El expresidente del Zaragoza sostiene que el delito de falsedad ha prescrito

Los dos únicos condenados en el juicio por el amaño del partido Levante-Zaragoza (2010-2011), los directivos del club maño Agapito Iglesias y Javier Porquera, han recurrido la sentencia. Los dos dirigentes fueron condenados a un año y tres meses de cárcel por un delito de falsedad documental.

Los procesados sostienen, no obstante, que este delito -en caso de que la Audiencia considere que existe- se encuentra prescrito. La defensa del expresidente Agapito asegura que el procedimiento no abarcaba en su fase inicial el delito de falsedad sino que únicamente se interrogaba acerca de un ilícito de corrupción deportiva, es decir, el amaño del encuentro.

Esta parte defiende que la causa se inicia en septiembre de 2011, pero no es hasta mayo de 2018 cuando se incluye la investigación de la falsedad. El tiempo transcurrido supera los cinco años y, por tanto, no existiría responsabilidad penal. Entienden que esta condena se efectuó por la necesidad de rentabilizar un juicio mediático.

Las mismas fuentes subrayan que no tiene sentido que el dirigente tratara de ocultar que se quedó el dinero del Zaragoza a través de las diferentes transferencias cuando toda esta operativa era conocida por los administradores concursales e incluso fue declarada a la Agencia Tributaria.

El fallo, el primero en España por un delito de esta naturaleza, absolvió a los 36 futbolistas del Levante y del Zaragoza de haber arreglado el partido. El club granota estaba ya salvado, mientras los maños necesitaban la victoria, tal y como finalmente se produjo. Anticorrupción mantiene que esto se logró tras repartirse los jugadores del club levantinista cerca de un millón de euros. El juez, no obstante, concluyó que no existen pruebas suficientes que acrediten la entrega del dinero.