El Levante afrontaba una epopeya que se antojaba casi imposible en Leganés y el golpe de realidad fue tan doloroso como esperable. Lo bonito del deporte y en especial del fútbol es soñar y la ilusión que te genera jugar un partido por un título. ... Pero esta vez el cuento no tuvo un final feliz. Ganaron los malos. Y no, el Barça no es malvado. Pero este equipo repleto de talento —cuenta con la actual balón de oro— se ha convertido en el 'final boss' de videojuego más temible del fútbol femenino. Como los 'Monstars' en Space Jam o como Thanos en los Vengadores. Las antagonistas de esta particular película deportiva fueron Salma, Graham, Batlle, Bonmatí y compañía. Ahí están siempre, en los partidos decisivos por trofeos. Y prácticamente nadie es capaz de toserles. Arrasan allá por donde pasan. Como un huracán. Con eso se topó el Levante.
Publicidad
FC Barcelona
Coll, Bronze, Paredes (Martina, 46'), Engen, Batlle, Walsh, Guijarro (Pina, 64'), Bonmatí (Vilamala, 79'), Graham (Vicky, 64'), Salma (Oshoala, 64') y Caldentey.
7
-
0
Levante UD
Holmgren, Lloris, Méndez, Mendoza, Tomás (Nunes, 58'), Baños (Torrodà, 70'), Fernández, Sosa (Silva, 58'), Andonova, Mayra (Arques, 58') y Redondo (Érika, 70').
Goles 1-0, Salma (12'). 2-0, Graham (24'). 3-0, Batlle (26'). 4-0, Graham (36'). 5-0, Salma (45+2'). 6-0, Graham (54'). 7-0, Bonmatí (57').
Árbitra Rivera Olmedo (Comité vasco). Amonestó a Paula Tomás y Leire Baños.
Incidencias 7.139 espectadores en el Municipal de Butarque.
Las de Sánchez Vera, acompañadas por una expedición de aficionados granotas que se desplazaron hasta Madrid en autobuses para apoyar a sus chicas, fueron víctimas a merced de las villanas catalanas. Especialmente Salma y Graham, que jugaron con la defensa granota como si de una categoría inferior se tratase. Nada pudo hacer el Levante. Aguantó de pie poco menos de un cuarto de hora. Soñaban con la oportunidad de ganar su primer título desde aquella Liga de 2008. Un título, el de la Supercopa de España, que no se gana desde el cambio de siglo. Y si alguien podía plantar cara a las imbatibles del Barcelona eran ellas. Esta campaña solo han encajado seis goles en Liga, siendo el segundo equipo menos goleado —precisamente el primero es el Barça— y con una única derrota en su casillero. Eso sí, no se habían topado con las de Jonathan Giráldez todavía. Antes de la hora de partido, el Levante ya había encajado los mismos goles que en toda la campaña liguera en trece jornadas.
Y tuvo sus ocasiones. Quién sabe qué hubiera pasado si Mayra Ramírez —ya recuperada de sus molestias en el tobillo— hubiese marcado aquellas dos ocasiones. Antes de cumplirse el primer minuto, aprovechó una mala comunicación de la defensa del Barça para robar un balón ante la portera Coll e intentó empujarla con un pase a la red. Quizá faltó potencia. Porque apareció una salvadora Engen para sacarla en la mismísima línea de gol. Pocos minutos después, paradón de Holmgren mediante, Mayra la tuvo de nuevo en un mano a mano ante una Coll fuera de posición. La delantera granota intentó definir desde fuera del área ajustando a la cepa del poste y su disparo salió rozando la madera. Puedes perdonar una vez. Pero no dos. Y menos ante este Barcelona. A partir de ahí, todo se desmoronó.
Se cayó el castillo de naipes y los goles fueron cayendo de forma recurrente e imparable. No había forma de cerrar la sangría. Salma hizo el primero tras un pase de la muerte de Graham, que entró hasta la línea de fondo sin oposición. Después fue la propia noruega la que hizo el segundo. Y Batlle sentenció con el tercero antes de la media hora de encuentro. Un 3-0 parecía ya un resultado suficiente pero las barcelonesas no frenaron. Y cayó el cuarto de Graham. Y el quinto de Salma. Y el sexto de Graham —que firmó un hat-trick— y el séptimo de Aitana. No levantaron el pie del acelerador. Fueron a por más y a por más. Hambrientas de gol y sedientas de gloria, las blaugrana se llevaron un nuevo título que las consolida más todavía como el mejor equipo del país. Sus retos ya solo llegan en Europa. En España apenas tienen competencia. Quizá es el único debe que tiene pendiente la liga femenina de nuestro país. Conseguir que otros equipos puedan pelear con ellas. Porque a día de hoy el salto de calidad entre campeonas y perseguidoras es abismal.
Publicidad
Lo visto en Butarque fue una demostración de poderío del Barcelona ante un superado Levante que veía como caían los goles como cuando en el recreo jugaban los pequeños contra los mayores. Nada de lo que avergonzarse. El Levante se ganó estar en la final y no tuvo el día. Llegarán otras oportunidades seguro. Cabeza alta y a seguir. El objetivo sigue siendo el mismo: clasificar a la UEFA Women's Champions League. Y para ello, se está cumpliendo y con creces en la liga. Que lo vivido en Butarque no despiste ni afecte anímicamente. Porque ellas pueden.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.