólo el voto en contra del FROG, ha sido que este presidente goza de credibilidad y recursos intelectuales, económicos y sociales para hacer frente a la próxima temporada», apuntó Furió.

Finalmente, la Fundación, poseedora del 62 por ciento del capital social del club, no llegó ni a plantear la conveniencia de convocar una junta general extraordinaria de accionistas para hacer partícipes a todos los socios antes de tomar una decisión sobre el consejo de administración. «Al fin y al cabo, junta general de accionistas habrá en diciembre», indicó Furió, quien apuesta por un Levante «cercano, sostenible y que vuelva a conectar con los sectores que se han desplazado de la entidad».

Catalán atraviesa su momento más delicado desde que tomó las riendas del Levante en 2009. Ayer, el presidente granota, quien es uno de los 23 patronos de la Fundación, admitió errores a nivel deportivo y trató de justificar las limitaciones económicas que afectan al club.

El dirigente azulgrana dejó en el aire el balance económico del actual ejercicio, que se cierra el día 30 y está pendiente de la venta de jugadores para que se pueda cumplir el presupuesto.

El club cobrará el primer año el 60% de la ayuda por descenso

El Levante estimaba un ingreso de entre 13 y 17 millones de euros como ayuda por el descenso a Segunda División. Finalmente, la cantidad inyectada por la Liga superará las expectativas y rondará los 18 millones. Sin embargo, el club azulgrana no podrá beneficiarse de todo el montante la próxima campaña. Y es que la nueva normativa del organismo presidido por Javier Tebas ha establecido que los clubes perciban el 60 por ciento del dinero en la primera temporada y el 40 restante en el segundo curso. Se trata de una medida para reducir el desequilibrio entre los equipos procedentes de la élite y los demás.