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Pepelu García tenía 13 años cuando, desde su Dénia natal, atrajo a varios ojeadores. Era un centrocampista en edad infantil que ya brillaba entre los cadetes. Entre las escuelas que se movilizaron para seguirle, figuraban las más prestigiosas de la capital del Turia. El ... Levante y el Valencia se lanzaron a por el joven alicantino, pero se impusieron los reflejos granotas. El club azulgrana actuó con más agilidad que el resto y el padre del talentoso futbolista respetó pulcramente la palabra dada. Así, cuando los responsables de la cantera blanquinegra llamaron a la puerta, ya era demasiado tarde.
El Levante supo atar a Pepelu. David Salavert, entonces director de la escuela del Levante, había sido alertado de la proyección de un pequeño futbolista del Dénia. De esta forma, se desplazó para verle en vivo y comprobar su nivel: «A los cinco minutos de verle jugar, ya estaba preguntando dónde estaba el padre para ir a hablar con él». Su progenitor, José Luis García, se sintió satisfecho con el proyecto que le planteó el dirigente granota.
Salavert y José Luis encauzaron las conversaciones sin llegar a firmar un compromiso. Durante ese período, entró en escena el Valencia, con el que tiempo atrás habían existido contactos sin trascendencia. Y es que, anteriormente, Pepelu había acudido «dos o tres veces» a la ciudad deportiva de Paterna con motivo de entrenamientos de prueba, tal y como recuerda su padre.
«David Salavert vino a buscarnos. Habló conmigo y fue muy claro. Y me decanté por él. Después de eso vino alguien del Valencia y le dije que no, que ya había dado mi palabra. Y tanto mi padre como yo somos del Valencia de toda la vida», rememora entre risas José Luis, cuya tradición blanquinegra pasó a un segundo plano a la hora de construir el futuro deportivo de su hijo. Mantuvo el compromiso con el Levante. El Hércules se alzó como otro de los equipos que se interesó en Pepelu.
«Me decanté por el Levante porque David fue de cara. Se portó fenomenal y me puso todas las facilidades del mundo», comenta José Luis. Ahora, Salavert forma parte de la agencia Wasserman, que precisamente representa a Pepelu. El joven dianense, a sus 23 años, se alza como una de las principales perlas granotas. Esta temporada, después de haberse curtido en Portugal defendiendo los colores del Tondela y el Vitoria de Guimaraes, se ha estrenado en Primera dejando muestras de su potencial.
La acumulación de lesiones a principio de curso propició que Paco López concediera varias oportunidades al dianense, quien respondió con creces. Tras la destitución del técnico de Silla, llegó un Javier Pereira que apenas ofreció minutos a Pepelu. Ahora, con Alessio Lisci en el banquillo, el mediocentro trata de recuperar el protagonismo. El técnico italiano conoce bien al canterano, con el que ha coincidido en las categorías inferiores del Levante. El pasado martes, en el calamitoso partido de Copa del Rey ante el Alcoyano, Pepelu fue una de las escasas notas positivas.
Mañana, el alicantino se verá las caras con el Valencia por primera vez en la élite. Y lo hará a sólo 13 días de poderse comprometer libremente con cualquier club. Pepelu acaba contrato el 30 de junio y aún no ha renovado. El futbolista tiene sobre la mesa una oferta de ampliación a largo plazo, aunque no va a precipitarse. Analizará bien tanto su rol dentro del equipo como la situación general de la entidad antes de decidir. El conjunto azulgrana, colista, carece actualmente de dirección deportiva tras la destitución de Manolo Salvador, David Navarro y Manuel Fajardo. El derbi por el fichaje del dianense lo ganó el Levante hace diez años. Mañana, en Orriols, los granotas buscarán tres puntos vitales.
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