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El 27 de abril de 2010, Juan José Murria Bau participó en los actos del 40 aniversario del Ciutat de València. No podía faltar a la ceremonia, ya que su historia está ligada a la del coliseo del Levante. Como arquitecto, fue uno de los responsables del proyecto del estadio y posteriormente, durante su breve etapa como presidente del club, evitó que el campo fuera subastado ante los graves problemas económicos. Incluso, más tarde, presentó un plan con el objetivo de convertirlo en un recinto olímpico. Nunca dejó de estar ligado a la entidad granota. Y durante la última década había mantenido su relación a través de la Fundación Cent Anys. Ayer, a los 75 años, falleció.
En julio de 1944, Juan José Murria nació en Arcos de las Salinas (Teruel). En cualquier caso, su familia tenía un gran sentimiento levantinista y se convirtió en un asiduo al campo, al que acudía acompañado de su padre. Estudió Arquitectura y comenzó a involucrarse en el club. Participó en el diseño del Ciutat de València, inaugurado el 9 de septiembre de 1969. Pese a que el profesional que encabezó el proyecto fue Juan José Estellés, el aragonés se implicó y firmó varios planos. Más tarde, en 1985, llegó a acceder a la presidencia de una manera circunstancial. Una etapa corta pero intensa.
Tanto Murria como Pedro Villarroel eran vicepresidentes en un consejo de administración liderado durante cuatro temporadas por Antonio Aragonés, quien se apartó temporalmente por enfermedad. Durante su convalecencia, de un mes aproximadamente, el turolense ejerció de presidente en funciones. Sin embargo, fue una época convulsa en la que tomó una postura clave en la historia del club.
El Levante, inmerso en una precaria situación económica, acabó descendiendo a Tercera División en 1986. Durante el mes que estuvo en la presidencia, Murria se movilizó y recogió firmas para evitar la subasta del Ciutat, presentando el documento al entonces alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado. Posteriormente, continuó ligado al club azulgrana. A principios de los años 90, puso en marcha un proyecto para convertir el campo en un estadio olímpico que cubriese un vacío en la capital del Turia. Con esta solución, pretendía favorecer la venta del recinto para subsanar las penurias económicas del club. Sin embargo, no cuajó.
Recordada como una persona afable y gentil, fue amigo íntimo del legendario exjugador del Levante Antonio Calpe. Desde la creación en 2009 de la Fundación Cent Anys, máxima accionista del club, ocupó un puesto como patrono. Precisamente, votó en contra de la venta de la entidad granota al empresario estadounidense Robert Sarver en julio de 2015.
Un mes antes de que quedara rechazada la operación, Murria había expresado su postura en declaraciones a LAS PROVINCIAS: «El Levante no está en venta. Eso está claro. Mi opinión es que no hay que vender, pero vamos a escuchar a todo el mundo. Yo no veo ninguna ventaja, pero hay que oír. Estamos sin necesidad de vender y eso es una tranquilidad. Otros han tenido que vender porque no tenían otro remedio». Orriols se encuentra de luto por la pérdida de un granota que, desde la discreción, siempre estuvo comprometido con el club de su vida.
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