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MOISÉS RODRÍGUEZ
Miércoles, 24 de abril 2019, 00:07
El Levante ya está en puesto de descenso. Lo que no se produjo con la nefasta racha que se llevó por delante a Muñiz ha sucedido en este tramo de temporada en el que el equipo de Paco López encadena nueve partidos sin ganar. Los granotas están obligados a puntuar esta noche contra el Betis para no acabar entre los tres últimos en una jornada desde que lograron el ascenso. Dentro de esta película de terror en que se ha convertido la Liga, el episodio de anoche en Zorrilla (Valladolid 1-Girona 0) guardaba un detalle casi tétrico para los valencianos: el autor del gol del Valladolid lo logró Míchel Herrero. El valenciano con pasado granota rubricó un gran gol, potente e incontestable para Bono. Gracias a él ganó el Valladolid, que no lo hacía desde el 27 de enero. El Girona, muy pasivo, se hunde en la clasificación. De hecho, si puntuase el Levante contra el Betis, serían los catalanes quienes concluirían la jornada en puesto de descenso.
Hace una temporada natural, esto es, 38 jornadas atrás, el Levante arrancaba con 34 puntos. Los mismos que tiene hoy. Ni uno más, ni uno menos. En su partido 34 de la pasada Liga, el equipo granota quizás esculpió la mayor obra de arte de la era Paco López. Remontó el tanto inicial de Raúl García con dos zarpazos de Bardhi a balón parado y rubricó su victoria con una de las mejores acciones del campeonato, marca de la casa de Morales. Un desenlace idéntico, pero en casa, sería el sueño de cualquier granota. El rival de hoy es el Betis y la dinámica del conjunto azulgrana, totalmente opuesta a la de 2018.
Los 34 puntos de esta temporada son amargos. 34 puntos de un equipo que ataca bien pero que defiende fatal. 34 puntos de un Levante que lleva nueve jornadas sin ganar y que no lo hace en casa desde el 20 de enero, hace ya más de tres meses. En resumen, el Levante de hace un año llevaba diez de los últimos quince puntos posibles, y el actual sólo ha amarrado tres en el mismo tramo de campeonato.
Después de San Mamés, el Levante regaló a su afición una victoria contra el Barcelona. El de esta temporada, lleva tres días haciendo cábalas de si interesaba que el equipo de Valverde gane ya la Liga y que el sábado se centre en celebrarla, olvidando que después hay un partido.
Las dinámicas de este Levante y el del año pasado, con el mismo entrenador -Paco López- y casi idéntica plantilla -ahí radica el problema, que los refuerzos han sido un fiasco hasta la fecha- son totalmente opuestas. En 2018 el equipo estaba virtualmente salvado y ahora está metido de lleno en el barro de la lucha por evitar el descenso.
Hay que ponerle un asterisco a la situación actual: que hace ahora un año, había tres equipos muertos en vida en la Liga. Málaga, Las Palmas y, por mucho que se empeñase Seedorf, el Deportivo tenían el pasaporte a Segunda más que cuñado. Los gallegos contaban tras la jornada 33 con sólo 27 puntos, 7 menos que el Levante, que también era el que marcaba la permanencia.
La diferencia, además de la dinámica del equipo, es que al inicio de esta jornada el Valladolid -el equivalente al Dépor del año pasado- tenía 32 puntos. Sólo dos menos que el Levante por los siete que había de colchón en la temporada anterior.
A partir de ahí, todo es futbolístico. El año pasado daba la sensación de que el Levante podía ganar a cualquiera y este la impresión es que le puede hacer un gol hasta un infantil. Y eso debe corregirlo Paco López sobre la marcha, mientras reconstruye el equipo. Tiene para recibir esta noche al Betis la baja de Rochina y el club desveló ayer que tampoco llega Cabaco.
El uruguayo fue una notable ausencia en una lista de 20 futbolistas -como el día del Espanyol, todos los disponibles-, donde sí aparece Postigo. El madrileño es quizás el central de más jerarquía de la plantilla a día de hoy y el equipo le ha echado de menos en un tramo donde no ha tenido suerte con las lesiones.
Con los mimbres que tiene, Paco López no descarta para nada cambiar el dibujo. «Lo hemos hecho en las últimas jornadas y durante el partido. Debe haber variantes tácticas, pero lo más importante es que tengamos claros los conceptos y nuestras señas de identidad», señaló el entrenador. Es una realidad que, aunque el partido estaba roto, los mejores minutos del Levante contra el Espanyol llegaron con defensa de cuatro y con Morales en una posición más retrasada.
Recibimiento al equipo
El equipo contará una vez más con el aliento de la grada. Al menos la Delegación de Peñas va a favorecer que haya un ambiente con el que se trate de llevar en volandas al Levante. Se ha convocado recibimiento al equipo para las 19.40 horas. «Lo que hay que hacer es darles, decirles se les puede decir poco. Tenemos la responsabilidad de que le tenemos que dar», admitió Paco López cuando se le preguntó ayer por el apoyo del público.
El entrenador del Levante calificó al Betis como un «equipazo». Sí, equipazo diseñado para luchar por la Champions y que viene a Valencia herido. Sin Lo Celso y Feddal sancionados, el conjunto sevillano ha perdido muchas de sus opciones incluso de entrar en Europa y la grada del Villamarín pidió el domingo la cabeza de Quique Setién. Al entrenador cántabro aún le escuece el 0-3 que endosó el Levante al Betis en la primera jornada 1. «Son un equipo herido que nos sometió a un severo correctivo. Ahora se le puede hacer daño», comentó el técnico.
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