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ALBERTO MARTÍNEZ
VALENCIA.
Jueves, 18 de enero 2018, 00:49
Una operación de desgaste. Esa es la que está llevando a cabo el Levante con la esperanza de acabar fichando a un delantero que ya hizo historia en Orriols hace seis años. Arouna Koné tiene un plan y confía en ejecutarlo entre hoy y mañana. El delantero marfileño, quien se ha propuesto regresar al conjunto granota en el mercado de invierno, pretende intensificar sus medidas de presión sobre el presidente del Sivasspor para que acabe cediendo y aceptando su traspaso. Un tira y afloja envuelto de confusión por unas desconcertantes declaraciones del futbolista que se difundieron ayer.
Las próximas horas van a resultar clave. Koné tenía la idea de reunirse ayer con el presidente del Sivasspor, Mecnun Otyakmaz, para tratar de forzar su salida. Sin embargo, al cierre de esta edición, todavía no se había producido el encuentro porque el dirigente tenía un compromiso con autoridades de la ciudad. Así, el objetivo consiste en que se puedan ver las caras hoy o mañana.
El Levante está dispuesto a esperar a Koné durante esta semana. Ayer trascendieron unas declaraciones públicas del atacante en la prensa turca en las que expresaba su deseo de permanecer en su actual club: «Recibí una oferta de traspaso del Levante, pero no tengo la intención de abandonar el Sivasspor. Nos sentamos y hablamos de nuevo al final de la temporada. Estamos haciendo planes para el futuro. Voy a seguir hasta final de la temporada y tendré la opción de un año con el Sivasspor». No obstante, estas manifestaciones fueron desmentidas por el entorno del africano, aduciendo que estaban manipuladas y fuera de contexto.
Si Koné alcanzase una determinada cifra de partidos esta temporada con el equipo turco, renovaría automáticamente hasta 2019. «Estoy muy feliz en Sivas porque soy musulmán. Sivas es un lugar perfecto para mí. Las comodidades de nuestro club también son muy buenas», apuntaba Koné en sus cuestionadas declaraciones. En el Levante confían plenamente en la voluntad del marfileño de volver a Orriols antes de colgar las botas. Los azulgrana pagarían por su traspaso más de un millón de euros.
Pero el Levante tiene más frentes abiertos, ya que aspira a reforzarse con dos atacantes. Y uno de los principales objetivo es Rubén Castro, quien tiene contrato con el Betis hasta el 30 de junio. El delantero canario ya ha jugado esta campaña con el Guizhou Hengfeng Zhicheng y con el cuadro verdiblanco, por lo que la normativa puede impedirle competir con un tercer equipo en un mismo curso. Tanto el delantero como los azulgrana han realizado las consultar oportunas para buscar un vacío legal, ya que la liga china y la española pertenecen a federaciones internaciones diferentes.
Por ahora, el Levante no ha presentado una oferta al Betis. En cambio, sí ha trasladado una propuesta a Las Palmas para fichar a Loïc Rémy, aunque el club canario la ha rechazado porque se niega a reforzar a un rival directo por la permanencia.
Pendientes de Raúl
Ayer, Raúl Fernández volvió a entrenarse al margen del grupo por unos problemas de cadera que ya arrastraba antes de llegar al Levante. Los servicios médicos del club ya le han practicado diversas pruebas médicas y ahora las están valorando para definir el tratamiento más adecuado.
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