El Levante presenta 12,9 millones de euros de pérdidas del ejercicio 2024

Tras unos meses de demora tanto por el reajuste de fechas para comunicar las cuentas oficiales como de la celebración de la correspondiente Junta de Accionistas, justificada por un año complicado consecuencia del cambio de auditores y un trabajo exhaustivo por los posteriores desajustes encontrados de la deuda final de 2022/23, el cómputo general anunciado por el club se establece en 12,9 millones de euros de pérdidas del total del ejercicio. Además, el Levante establece un presupuesto total de 16,6 de gastos ordinarios del presente curso, cuyo punto también deberá ser aprobado por los accionistas en la fecha ya señalada.

A pesar de que Danvila afirmara el pasado mes de junio que «al 95% se terminará con un balance positivo», varios han sido los efectos que han ocasionado todo lo contrario. Entre las causas atribuidas está el resultado de la venta de jugadores, que en muchos casos se produjeron a posterior de los plazos fijados que marca un ejercicio natural, junto a los gastos financieros que se abordaron y la diferencia por la recalificación hecha por los auditores, que antes no se computaba.

La cuenta de resultados presenta una bajada drástica de ingresos, con un total de 21,5 millones de euros menos. La gran parte de ellos principalmente procedía de las ayudas al descenso facilitadas por LaLiga (18,9 millones del cómputo total). Y es que, a pesar de que durante la última temporada de Quico Catalán al mando se apeló a que había más de un plan pendiente, todas las cartas se apostaron a conseguir el ascenso deportivo en el primer año, con el desenlace fatídico del partido contra el Alavés y que condenó a apretarse el cinturón. Además, se ha producido una reducción del porcentaje correspondiente a los derechos de televisión, sin incluir los intereses que se queda CVC, y en otros ámbitos que complementan la totalidad de este apartado.

Esto ha ocasionado también que el Levante haga una reducción de gastos en 15 millones de un año para otro, principalmente dirigido hacia el presupuesto de la plantilla, aunque todavía se mantiene fichas altas, y también en gastos de personal, que provocó decenas de despidos de trabajadores del club en sus distintas áreas.

Asimismo, el cambio de la auditoría y la entrada de Grant Thornton International hizo reconsiderar y valorar un reajuste del patrimonio neto contable, pasando de los 10 millones negativos que inicialmente estaban señalados a un total de 46 millones negativos. La ampliación de capital por parte de los distintos accionistas, cifrada en alrededor de seis millones, junto a los 19,7 millones de inyección por parte de Bizas, que representa a Danvila, ha evitado y equilibrado el tener un impacto económico negativo mayor.

Por otra parte, el Levante sí evoluciona favorablemente en lo que respecta a la deuda total financiera actual, que se valora en 101,4 millones de euros. De esta forma, con apenas un año de margen, se ha rebajado en 12,3 millones, ya que finalmente y tras el estudio profundo de la auditoría se estableció que quedaba en 113,7 millones como total del año 2023.

Como indicó también Pablo Safón, la entidad levantinista tiene una obligación en ventas por jugadores de 11,9 millones, con tal de no volver a repetir un sobrecoste entre las compras, salarios y ventas de sus activos deportivos. De ellos, se ha cumplido ya con algo más de siete, tras los acuerdos por los traspasos de Andrés García al Aston Villa y de Fabrício Santos al Vitória de Brasil. Por tanto, se muestra una necesidad de venta de aproximadamente 5 millones de euros, a resolver antes del 30 de junio.

En lo que sí se incidió fue en dos aspectos. Por una parte, que desde el club se trabajaba en ser viable tanto en primera como en segunda división. Y, por otra parte, se hacía un llamamiento a la tranquilidad, ya que no existe riesgo de un descenso administrativo, al estar al corriente con la seguridad social, los pagos a los empleados y futbolistas y las administraciones.

Es en este sentido donde conviene señalar que hay futbolistas a los que todavía se les adeuda dinero, como era el caso de Radoja, pero se han establecido distintos acuerdos para pagar a plazos o a cambio de paquetes accionariales. Además, también está pendiente de resolver 2,5 millones de euros con el Ayuntamiento, tras pagar otro millón en meses anteriores.