Javi Pereira, una apuesta de riesgo conocida

Por eso separó su destino del de JIM y por ese motivo no quiere desaprovechar la oportunidad que ahora le brinda el Levante. Los inicios de Javi Pereira en los banquillos tras su retirada como futbolista profesional fueron como ayudante de JIM en la UD Salamanca y el Albacete, para en el verano de 2009 probar suerte en solitario con el Alavés en Segunda B. Pero la experiencia no fue satisfactoria. La entidad vasca le rescindió a mitad de temporada por los malos resultados, así que regresó al lado de Juan Ignacio para embarcarse en el Cartagena como su segundo, desde donde darían el salto juntos al Levante en la temporada 2011-12.

En dos años magníficos en el Ciutat de València, consiguieron la clasificación del Levante para la Europa League. Tras esos éxitos, ambos marcharon rumbo al Valladolid, donde tras un año, se separaron. Pereira se desmarcó definitivamente de Juan Ignacio, embarcándose como segundo entrenador en el Watford, donde consiguió un ascenso a la Premier League. Después estuvo en el Maccabi de Tel Aviv israelí, y después en el Fulham, club con el volvió a ascender a la primera división inglesa, y del que también ocupó brevemente la dirección deportiva en 2020, hasta viajar a China para ser ayudante de Jordi Cruyff en el Chongqing Liangjiang.

Después le llegó la propuesta del Henan Songshan Longmen para ser, por fin, primer entrenador. Con 20 partidos dirigidos hasta la fecha, no le ha ido nada mal: selló una permanencia y la tiene encaminada en esta temporada.

Javier Pereira es un habitual de los sistemas con tres centrales y dos carrileros largos, esquema que ha empleado recientemente en sus compromisos con el Henan Songshan Longmen, Gracias a este sistema táctico con el que ha conseguido exprimir el máximo de sus jugadores, que a diferencia de otros equipos de la liga china, no cuenta con ninguna estrella europea que haya visitado el país asiático para embolsarse grandes cantidades de dinero antes de retirarse. Su llegada al Levante busca una reacción en un vestuario con más potencial de lo mostrado hasta la fecha en la Liga.

En su etapa en Orriols era la mano derecha de Juan Ignacio, que ya fue apuesta de Manolo Salvador cuando Luis García decidió marcharse al Getafe después de haber subido al equipo y logrado una heroica salvación. Pereira se mostraba cercano con la plantilla y con el resto del cuerpo técnico.