El camino hacia el nuevo Ciutat de València se despeja. A la espera de firmar los documentos que establecen el nuevo calendario de la remodelación, el Levante ha conseguido sortear los diferentes obstáculos que le ha puesto la crisis del coronavirus. Después de dos meses de contratiempos e intensas conversaciones, el club ya cuenta con el compromiso de los proveedores de suministrar el material necesario para llevar a cabo la reforma durante el verano. La previsión consiste en que los trabajos estarán finalizados a principios de octubre, presumiblemente antes del inicio de la Liga 2020-21. Todo un alivio para la directiva azulgrana, que ahora debe tomar una decisión sobre dónde disputará el equipo los seis partidos como local que le restan para finalizar la presente temporada. Orriols quedará libre para que los operarios puedan trabajar. En estos momentos, las principales alternativas son el mini estadio del Villarreal y Castalia.
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El estado de alarma alteró el plan de obra. El desenlace de la Liga era una incógnita. Había que reajustar los plazos, ya que la instalación de la nueva cubierta del Ciutat implica la ocupación del césped por parte de los trabajadores durante tres meses aproximadamente. El margen de maniobra se agotaba y existía el riesgo de que la esperada reforma se retrasase un año más. Como solución, el club apostó por concluir la presente temporada en un campo vecino y que, de esta forma, los operarios tuvieran vía libre para avanzar. Pero había otro escollo: el de los proveedores. La crisis sanitaria hacía peligrar el suministro de los materiales necesarios para montar el moderno techo que protegerá todo el graderío.
El presidente del Levante, Quico Catalán, ha estado en contacto con la constructora Grupo Bertolín y la empresa de ingeniería IDOM con el objetivo de adaptarse al nuevo escenario. Uno de los principales proveedores, con sede en Italia, tenía preocupantes problemas de disponibilidad. Y otra de las firmas escogidas, que es madrileña, aducía falta de personal porque buena parte de sus empleados procede de Portugal. Finalmente, ambas compañías han logrado superar las dificultades.
Los proveedores han transmitido al Levante que podrán entregar el material dentro de los plazos estipulados para que la obra quede finiquitada de cara a la próxima temporada. Las conversaciones han permitido confeccionar un nuevo calendario y sólo falta firmar los acuerdos.
Así, salvo giro radical de los acontecimientos, el cambio de la cubierta del Ciutat concluirá entre el 5 y el 10 de octubre. Y todo apunta a que la Liga 2020-21 arrancará después de esas fechas. Quico Catalán, quien precisamente estuvo ayer en Buñol presenciando el entrenamiento del equipo, se centra ahora en encontrar un campo donde disputar los seis partidos como local que quedan en la presente temporada.
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Las primeras opciones, Mestalla y La Cerámica, han quedado casi descartadas para evitar su excesivo desgaste y los problemas de horarios. Las principales posibilidades barajadas por la entidad en estos momentos son el mini estadio de la ciudad deportiva del Villarreal y Castalia, aunque la alternativa del Rico Pérez está en la recámara. El club se siente tranquilo y convencido de que hallará un campo disponible y que cumpla con los requisitos de la Liga.
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