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Más allá del desenlace de la eliminatoria, el Levante Femenino tiene categoría de Champions League. Y anoche lo demostró con creces. El conjunto granota tuteó al dominador absoluto del fútbol europeo. El Olympique de Lyon, siete veces campeón continental, sufrió para llevarse una ajustadísima victoria en el Ciutat de València. La grada de Orriols, con más de 4.000 aficionados, vibró con las de Ángel Villacampa. El encuentro, que enloqueció en los últimos diez minutos, concluyó con un 1-2 que deja la última ronda previa completamente abierta. Todo se decidirá el miércoles en Francia.
El Levante arrancó con una agradable novedad en el once. Carol Férez, ya recuperada de una grave lesión de rodilla, volvió a la titularidad tras disponer de los minutos finales ante el Celtic de Glasgow y el Rosenborg. Las de Villacampa entraron en el partido con las ideas clarísimas. Sabían perfectamente cuál era la receta para plantar cara a un rival de la entidad del Lyon. Y en el primer minuto de juego, un regalo caído del cielo. Un descuido defensivo del conjunto francés permitió a Alba Redondo iniciar una carrera en busca del gol. La atacante albaceteña metió la quinta marcha, pero su disparo se deshinchó. Esperanzadora manera de empezar.
A partir de ahí, el Lyon fue ganando terreno, adueñándose del centro del campo. Pero las de Sonia Bompastor tropezaban una y otra vez con un Levante consistente y bien ordenado. La concentración era máxima. Estando enfrente un equipo de tal envergadura, cualquier descuido podía resultar letal. María Valenzuela, muy atenta, salió de su portería con audacia para desmontar una ocasión cargada de peligro del Lyon.
El Levante, en cualquier caso, no renunciaba al ataque. Imprimía velocidad al juego cada vez que superaba la línea del centro del campo, sobre todo a través de una omnipresente Toletti. La francesa, todoterreno, fabricó un sensacional pase en profundidad para Alba Redondo, quien penetró en el área pero careció de fuerza para sorprender a Endler Mutinelli.
Toletti, el cerebro granota, se movía con absoluta libertad en la mediapunta. Ante la ausencia de Andonova, la centrocampista aumentó su presencia en ataque. Se desenvuelve perfectamente entre líneas y trataba de hacer daño a un Lyon que adelantaba su retaguardia.
El cuadro galo, con un nivel técnico y físico altísimo, amenazaba con alguna acción a balón parado. Una falta acababa con un testarazo que se iba rozando el palo. El Levante resistía con intensidad y contundencia. En absoluto se amilanaba. Y en cuanto tenía la oportunidad, enseñaba los dientes. Las azulgrana hacían daño, especialmente, por una banda derecha donde Alharilla ejercía de estilete.
Tras el descanso, el Lyon comenzó apretando. Y el Levante se encerraba más de lo esperado. Iban a llegar momentos de tensión. A los siete minutos de la reanudación, Morroni puso a prueba a María con un disparo desde el interior del área. La arquera granadina estaba perfectamente situada. Se le empezaba a acumular la faena. Y es que, instantes después, tuvo que detener en dos tiempos un tiro lejano de Macario.
Sin embargo, el Levante no se descomponía. Y Alharilla se encargó de romper la peligrosa inercia que había adquirido el encuentro. La lateral jiennense, quien se alza como un pulmón por la banda derecha, profundizó para recordar al Lyon que las granotas iban a plantar cara hasta el final.
Nuevamente, la conexión entre Toletti y Alba Redondo metía el miedo en el cuerpo de un Lyon que perdía protagonismo. El cuadro galo, sobrado de calidad, reaccionaba buscando el gol olímpico. El esférico se estrelló en el larguero.
En el minuto 79, Cometti sustituyó a una exhausta Paula Tomás. La argentina, quien el pasado mes de junio pasó por el quirófano debido a un esguince de grado 3 en el tobillo izquierdo, disfrutaba de sus primeros minutos. A partir ahí, el partido enloqueció.
Un pase filtrado de Majri entre las centrales del Levante desequilibró el marcador. Malard recibió el balón y no falló. 0-1. El conjunto azulgrana pasó unos instantes de desconcierto que fueron aprovechados por el Lyon para ampliar distancias por medio de Morroni.
Lejos de hundirse, el Levante sacó su orgullo. Giovanna Crivelari, recién fichada, debutó al sustituir a Alba Redondo en el minuto 85. Apenas llevaba unos segundos sobre el césped de Orriols cuando la atacante brasileña, en su primera intervención, mandó el balón el fondo de las mallas. Alharilla, incombustible, se abrió paso entre las defensas del Lyon y asistió a la exfutbolista del Corinthians, quien firmó un gol para soñar.
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