Girona - Levante UD: Una Copa que quita una losa (0-2)

Sigue en directo el partido en lasprovincias.es.

La noche le salió redonda al

Los azulgranas cedieron a su rival el dominio del balón pero controlaron el partido por completo, mostraron la solidez que habían perdido hace semanas y mataron el choque con dos zarpazos. Los valores del conjunto granota volvieron a verse anoche. Rober Pier y Cabaco se mostraban seguros ante la zancada de Olunga y la movilidad de Douglas, y entre el central gallego y Oier evitaron dos remates a bocajarro con sendos centros desde las bandas. Y también el defensa uruguayo estuvo rápido para impedir un remate de Marlos Moreno dentro del área. El punto débil de la defensa llegaba en el carril derecho con el debutante Shaq Moore, que sufría mucho con Mójica. El extremo rojiblanco le desbordaba con facilidad y el norteamericano, que siempre llegaba tarde, se jugó la expulsión con dos entradas muy duras. Y también Maffeo por la otra banda exigía mucho a Toño. Los de Machín creaban superioridad por los extremos.

El duelo tenía poca intensidad, se jugaba a un ritmo lento ya que la mayoría de los futbolistas tienen poco rodaje de competición. Como Lukic, que sólo tardó 40 segundos en ver la tarjeta amarilla, y se mostraba desacertado en su función de distribuidor del balón, lo que provocaba que la pelota apenas circulase en posesión del conjunto granota, en cambio en el Girona el valenciano Timor era el que llevaba la manija del partido, lo que se tradujo en un dominio claro de los catalanes.

Y en ataque, el lateral valenciano y Morales creaban las llegadas con peligro del Levante. Que fueron de menos a más en la primera parte. Desaparecidos hasta que el capitán decidió romper el encuentro con su calidad. En un contragolpe de libro liderado y conducido por el madrileño, sirvió en bandeja el balón a

Fue una gran intervención, aunque sin duda la parada de la noche la hizo Oier nada más comenzar el segundo tiempo. Ramalho remató a bocajarro una falta lateral lanzada por Douglas y el meta vasco hizo un alarde de reflejos para despejar el esférico e impedir el empate. La llegada de Langerak parecía cerrarle las puertas del equipo, pero ha demostrado que está a un gran nivel y anoche se mostró muy seguro en todas las acciones. Poderoso y fiable en los balones aéreos y decisivo para el equipo con paradas sensacionales.

Al Girona le había trastocado los planes el gol granota y a los de Machín se les notaba incómodos y precipitados, ante un Levante cada vez mejor asentado en el campo. Sin embargo, Rober Pier se excedió de confianza ante la presión de Olunga, que le robó la cartera y Marlos estuvo a punto de aprovechar en boca de gol su pase. El error del gallego servía a los de Muñiz para saber que pese a que estaban controlando el encuentro, no podían caer en la relajación. Pero el guión fue el mismo de la primera parte. Cuando más se había acercado con peligro el Girona para marcar, llegó el tanto del Levante. Esta vez fue a balón parado.

El encuentro resultaba muy cómodo para los de Muñiz, que con 0-2 introdujo a Lerma en lugar de Bardhi para controlar el centro del campo y mantener esa valiosa renta para el partido de vuelta, que se jugará dentro de un mes en el Ciutat. Y también sustituyó a Morales, el mejor del encuentro, para colocar a Ivi en la izquierda. Aunque, eso sí, todo hubiera cambiado si Oier no hubiera salvado el empate con esa parada milagrosa o si Shaq hubiera sido expulsado en una de las varias entradas duras que le hizo a Mójica, pero el árbitro ni siquiera señaló falta en ninguna de ellas.

La superioridad granota hizo que el Girona psicológicamente fuera bajando poco a poco el nivel, conscientes de que la eliminatoria está muy a favor de los valencianos. Incluso Boateng pudo marcar el tercero a la contra, pero un defensa lo evitó cuando iba a rematar el centro de Ivi. Además, para reforzar el cerrojo defensivo Muñiz dio entrada a Chema en lugar de un Samu García bastante apagado. El técnico movió a Rober Pier al lateral derecho y Shaq adelantó su posición al extremo, para cubrir el hueco en el que estaba el malagueño.

Los azulgranas mostraban solidez pero concedieron algunas ocasiones claras y Oier tuvo que aparecer para dejar la portería a cero. El meta volvió a lucirse en los minutos finales al despejar un fuerte disparo de Borja García de falta directa, y después le ganó un uno contra uno a Kayode, al que le cerró todas las opciones de marcar. Con su actuación el meta se confirma como el segundo por detrás del indiscutible Raúl.