El Levante sube al mirador

El Levante arrolló a un Cartagena colista y prácticamente condenado al descenso a Primera RFEF. Los de Calero supieron madurar el partido y aprovechar las facilidades concedidas por el rival. Una contundente victoria que les permite regresar a esas posiciones a las que aspira el club desde que, en 2022, todo se desvaneciera.

A falta de 12 jornadas para que concluya la liga regular, la lucha por el ascenso a Primera División está al rojo vivo, con ocho equipos completamente implicados. Y en esa intensa batalla, el Levante saca músculo al sumar tres victorias consecutivas: ante el Mirandés, el Eldense y el Cartagena. Y los dos encuentros anteriores, frente al Málaga y el Sporting, finalizaron en tablas. Una manera de exprimir unos empates que, en su día, dejaron un regusto amargo. El horizonte ilusiona. La próxima cita será en el estadio de un rival directo como el Huesca, que este domingo cayó en Tenerife.

El Levante no ocupaba las dos primeras posiciones de la clasificación desde la decimoséptima jornada. Han transcurrido tres meses. Un largo período que este domingo llegó a su fin. De esta forma, los granotas se sitúan segundos igualando a 53 puntos tanto al Elche como al Racing de Santander y agarrándose a un golaveraje general que juega a su favor.

El Levante, además, rompió una racha que ya escocía. Y es que los azulgrana no encadenaban tres triunfos desde hacía 21 meses. Casi nada. Aquella racha se remontaba a mayo y junio de 2023. El equipo, entonces con Javier Calleja en el banquillo, se impuso en las dos últimas jornadas de la liga regular y ganó al Albacete tanto en el partido de ida como en el de vuelta de las semifinales del play off de ascenso. La temporada pasada, en cambio, los granotas no pasaron de las dos victorias consecutivas.

Ahora, después de cuatro intentos fallidos durante esta campaña, lo ha logrado. El Levante llega con confianza y buenas sensaciones a los últimos kilómetros de una carrera de fondo en la que nunca se ha descolgado. Y pese a la notoria marcha de Andrés García, traspasado por unos irrechazables siete millones en el mercado invernal, Calero celebra que el abanico se ha ampliado en una demarcación clave como el centro del campo merced a la recuperación de Iborra y Algobia, ausentes durante buena parte de la temporada por las lesiones. Ambos se remangan para aportar soluciones.

Este domingo se hizo con la titularidad Algobia. Y el madrileño dio la talla tanto en las labores de contención como en las de construcción. También tuvo tiempo para deleitar con alguna floritura. Un todoterreno que espera dejar atrás el calvario de los problemas musculares que arrastra desde la pasada temporada. De ahí que Calero prefiera mimarle y evitar riesgos. El técnico le sustituyó en el minutos 67 para no forzar la máquina.

En ese momento, el partido todavía marchaba 1-0. Un gol que llegó a la media hora de juego, cuando Iván Romero se encontró con un regalo de Andy que no desaprovechó. Dribló a Pablo Cuñat, prometedor arquero cedido por el conjunto granota, y abrió la lata. Sexta diana del delantero castellanomanchego en lo que va de Liga. Poco antes, Elgezabal había apagado dos fuegos dentro del área. El central vasco se ha convertido en un baluarte

Calero tenía el plan de partido clarísimo. Orden y verticalidad. El Levante, aunque empezó abusando de los balones largos, se asentó con facilidad más allá de ese par de sustos. Poderío físico en la medular al juntar a Oriol Rey, Algobia y Kochorashvili. Y ver jugar a Carlos Álvarez es toda una delicia. El sevillano, quien lleva un año llamando a las puertas de Primera División, conduce el balón con pegamento.

Kochorashvili y Morales intentaban ampliar distancias sin éxito, aunque el encuentro estaba controlado. No fue el día del Comandante. Ya en el segundo acto, el atacante volvió a tener en sus botas el 2-0, pero se topó con Cuñat. El joven arquero reaccionó para atajar el disparo con los pies.

Calero decidió mover el banquillo y, en el minuto 67, apostó por Espí en detrimento de Morales. El Comandante se marchó escuchando más pitos que en semanas anteriores. No tardó en llegar el segundo tanto.

Espí es una torre que pone contra las cuerdas a cualquier defensa. Incordia, arrastra a los zaguero. Llevaba unos instantes sobre el campo cuando, en un cara a cara con Cuñat, falló. Pero la acción estaba viva. Kochorashvili recogió el rechace y firmó el 2-0 con la ayuda de Ndiaye, quién involuntariamente desvió el balón.

Tres minutos después del gol, entraron al campo Iborra y Brugui. Ellos iban a ser los protagonistas del broche de oro. El delantero catalán, provocó un penalti y agarró el esférico con la idea de lanzarlo y marcar por segunda jornada consecutiva. Sin embargo, acabó teniendo un gesto encomiable. Miró a un lado, vio al de Moncada y le entregó el esférico. El capitán, desde los once metros, firmó su primer tanto de su tercera etapa en el Levante. Día redondo.