El Levante ya espera los resultados y prevé trabajar a final de semana

valencia. Había ganas de desescalada en Orriols. Con puntualidad británica -incluso antes de las 9 horas fijadas como el momento de inicio- la primera plantilla del Levante y los empleados del club que van a estar en contacto con ellos empezaron ayer a someterse a los test del Covid-19. Se trataba de la prueba rápida con una gota de sangre y el PCR. El primero en aparecer por las instalaciones fue Rubén Rochina, curiosamente uno de los que más ha echado de menos el balón, pues estaba lesionado en el momento de decretarse el estado de alarma.

Los futbolistas y el cuerpo técnico fueron citados de forma escalonada a lo largo del día, a una hora concreta para minimizar los contactos con el club. Llegaron en sus vehículos particulares, que estacionaron en una zona reservada del aparcamiento anexo al estadio. Entraron en las instalaciones, donde había unas cajas con guantes y mascarillas, que debían colocarse en caso de que no vinieran de casa con alguna de estas medidas de protección. La inmensa mayoría compareció al menos con la mascarilla. Tras someterse a las pruebas, se marcharon.

Ahora hay que esperar 48 horas para conocer los resultados. A partir de entonces, si no hay ningún positivo, se programará el regreso a los entrenamientos. Aunque todavía está por fijarse la fecha en concreto, la fase inicial de trabajo individual arrancará a final de semana, entre viernes y sábado, siempre y cuando no se dé algún caso de Covid-19.

El Levante no fue el único club que pasó ayer por este trámite obligado por LaLiga, también les tocó a otros dos equipos valencianos: Villarreal y Elche.