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Felipe Miñambres deja de ser este miércoles director deportivo del Levante tres años después de recalar en la entidad granota. El directivo llegó a Orriols en medio de una crisis deportiva que destapó otra económica que actualmente atraviesa la entidad. Y esa es quizás la principal causa de la marcha del ejecutivo, que convocó una comparecencia urgente para las 11:30 horas.
El Levante y Miñambres no han llegado a un acuerdo para mantener la relación laboral, debido a una petición de un recorte importante en el salario del directivo, siguiendo la estrategia del consejero delegado, José Danvila, para tratar de equilibrar las cuentas del club. El director deportivo deja pues el equipo en Segunda después de no conseguir una permanencia que ya se antojaba casi milagrosa cuando llegó, pero también después de dos proyectos fallidos para ascender.
«Quiero empezar agradeciendo en primer lugar a Quico, que fue quien me trajo al Levante, un club espectacular y con una gente espectacular, con unas personas que en el poco tiempo que hemos estado aquí, tres años, hemos logrado una conexión con todos los estamentos del club, lo que nos ha facilitado el vivir momentos muy difíciles y disfrutar de un trabajo que siempre es difícil en el mundo del fútbol. Dar las gracias a todos los trabajadores del club porque nos han hecho sentir parte de una gran familia. Puedo salir con el 99% de la gente de este club a tomar algo o comer, y eso tiene mucho valor para mí. Me voy a quedar unos meses por aquí, y ya me despediré de Paquito Fenollosa, de Pepe Danvila y de Pablo Sánchez. Gracias a todos los técnicos y a la afición. A unos les gustaré y a otros no, pero salimos con la cabeza bien alta por haberlo dado todo por intentar mejorar el club en todas las situaciones. Estoy agradecido a todos. Podemos tener diferentes puntos de vista pero teníamos un objetivo común, que es que el Levante vuelva a Primera. Sé que no soy una persona muy accesible para la prensa, pero siempre desde el respeto. A los jugadores que han pasado por este tiempo, porque siempre ha habido una buena sintonía, y para terminar, a la gente del fútbol base. Siempre hemos tenido la puerta abierta para ayudarnos mutuamente. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a este club, aunque mi idea era retirarme aquí en los dos años y poco que nos quedaban de contrato», dijo en su intervención inicial.
Y lo importante, así explicó el propio Miñambres todo lo sucedido: «Hace unas semanas, después del partido del Ferrol, me convoca Danvila a una reunión. Yo había subido al entrenamiento y al bajar le dije que estaba libre y que podíamos hablar. Entonces hablamos y me dijo que la cosa estaba mal, y que tenía que haber un cambio en mi salario, aunque habíamos renovado el contrato y quedaban dos años más. Había que cambiar las cifras. Yo le dije que lo habláramos y lo veríamos. Me manda un mensaje con una reducción para mi modo de entenderlo muy drástica y entonces le digo que eso no puede ser así, que eso no lo puedo aceptar, que lo siento pero que no puedo aceptarlo. Y bueno, después fui a casa de Pablo, hicimos una videollamada, y estuvimos hablando y no encontramos un punto de entendimiento. Yo no entendía que se me hubiese renovado hace un tiempo con las mismas cantidades que tenía, después de haber hecho ya una reducción en el anterior, pero no entendía que a falta de lo que quedaba... Empezó a hablar mi abogada con el club y hemos seguido trabajando como si fuéramos a seguir hasta que se acaben de cerrar todo con los abogados, y eso supone que no hemos llegado a un acuerdo. Con Danvila he tenido una relación cercana y estrecha, pero como en otras cosas futbolísticas, en esto no estamos de acuerdo. No entiendo la situación, entiendo las circunstancias, pero no el cambio de unos pocos meses de una cosa a otra. Y así es como ha sido todo».
Preguntado por las cifras que provocan esta decisión, el directivo evitó revelarlas. «Eso están los abogados decidiendo y seguro que al final se solucionan las cosas, pero es un tema del que no voy a hablar, no soy de poner números a las cosas, puedo aceptar una rebaja, pero no un rebajón. Mi predisposición no es cobrar el año que viene. Yo me voy y no voy a cobrar todo el contrato que me queda, eso está claro. Lo hablé con Pepe y Pablo. Soy una persona que discute, puedo discutir con cualquiera, no pasa nada. Y al día siguiente no pasa nada, no soy rencoroso. Pero lo peor es cuando a mí me dejan triste y decepcionado, para mí es más importante las personas, yo puedo discutir y pelear, pero cuando alguien me deja triste ya no. Ahí se rompen vínculos difíciles de curar», señaló.
Miñambres siguió con su mensaje claro, repitiendo que no entiende la decisión. «Como no le encuentro una explicación al tema, lo sabe todo el mundo, pero no encuentro una explicación al momento. No pienso mal, y pienso que son sinceros conmigo y que hay un problema, y no sé si esta solución aporta cosas mejores que peores. Y como no la encuentro, hablo con ellos. He trabajado cómodo con él, y eso es bonito a veces, y yo estoy convencido de que este año las cosas van a acabar saliendo bien. Vendré con mi abono y ojalá lo pueda ver, bajar al vestuario y abrazar a todos, pero me da tristeza no poder estar hasta el final. Espero que nos junte para alguna alegría después de esta tristeza que tenemos hoy», añadió.
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También confirmó que su asistente, Ángel Medina, no seguirá: «Yo considero que tiene que ser una cantidad que hemos firmado u otra, pero no tanto. Son puntos de vista tan diferentes... Pero yo si me quiero comprar un coche o cualquier cosa, sé que tengo que pagar un precio y si no, ir a una cosa menor. Me ha sorprendido mucho, me proponen una cosa que en este momento yo no he aceptado. Desde mi punto de vista dije que mi opinión Ángel debería quedarse porque es el que más cerca ha estado, pero al final vinimos juntos y nos vamos juntos»
El directivo explicó además que su contrato se había renovado recientemente, motivo por el que no entendía la decisión: «La última renovación está del 1 de julio del 2024, porque con Quico habíamos arreglado hasta esto. Teníamos un acuerdo hasta este y se renovó dos años más. Cuando yo cojo anteriormente el equipo de entrenador ahí hay un cambio en el contrato, pero después se vuelve a cambiar el pasado verano. Ahora mismo con el club acabaría con el club en 2027. Yo no elijo la salida, yo no elijo irme, me voy porque se me dice que tienes que bajar tanto por ciento, digo que no, y trataremos de llegar al acuerdo definitivo, yo me quiero quedar. No estoy pensando en el próximo equipo, mi equipo es este y estaré hasta el final tratando de ayudar en lo que se necesite y se pueda. Si voy a otro club y puedo ayudar al Levante, lo haré. Pero el momento no es elegido por mí, porque para mí elegir esto con el equipo como estamos, yo no lo entiendo, pero es mi opinión».
Miñambres dejó caer que no le gustaron las formas de Danvila. «Me voy hoy del Levante, es seguro, no sé las formas. Sé que hoy se acaba mi relación con el club, yo de estas cosas no hablo, es un tema de abogados. Yo eso no lo sé, lo tiene que contestar en este caso él (Danvila). Yo creo que no, que él se siente apurado y muy presionado porque la situación es de presión y apostó mucho, lo entiendo, pero no lo comparto. Esto mío en este momento y en esta situación, pero él lo hace de corazón porque siente que tiene que ser así. Yo se lo dije, te equivocas, pero yo no estoy jugándome el dinero, él está en sus zapatos y yo en los míos. Yo sé lo que hago y lo que decido. Cuando me habla me lo creo, él piensa que es lo mejor y yo no, por eso son opiniones diferentes», dijo.
Julián Calero ya sabía de la decisión, ya que también habrá una reestructuración del cuerpo técnico debido a la salida del segundo entrenador, Antonio Carmona: «Mañana me despediré de los jugadores porque esto ha aguantado hasta esta mañana y no queríamos que se supiese hasta que estuviese encauzado. Ha habido unas cuantas semanas que la gente que lo sabía era mínima. Pero a los chicos no quería comentárselo. Mañana subiré para hablar con ellos, y sí, Julián ya lo sabía. La justicia es una cosa relativa, para él será así y para mí no. Eso no va a empañar mi relación con él, y mi aprecio hacia él y lo que ha hecho, que es la leche. En estos momentos en los que pensamos de forma diferente no empaña nuestra relación. Me gustaría celebrar un éxito aunque ya no esté dentro y ojalá podamos hacerlo».
Miñambres siguió insistiendo en que las formas, para él, no fueron correctas: «No me gusta hablar de números, cada uno tenemos una opinión de qué es drástico. Me chocó, pero también la forma. A partir de ahí ya empezamos a desencadenar todo esto. Yo entiendo que tengo una relación diaria con las personas, pero yo lo hubiese hecho de otra forma. Es mi opinión y a veces nos equivocamos, no pasa nada. Pero yo me sorprendió el por dónde venía el mensaje y sus palabras. A partir de ahí, cuando he tenido algún problema con alguno de vosotros lo he tratado cara a cara».
Eso sí, el directivo dejó claro que ayudará al club en lo que pueda. «No sé a quién pondrán, no tengo ni idea. La última reunión que tuve con Pepe le he puesto cosas a tratar para que la persona que venga las avance o las quite, según considere. Pero le he informado de situaciones que están ahí y que debemos de acometer. Pero mi teléfono es el mismo y yo estoy para ayudar en lo que pueda, y la persona que designen necesita algo de mí, estaré para ayudar en lo que necesiten, no habrá ningún problema. Voy a estar operativo», destacó.
Danvila, según Miñambres, es el que toma la decisión. «Pienso que el momento no es, porque lo que se puedan ahorrar con mi salida... si se solucionara el club, lo entendería. Pero no soy el que pone el dinero. Se podría haber aguantado, pero yo no estoy en los zapatos de Pepe, estará condicionado por muchas cosas y él ha tomado esta decisión, pero yo considero que el momento no es el oportuno. Cuando uno ha puesto tanto dinero como Pepe, es difícil ponerse en su lugar. Y yo fui el primero que le dije que tuviese cuidado, y he vivido situaciones parecidas a esta, pero cuando uno pone un negocio y le va mal, hay que ponerse en el lugar de esa persona, pero yo no hubiese tomado esa decisión. Él puede tener sus motivos y yo no los entiendo ni los comparto, pero el que manda es él», añadió.
Finalmente, evitó hacer una valoración sobre su trabajo. «Las valoraciones estáis vosotros para hacerlas. Yo sé muy bien lo que he hecho, las cosas en las que nos hemos equivocado y en las que hemos acertado. No somos de valagoriarnos porque no somos así, puede ser un defecto, pero es la forma de ser que tenemos. Hemos hecho cosas buenas y otras menos buenas, que es lo que pasa cuando tomas decisiones durante tres años, acertar todas es muy difícil. Pasamos una racha mala y estamos otra vez en la pelea, a partir de ahí, que cada uno valore. Yo no me voy a poner puntuación, pero me voy con la cabeza alta porque lo hemos dado todo y hemos tratado de hacer mejor a este club, con nuestros aciertos y errores», destacó.
Sobre los cambios en el filial: «Hablamos con Euge el otro día, yo ya sabía que no estaba, pero cuando tomamos decisiones, las sabe toda la gente. Sabíamos que con el proyecto que habíamos hecho con los entrenadores de la base para ir formándolos, que te echen de un equipo no tiene que ver con que seas malo. Es un gran técnico pero hay circunstancias que hacen que no consigas los resultados».
En una de sus intervenciones, mencionó que él quería retirarse en el Levante, pero ahora deberá reconsiderar esa idea. «Sí que es cierto que otro par de añitos trataremos de haber si los podemos... pero creo que las personas y los proyectos me llegan desde el corazón, y si me apetece, aquí vinimos en una situación muy complicada y con una ilusión que hace que todo lo veas un poco mejor. Soy una persona que se queda con lo bueno, aquí hay un malo conocido por todos, el partido del Alavés, esa no se me va a borrar, pero después he vivido muchos momentos buenos y bonitos. Trabajar contento es muy difícil y en un club de fútbol, más. Saber que tienes el compromiso de la gente, subes a Buñol, con los utilleros, con los jugadores... Con toda la gente de oficinas, prensa, con toda la gente que te hace el día a día bueno. El año que se desciende fue duro. Ayer me entró el día que ganamos al Atlético allí 0-1, y es que hubo muy buenos momentos, hasta el final que logramos remontar y pelearlo hasta las últimas jornadas. Una cantidad de partidos que ganamos, son pinceladas de momentos, pero me quedo en general con el día a día que ha sido fácil para nosotros en el club, eso es muy difícil de lograr en cualquier profesión, llegar gente de fuera como nosotros y que nos acogiese y nos diese un espacio, que en muchos momentos no nos dieron en otros clubes y eso lo agradezco mucho. Me quedo con esas cosas, sé que no hay un éxito que tu digas me voy a llevar este éxito a mi currículum, pero sí me llevo a muchas personas que al final es un éxito para mí», comentó.
Por poner en contexto, Felipe Miñambres llegó a Orriols aún con Quico Catalán como presidente. En la primera temporada en Segunda, quizás su mayor error fue apostar por un Mehdi Nafti que el club tuvo que cesar aún antes de finalizar la primera vuelta. En aquel verano, no pocos granotas reclamaban la continuidad de Alessio Lisci, hoy en el Mirandés. Con una de las plantillas más caras de la categoría gracias a la ayuda al descenso, y ya con Javi Calleja en el banquillo, el equipo se quedó a segundos del objetivo, merced al ya histórico y de infausto recuerdo penalti de Rober Pier en el último instante d e la prórroga ante el Alavés.
La campaña pasada, ya tras la salida de Catalán, el equipo incluso se quedó fuera del play-off en una trayectoria irregular que se llevó por delante a Javi Calleja. Tras las dos destituciones, el propio Felipe Miñambres compaginó su labor en los despachos con la del banquillo. En la segunda fue quien acabó la temporada que dejó al equipo sin luchar por el ascenso. Este verano ha sido el arquitecto del equipo que tiene Julián Calero y que vuelve a luchar por estar entre los seis primeros.
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