El Levante ya puede poner en marcha su segundo gran proyecto urbanístico en Valencia más allá de la reforma de su estadio, para el cual también tiene todos sus permisos. La tramitación de la nueva ciudad deportiva, en los terrenos donde antaño se asentaba la escuela de Benimar, ha superado su último gran escollo burocrático: la concesión administrativa por parte de la Autoridad Portuaria de Valencia. Esta se ha otorgado ya, como ha anunciado el presidente de este organismo, Aurelio Martínez, durante la comparecencia posterior a la reunión del consejo de administración.
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Esta autorización concede al Levante el uso de los terrenos durante los próximos 35 años, tiempo prorrogable a otros 15, según ha detallado en su intervención Aurelio Martínez. «Llevamos años reclamándolo y gestionándolo… al final ha salido, por lo que es un motivo de profunda satisfacción. Se trata de una concesión de 95.000 metros cuadrados al Levante de un total de 230.000», ha comentado el presidente de la Autoridad portuaria, que ha detallado que se trata de un área prácticamente igual que el de Parque central (232.000 metros cuadrados) y superior a la de Jardín de Viveros (195.000 metros cuadrados».
«Con los terrenos cedidos en primera tanda al Ayuntamiento, el Puerto ha puesto a disposición de los ciudadanos 1,25 millón de metros cuadrados, la mayor cesión realizada por ningún puerto de España para uso urbano y ciudadano», ha asegurado Aurelio Martínez durante su intervención. Mientras llega la licencia de obras, el Levante ya puedecompletar los trámites internos de una iniciativa cuyo proyecto de ejecución está ya elaborado.
Esto agilizará esos últimos pasos hasta el punto de que previsiblemente los trabajos de Nazaret arranque antes que los del estadio. Ahora el Levante licitará y adjudicará las obras mediante un concurso que será anunciado y al que se podrá concurrir cualquier empresa. Aunque nadie en el club se aventura a dar plazos, las máquinas deben estar en Nazaret este mismo año por lo que, si no hay nuevos contratiempos, la ciudad deportiva se inaugurará en 2025. La nueva instalación deportiva contará con contarán con siete campos de fútbol, un mini estadio para 2.500 espectadores, un edificio social-administrativo que surge de la rehabilitación del antiguo edificio de la Escuela de Benimar, y una residencia para unos cien jugadores.
El Levante siempre ha mantenido que el proyecto de la ciudad deportiva en Nazaret no está vinculado a la presencia de su equipo masculino en Primera, por lo que ahora no debe estar tampoco supeditado al ascenso. Además, desde el Ayuntamiento se ha expresado que, una vez estuviera ese permiso de la Autoridad Portuaria, la tramitación de la licencia de obras sería «relativamente» rápida, puesto que esta actuación está considerada como «prioritaria».
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Los últimos trámites burocráticos hasta que el proyecto ha llegado al punto actual, esto es, depender de una rutinaria licencia por parte del Ayuntamiento, no han estado exentos de ciertas turbulencias entre el PSPV y Compromís. Lucía Beamud, concejala de Espacio Público y miembro del segundo partido, arremetió a finales de enero contra el Gobierno central por los retrasos en los trámites para autorizar una obra que calificó de «estrategia» tanto para los aficionados del Levante como para el resto de vecinos de Valencia.
Desde la Delegación del Gobierno mostraron sus sorpresa por estas declaraciones y replicaron: «De cualquier modo, se lleva trabajando en esto cuatro meses, mientras el Ayuntamiento de Valencia llevaba desde 2019 para completar sus trámites. Desde luego no va a tardar dos años y medio». Dos semanas después se producía el permiso del Consejo de Ministros que estaba pendiente desde septiembre y ahora el consejo de administración de la Autoridad Portuaria aprueba la concesión de los terrenos para medio siglo (entre los años en firme y los prorrogables) para que el Levante inicie su proyecto.
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El Levante, tal y como recoge en su memoria anual, preveía comenzar las obras en cuanto obtuviera las correspondientes licencias. El club de Orriols cuenta con dos vías de financiación para infraestructuras, tanto la de Nazaret como la de la última fase de reforma del estadio, que también ha visto la luz verde recientemente. Por un lado, el préstamo de 60 millones concedido por Edmond de Rothschild en agosto de 2020. Por otro, la inyección económica procedente del acuerdo entre la Liga y CVC.
De esta última partida al Levante le corresponden 69,87 millones, de los cuales ya ha consumido el 15% que va destinado a inscripción de futbolistas y el 15% reservado para deuda financiera. Por lo que respecta al 70% restante, que debe dedicarse a inversiones en infraestructura, desarrollo internacional y tecnología, el club ha percibido 13,97 millones, que fueron justificados con la primera fase de la reforma del Ciutat. Y todavía dispone de 34,94 millones. Una cantidad que cubriría completamente tanto las obras del estadio como las de la ciudad deportiva.
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El Levante tenía en un principio previsto el inicio de las obras de Nazaret para el último trimestre de 2019. Los plazos se han ido dilatando por los trámites administrativos, algo que se agravó con la pandemia. Según las previsiones, las obras durarán cerca de dos años y costarán entre 12 y 14 millones de euros. El club abonará en torno 180.000 euros en concepto de canon por el uso de los casi 95.000 metros cuadrados sobre los que se asentarán sus instalaciones.
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